El pacificador del reino

George Mitchell es un buen conocedor de los conflictos. Este antiguo senador dem¨®crata fue enviado especial de Estados Unidos al proceso de paz en Irlanda del Norte y lanz¨® una iniciativa similar para Oriente Pr¨®ximo. Ahora, a los 70 a?os, asume en un ambiente enrarecido la presidencia de Walt Disney con la misi¨®n de poner orden en el Reino M¨¢gico, despu¨¦s de hacerse con uno de los cargos de Michael Eisner. Pero reconoce que no tiene la varita m¨¢gica ni conoce la p¨®cima para acabar con tres meses de controversia.

La infancia de Mitchell no fue f¨¢cil. Hijo de inmigrantes, naci¨® en Waterville, Maine, el 20 de agosto de 1933. Su padre era cat¨®lico irland¨¦s, y su madre, libanesa. Comenz¨® a trabajar muy joven para poder pagarse sus estudios universitarios de Derecho y so?aba con ser alg¨²n d¨ªa alcalde de su ciudad natal. Pero su carrera pol¨ªtica le llev¨® m¨¢s all¨¢. Con rapidez fue ganando poder en el seno del Partido Dem¨®crata y gracias a su dial¨¦ctica incisiva se puso al frente de su grupo en el Senado.

Durante seis a?os seguidos fue considerado como el miembro m¨¢s respetado del Senado en EE UU. Hace diez dej¨® su puesto de senador y en 1995 entr¨® en la ejecutiva de Disney, mientras llevaba adelante el despacho de abogados Piper Rudnick en Washington. Adem¨¢s, es directivo en la compa?¨ªa de mensajer¨ªa FedEx, en la cadena de distribuci¨®n Staples, en el grupo hotelero Starwood y en la brit¨¢nica TechTran. Antes pas¨® por los consejos de administraci¨®n de Xerox, UnumProvident, Casella Waste System y Unilever.

Pero, a pesar de que el nombre de Mitchell aparezca en esta larga lista de empresas, flotan entre los inversores del reino de Disney dudas importantes sobre su experiencia en el mundo de los negocios. Como asesor puede ser incuestionable, pero del lado del control y de la independencia que se le exige a este tipo de cargos la cosa no est¨¢ tan clara, sobre todo porque se ha postulado como el gran defensor de Eisner. Adem¨¢s, desde que entrara en Disney ha cobrado 50.000 d¨®lares anuales como consultor, adem¨¢s de los millones que ingres¨® su bufete de abogados. Y en su curr¨ªculum est¨¢ el manch¨®n del esc¨¢ndalo contable en Xerox.

Adem¨¢s, se cuestiona su capacidad creativa para llevar adelante una compa?¨ªa que requiere de una reinvenci¨®n constante para sobrevivir en la industria del entretenimiento. Por todo esto, su nombramiento est¨¢ considerado como un cambio "cosm¨¦tico" en Disney mientras se ultima su relevo y el de Eisner, que deber¨ªa concluir dentro de dos a?os, cuando expiren sus contratos.