Ante los desaf¨ªos del terrorismo
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha insistido en que su prioridad m¨¢s inmediata, una vez investido presidente del Gobierno, va a ser la de luchar contra el terrorismo. Pero los desaf¨ªos terroristas a que se enfrenta el nuevo Ejecutivo espa?ol ya no s¨®lo est¨¢n relacionados con ETA, sino tambi¨¦n con el terrorismo global. De cualquier manera, la existencia del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo, suscrito en diciembre de 2000 y que el PSOE se ha comprometido a cumplir, sugiere que en pol¨ªtica antiterrorista habr¨¢ m¨¢s continuidad que cambio. Algo sin duda importante, porque las pol¨ªticas antiterroristas de los Gobiernos democr¨¢ticos rinden mucho mejor si son consensuadas, consistentes, coherentes y sostenidas. Fundamental ser¨¢ adem¨¢s continuar proporcionando el reconocimiento necesario y la asistencia debida a las v¨ªctimas del terrorismo, ahora s¨²bitamente incrementadas en n¨²mero tras los atentados del 11 de marzo. Observancia estricta de la Constituci¨®n, dice tambi¨¦n el programa electoral del PSOE, lo que implica rechazar cualquier negociaci¨®n pol¨ªtica con los terroristas. Y no s¨®lo por cuesti¨®n de principios. ETA tiene objetivos intratables referidos al derecho a la autodeterminaci¨®n de un sujeto pol¨ªtico inexistente. Hasta mediados de los noventa, cierta obsesi¨®n por entablar negociaciones condicion¨® la ¨®ptima aplicaci¨®n de los instrumentos y las agencias a disposici¨®n del Estado de derecho. S¨®lo sirvi¨® para crear expectativas de ¨¦xito a los terroristas, desincentivar las medidas de reinserci¨®n y proporcionar motivaciones utilitarias para el reclutamiento de nuevos pistoleros.
Tras el desprop¨®sito de la invasi¨®n, el peligro consiste ahora en que abandonar la poblaci¨®n iraqu¨ª a su suerte es entregarla en manos del terrorismo internacional
Es necesario rechazar cualquier negociaci¨®n pol¨ªtica con los terroristas. ETA tiene objetivos referidos al derecho de autodeterminaci¨®n de un sujeto pol¨ªtico inexistente
Adquieren particular relevancia los puntos del programa del PSOE relacionados con un mando unificado y conjunto para las fuerzas de seguridad del Estado
El Gobierno socialista deber¨¢, por tanto, favorecer la implementaci¨®n de cuantas iniciativas se han llevado a cabo en el contexto del mencionado pacto. Entre otras cosas porque la ilegalizaci¨®n de Batasuna, al igual que la proscripci¨®n del entorno c¨®mplice y encubridor de que se serv¨ªa ETA, ha mejorado la calidad de la precaria democracia en que viven los ciudadanos vascos no nacionalistas y ha sido efectiva en lo que se refiere a erosionar las ya exiguas bases sociales de los terroristas, dificultando a¨²n m¨¢s su capacidad de movilizar los recursos que necesitan para autoperpetuarse. Pero dicho pacto deber¨ªa, a la vez que persistir, ampliarse y adaptarse. Su ampliaci¨®n ser¨ªa m¨¢s que deseable, y cabr¨ªa, por ejemplo, si el Partido Nacionalista Vasco, una vez renovados sus dirigentes, abandonara definitivamente los derroteros que le llevaron a aliarse con ETA. Hoy por hoy, el PSOE est¨¢ en mejores condiciones de lo que estuvo el PP para intentar un encuentro con los nacionalistas moderados, facilitado por una relaci¨®n normalizada entre el Ejecutivo central y el auton¨®mico. Pero el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo debe adaptarse para proporcionar asimismo el marco con referencia al cual elaborar y ejecutar las medidas complementarias que es preciso introducir con urgencia a fin de abordar los retos a?adidos que plantean Al Qaeda y el terrorismo global. Aunque el futuro Ministerio de la Seguridad ser¨¢ la instituci¨®n central en materia de pol¨ªtica antiterrorista, los riesgos y amenazas asociados a ese nuevo terrorismo requieren el concurso de varios otros departamentos ministeriales y muchos m¨¢s organismos p¨²blicos de lo que ven¨ªa siendo el caso cuando s¨®lo se trataba de contener y derrotar a ETA.
El nuevo Gobierno socialista, comprometido en virtud del programa electoral del PSOE a una acci¨®n policial decidida y constante, debe tomar en consideraci¨®n la experiencia acumulada a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Porque los cuerpos y fuerzas estatales de seguridad ven¨ªan registrando unos niveles de eficacia muy elevados en su respuesta a ETA. Ahora bien, el modelo policial a¨²n adolece de desajustes y descoordinaci¨®n entre las agencias, lo cual incide sobre la eficacia contraterrorista. As¨ª es que adquieren particular relevancia y sentido los puntos del programa electoral del PSOE relacionados con un mando unificado y conjunto para las fuerzas y cuerpos de seguridad, as¨ª como la creaci¨®n de unidades especiales conjuntas centradas en terrorismo. Objetivo prioritario para el pr¨®ximo Gobierno socialista deber¨ªa ser tambi¨¦n el de potenciar a¨²n m¨¢s, no sin una adecuada supervisi¨®n judicial y el debido control parlamentario, los servicios de informaci¨®n de los diferentes cuerpos especializados en contraterrorismo, cuyo desarrollo reciente ha incrementado muy significativamente la selectividad en las detenciones de presuntos terroristas de ETA, as¨ª como el desbaratamiento anticipado de sus planes homicidas. Importa de igual modo tener presente que en los ¨²ltimos a?os se ha avanzado decididamente en la cooperaci¨®n internacional. Se trata sobre todo, aunque no exclusivamente, de avances en la cooperaci¨®n bilateral entre autoridades espa?olas y francesas, sin las que habr¨ªa resultado muy dif¨ªcil que ETA se encontrara en la situaci¨®n de decadencia terminal en que se encuentra, aun cuando disponga de voluntad y capacidad para cometer ciertas atrocidades.
Tras la matanza del 11 de marzo, y, con ella, la irrupci¨®n en Espa?a de un terrorismo fundamentalista isl¨¢mico, se impone adaptar y complementar las medidas policiales actualmente existentes. Dos son probablemente las necesidades m¨¢s perentorias a este respecto. De nuevo, inteligencia de un lado y cooperaci¨®n del otro. Los atentados m¨²ltiples de Madrid han demostrado que, en contra de lo que se pensaba antes e incluso despu¨¦s de los atentados del 11-S en EE UU, las tramas musulmanas radicalizadas no se encontraban bajo un seguimiento adecuado en nuestro pa¨ªs, aunque se hab¨ªan iniciado acciones judiciales contra presuntos integrantes de Al Qaeda establecidos en territorio espa?ol. Las autoridades socialistas se ver¨¢n pronto inmersas en un serio debate con sus hom¨®logas de otros Gobiernos europeos sobre la creaci¨®n de una verdadera comunidad de inteligencia que incremente la capacidad colectiva para hacer frente al terrorismo global. Se situar¨ªan en l¨ªnea con la posici¨®n de los Ejecutivos espa?oles desde hace m¨¢s de una d¨¦cada si insisten en que Europol desempe?e un papel mucho m¨¢s activo y disponga de mayores recursos en la lucha contra el terrorismo sin fronteras. Adem¨¢s, la dimensi¨®n adquirida por el terrorismo global plantea, desde luego, la necesidad de desarrollar nuevos medios y ¨¢mbitos de cooperaci¨®n internacional en los que el recurso a la fuerza militar no quede excluido, como contempla la cl¨¢usula de solidaridad incorporada al borrador de Constituci¨®n europea.
Entrevista radiof¨®nica
Esto ¨²ltimo en modo alguno es incompatible con una afirmaci¨®n reciente del futuro presidente del Gobierno espa?ol, cuando en el curso de una entrevista radiof¨®nica dijo que "no se puede combatir el terrorismo con guerras". Efectivamente, una red tan compleja y extendida como Al Qaeda no puede ser derrotada militarmente. En esa misma entrevista, el l¨ªder de los socialistas espa?oles insisti¨® una vez m¨¢s en su promesa de que "las tropas espa?olas que est¨¢n en Irak volver¨¢n a casa". Esta decisi¨®n es desde luego coherente con su campa?a electoral y con una manera de entender c¨®mo se debe afrontar el terrorismo internacional. En concreto, con una apuesta por el multilateralismo y el respeto a la legalidad, tanto interna como internacional. Pero tras el derrocamiento del dictador Sadam Husein, Irak se ha convertido en un lugar donde impera un caos que Al Qaeda y sus asociados aspiran a conquistar. Para evitarlo, el nuevo Gobierno espa?ol y otros afectados deber¨¢n concertar sus acciones entre s¨ª y en el seno de Naciones Unidas. Tras el desprop¨®sito de la invasi¨®n, el peligro consiste ahora en que abandonar la poblaci¨®n iraqu¨ª a su suerte es entregarla en manos del terrorismo internacional. Por lo dem¨¢s, contra esta amenaza globalizada que ya ha ensangrentado las calles de Madrid s¨®lo cabe, a corto plazo, acrecentar la cooperaci¨®n intergubernamental en asuntos policiales y judiciales, reforzar la colaboraci¨®n entre los servicios de inteligencia, perseguir colectivamente la financiaci¨®n del terrorismo internacional y, cuando sea estrictamente necesario, recurrir a medios militares. A medio y largo plazo ayudar¨¢ que las relaciones econ¨®micas y culturales entre el mundo occidental y el mundo ¨¢rabe e isl¨¢mico sean mucho m¨¢s equitativas. Como tambi¨¦n lo har¨¢ que se resuelvan los antagonismos de Oriente Pr¨®ximo o Cachemira, entre otros. Pero el nuevo Ejecutivo espa?ol deber¨ªa tener buen cuidado, a la hora de vincular esos conflictos regionales con el terrorismo global, en no confundir nunca las causas con los pretextos.
Los desaf¨ªos a los que se enfrenta el nuevo Ejecutivo ya no s¨®lo est¨¢n relacionados con ETA, sino tambi¨¦n con el terrorismo global. La existencia del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo sugiere que en pol¨ªtica antiterrorista habr¨¢ m¨¢s continuidad que cambio
Fernando Reinares es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos y ?scar Jaime-Jim¨¦nez es profesor titular de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad P¨²blica de Navarra.
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