El Madrid entra en la UVI
El Athletic, con m¨¢s garra que f¨²tbol, tumba a un rival que est¨¢ exprimido f¨ªsica y mentalmente
El Madrid inaugur¨® en San Mam¨¦s una nueva Liga, temible para el l¨ªder que pierde gasolina a chorros. Vienen como tiros sus perseguidores y no encuentra la manera de detener su ca¨ªda. Frente al Athletic ofreci¨® todos los signos que le caracterizan en las ¨²ltimas semanas: pesadez, fatiga, des¨¢nimo y debilidad en casi todas las l¨ªneas. No le bast¨® igualar la desventaja del primer tiempo con dos goles de Ra¨²l. Apareci¨® entonces el viejo Athletic, en¨¦rgico y trepidante, excesivo para la fr¨¢gil resistencia del Madrid, que recibi¨® cuatro goles y sali¨® de Bilbao con la sensaci¨®n de cat¨¢strofe en un momento crucial del campeonato.
Las condiciones de los dos equipos procuraron un partido nervioso, con m¨¢s sombras que luces y lleno de incertidumbres. En definitiva, fue un encuentro que se hizo atractivo por el descontrol reinante. Hasta donde pudo, el Athletic sac¨® la vena racial, con un f¨²tbol aguerrido, de una intensidad que pretendi¨® ocultar carencias que son evidentes. Le falta clase para armar el juego y sabidur¨ªa defensiva. No es un equipo para exquisitos, aunque no le falta alg¨²n jugador interesante. Yeste es uno, pero su finura resulta un tanto extravagante, ajena al trazo grueso del Athletic, que prefiere la electricidad y el cuerpo a cuerpo que el f¨²tbol acad¨¦mico. As¨ª ha sido su historia, la de un equipo vehemente, con apariciones distinguidas de jugadores que siempre animaron a la pol¨¦mica: Panizo, Rojo, Sarabia y ahora Yeste. Frente al Madrid se impuso el viejo perfil, el del coraje y la determinaci¨®n, que tambi¨¦n produce momentos excepcionales, t¨ªpicos del Athletic cuando se siente empujado por una especie de delirio. Le ocurri¨® en la segunda parte, despu¨¦s de desaprovechar los dos tantos de ventaja que consigui¨® en el primer tiempo.
ATHLETIC 4 - REAL MADRID 2
Athletic: Aranzubia; Javi Gonz¨¢lez, Lacruz, Luis Prieto, Del Horno; Iraola, Gurpegui, Tiko (Orbaiz, m. 57), Yeste (Ezquerro, m. 66); Etxeberria y Urzaiz (Guerrero, m. 87).
Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Mej¨ªa, Roberto Carlos; Beckham (Cambiasso, m. 87), Guti; Figo, Zidane (Borja, m. 83), Solari; y Ra¨²l (Portillo, m. 87).
Goles: 1-0. M. 41. Error de Helguera, Yeste lanza un disparo desde el borde del ¨¢rea que entra pegado al poste derecho. 2-0. M. 44. Tiko saca una falta y Urzaiz cabecea. 2-1. M. 46. Figo centra, peina Zidane, Solari la baja de cabeza y Ra¨²l empalma con la zurda. 2-2. M. 62. Roberto Carlos recibe de Figo en la izquierda, centra y Ra¨²l remata con la derecha en carrera. 3-2. M. 75. Del Horno remata en plancha una falta sacada por Orbaiz. 4-2. M. 77. Del Horno se va de Salgado, regatea a Helguera y marca.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Figo, Ezquerro, Guti, Salgado y Urzaiz.
Unos 30.000 espectadores en San Mam¨¦s.
La sucesi¨®n de errores definieron la primera parte. El Madrid jug¨® con toda clase de fatigas. Pareci¨® exprimido en el plano f¨ªsico y en el mental, con debilidades que le pasaron una gruesa factura. Es cierto que dispuso de la pelota, pero su juego fue bastante banal, en gran medida porque la porter¨ªa le qued¨® muy lejos. Queiroz persisti¨® en su idea de colocar a Ra¨²l en la punta del ataque, con Zidane a su espalda. En el primer tiempo, Ra¨²l dedic¨® sus esfuerzos a jugar en zonas blandas, de socio de los centrocampistas. Sin referencia en el ¨¢rea, el Madrid construy¨® castillos en el aire. Sus escasos remates llegaron desde la media distancia. Aranzubia s¨®lo se estir¨® para desviar un espectacular tiro de Figo, el mejor del Madrid por su fiereza competitiva en un partido de enorme sufrimiento para su equipo.
El Athletic gast¨® muchas balas en el arranque. Presion¨® al Madrid, le impidi¨® aclarar ideas y le llev¨® a un encuentro muy inc¨®modo. Pero pasado el aceler¨®n inicial, perdi¨® energ¨ªa, el valor m¨¢s importante de su f¨²tbol en estos momentos. Gurpegui y Tiko no eran capaces de ordenar nada, Yeste pasaba por esas fases de intermitencia que le caracterizan y Urzaiz comenz¨® a cobrar relevancia. En caso de dudas, y no hace falta mucho para que aparezcan, el Athletic busca a su poderoso delantero como recurso insistente de su juego. El encuentro cay¨® en una evidente mediocridad: el Madrid estaba chato y al Athletic se le ve¨ªan las costuras.
Lo que parec¨ªa un duelo sin demasiadopicante cambi¨® de rumbo tras un error de Helguera. Guti y Mej¨ªa se hab¨ªan enredado mientras trataban de mover la pelota cerca de su ¨¢rea y Helguera coron¨® los problemas con un fallo en el pase. Yeste recuper¨® el bal¨®n, busc¨® su mejor perfil y conect¨® un remate perfecto, con un efecto insuperable para Casillas. De repente se quebr¨® el Madrid, que est¨¢ d¨¦bil de juego y de ¨¢nimo. Un instante despu¨¦s, Urzaiz pein¨® el bal¨®n en una jugada mal interpretada por la defensa del Madrid, cada vez m¨¢s vulnerable a cualquier centro sobre su ¨¢rea. Sin grandes cosas, el Athletic hab¨ªa cobrado una ventaja que parec¨ªa definitiva.
El partido guardaba secretos imprevistos, sin embargo. Arranc¨® el segundo tiempo con un gol de Ra¨²l. Aprovech¨® con intuici¨®n y buena punter¨ªa una jugada que parec¨ªa inofensiva. Durante un momento el Madrid aparc¨® la cat¨¢strofe y estuvo a punto de girar el encuentro. El Athletic estaba quebrado, algo que Valverde observ¨® a la vista de los cambios: entr¨® Orbaiz por Tiko y retir¨® a Yeste por Ezquerro, entre un cierto rechazo de los aficionados, cada vez m¨¢s intranquilos por el rumbo de los acontecimientos. A la intranquilidad contribuy¨® m¨¢s que nada el segundo tanto de Ra¨²l, siempre listo en el segundo palo. Lejos de garantizar la crecida del Madrid, signific¨® su tumba. Como tantas veces ha sucedido en San Mam¨¦s,el Athletic se sinti¨® sacudido por la electricidad en los peores instantes. De la nada surgi¨® el equipo vibrante, r¨¢pido e imparable que levanta a su estadio. Empez¨® a ganar todos los balones divididos y entr¨® en un frenes¨ª que result¨® decisivo.El Madrid se achic¨® y comenz¨® a permitir llegadas, remates y goles. Del Horno, que ha hecho profesi¨®n de marcarle al Madrid, anot¨® los dos que dieron la victoria a su equipo entre el clamor de la hinchada y el abatimiento del l¨ªder, cada vez m¨¢s cerca de comenzar una nueva Liga, la que puede significar su calvario y, qui¨¦n sabe, si un desastre en toda regla.
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