As¨ª funciona el Insalud
Perdonen mi osad¨ªa, pero pienso que en campa?a electoral los que ocupan el poder cuentan sus logros y los que aspiran a ¨¦l nos hacen promesas de lo que van a hacer. Deber¨ªan olvidarse de tanta demagogia y enfrentarse a los problemas que los ciudadanos afrontamos indefensos.
?De verdad se puede prometer cambiar las cosas cuando durante ocho a?os no se ha llevado a cabo? En fin, sin m¨¢s pre¨¢mbulos, les voy a exponer mi caso y podr¨¢n comprobar el caos que existe en el Insalud.
El primer d¨ªa que me citaron, a las 9.00, en Salud Mental del centro que se encuentra en la calle de O'Donnell, por motivos que despu¨¦s argument¨® el m¨¦dico de cabecera, la doctora que me iba a atender no acudi¨® a su cita y, por tanto, lo hizo otra doctora a las 11.30.
La segunda cita tambi¨¦n se produjo a las 9.00 y, de nuevo, la doctora tampoco acudi¨® porque hab¨ªa tenido guardia y se le hab¨ªa olvidado que yo estaba citada; m¨¢s tarde, las se?oritas de Secretar¨ªa se pusieron en contacto con la doctora para comunicarle que yo estaba esper¨¢ndola. Finalmente, la doctora acudi¨® a las 10.30. Deseo dejar constancia de que todo lo acontecido significa que debo ausentarme del trabajo m¨¢s tiempo del que deber¨ªa.
Pero la m¨¢s surrealista de todas las citas, por denominarla de alguna forma, fue la del d¨ªa 5 de marzo, a las 17.00. Pues bien, sal¨ª de mi trabajo a las 15.45, fui a casa a inyectarme la comida y cog¨ª un taxi para acudir al Centro de Salud puntualmente. ?Cu¨¢l fue mi sorpresa que nada m¨¢s llegar dicho Centro estaba cerrado!
A continuaci¨®n pregunt¨¦ en recepci¨®n al respecto y me dicen que los viernes por la tarde no trabajan. Esper¨¦ m¨¢s de media hora porque no me lo acababa de creer y, por aquello de que por m¨ª no quede...
Toda la explicaci¨®n que he recibido es que tengo mala suerte. ?Qu¨¦ les parece? ?A que estas afortunadas palabras son las mejores que se le pueden decir a una persona que va a buscar ayuda profesional a un Centro de Salud Mental?
Desde luego, y perdonen por la expresi¨®n, suena a pitorreo; adem¨¢s, lo m¨¢s importante, es el hecho de degradaci¨®n y sufrimiento al que estuve sometida. Ya no se trata de atender al paciente de forma cort¨¦s, sino de ofrecerle un m¨ªnimo de humanidad y seriedad.
En dichas circunstancias quiz¨¢s resulta m¨¢s beneficioso para el paciente quedarse en casa, ya que debido a todo lo expuesto mi estado ha empeorado notablemente.
No voy a entrar a hacer demagogia, pues en caso de que tengan a bien publicar esta carta, entiendo que es el lector el que debe juzgar por s¨ª mismo.
Para concluir, me gustar¨ªa a?adir que las citas est¨¢n manuscritas por la doctora; de lo contrario, supongo que yo ser¨ªa la culpable de todo este agravio por no haber anotado correctamente dichas citas.
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