Memoria flamenca de Jos¨¦ Hierro
El cantaor Vicente Soto, 'Sordera', rinde homenaje al poeta con un disco
De Manuel Gerena a Jos¨¦ Menese, pasando por las audacias experimentales de Enrique Morente o Camar¨®n, larga y abultada es la n¨®mina de cantaores flamencos que han bebido del acervo po¨¦tico para encontrar su inspiraci¨®n. Entre ¨¦stos, Vicente Soto, Sordera (Jerez, 1954) tiene sin duda notable relevancia gracias a una trayectoria tan perseverante como arriesgada. Su ¨²ltimo empe?o en este campo llevar¨¢ por t¨ªtulo El Hierro de Vicente Soto, un homenaje p¨®stumo al poeta santanderino Jos¨¦ Hierro, que ver¨¢ la luz en breve.
No es la primera vez que Vicente Soto amortiza con su cante la herencia de los poetas cultos. Ya en 1986, irrumpi¨® en el panorama jondo con un sorprendente disco, Pessoa Flamenco, y nueve a?os despu¨¦s rend¨ªa homenaje a Bergam¨ªn con su espect¨¢culo Las Horas Muertas. En 2000, Sordera reuni¨® en el ¨¢lbum Entre dos mundos a bardos universales de las dos orillas del Atl¨¢ntico, como Rub¨¦n Dar¨ªo, Unamuno, Alfonso Reyes, Valle Incl¨¢n, los hermanos Machado, Jos¨¦ Asunci¨®n Silva y Jos¨¦ Mart¨ª. En otro de sus espect¨¢culos, Jondo Poema, sumaba a su repertorio los nombres de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Alberti, Salvador Rueda, Garc¨ªa Lorca y el propio Jos¨¦ Hierro.
"Son textos exquisitos", reconoce el cantaor. "En la trilog¨ªa [se refiere a su Tr¨ªptico flamenco, que comprende tres discos dedicados respectivamente a C¨¢diz, Jerez y Sevilla, aparecidos entre 1994 y 1996] quise recoger treinta y tantos cantes con letras de toda la vida. En mis trabajos con los poetas, sin embargo, quiero demostrar que la calidad literaria tambi¨¦n engrandece el cante", afirma.
La g¨¦nesis de El Hierro de Vicente Soto se remonta al 24 de abril de 1999, a ra¨ªz de la concesi¨®n del Premio Cervantes al autor de Cuaderno de Nueva York. El Teatro Sal¨®n Cervantes de Alcal¨¢ de Henares acogi¨® entonces el espect¨¢culo de Sordera. "Yo conoc¨ª a Pepe muchos a?os atr¨¢s, en Radio Nacional de Espa?a. Cogimos mucha amistad y me vinieron las ganas de hacerle un homenaje. Pedro Atienza aprob¨® la idea y nos pusimos a trabajar en ello", recuerda el jerezano.
Martinetes, alegr¨ªas, colombianas y tangos son algunos de los palos en los que se hacen flamenco puro poemas como El buen momento, Pareja en sombra sobre fondo de oro, Las nubes, G¨¦nesis, La p¨¦rdida, Evasi¨®n o Ajeno. El disco fue grabado en directo en Santander, con la participaci¨®n de los guitarristas Jos¨¦ Mar¨ªa Molero y Jos¨¦ Luis Ord¨®?ez, la percusi¨®n de Joselito El Boy, Pedro Ontiveros en la flauta y el saxo, y Sebasti¨¢n Fuenzalida al violonchelo y el bajo.
Despu¨¦s de tantos a?os musicando poemas, Vicente Soto cree haber dado con el secreto para trasladar el verso al lenguaje de las palmas y las guitarras: "Lo primero que un poema debe tener es ritmo. Tiene que haber una manera de llevar el texto a la cuadratura de lo que est¨¢s cantando", explica el cantaor.
Desde luego, cualquier forma po¨¦tica no es susceptible de ser trasladada al cante, y no todas llegan al p¨²blico de la misma forma: "Algunos textos po¨¦ticos son m¨¢s dif¨ªciles que otros. Manuel Machado, por ejemplo, suena casi siempre popular. No as¨ª Unamuno, o Valle Incl¨¢n. Nuestros o¨ªdos no est¨¢n tan acostumbrados a ciertos esquemas", matiza.
En cualquier caso, Vicente Soto es consciente de sus riesgos y asume el desaf¨ªo con honestidad. "Nunca he pensado en los aficionados a la hora de embarcarme en proyectos como este", afirma. "Y al mismo tiempo, trato de que el flamenco de verdad no falte nunca a mi trabajo. En mis discos, uno escucha a un poeta dif¨ªcil como Pessoa, s¨ª, pero en un cante por sole¨¢ de Alcal¨¢. O un Hierro, pero por tientos... Los aficionados ven que el cante est¨¢ ah¨ª, eso nunca puede faltar", dice Sordera, m¨¢ximo exponente actual de una rancia familia de artistas jerezanos.
Las ambiciones de Sordera van m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente musical: "Me gustar¨ªa pensar que esto que hago ayuda a difundir la poes¨ªa. Quiz¨¢, si a la gente le gustan estos cantes, pueda invitarle a interesarse por la literatura de estos hombres", comenta. No obstante, su visi¨®n del flamenco actual no es optimista: "Puede ser un buen momento, hay un gran nivel entre los artistas y se llenan recintos enormes. Pero hay poquita afici¨®n, la verdad. A la gente joven le cuesta escuchar a Mairena, a Caracol, y creo que no perder la ra¨ªz es necesario, aun sin dejar de evolucionar, pero hacer justicia con todo lo que el flamenco significa", lamenta.
La aparici¨®n de El Hierro de Vicente Soto coincidir¨¢ pr¨¢cticamente en el mercado con un nuevo disco del cantaor, m¨¢s orientado al gran p¨²blico, que llevar¨¢ por t¨ªtulo Star alegre. "Estar¨¢ dedicado b¨¢sicamente a las buler¨ªas y los tangos, y llevar¨¢ textos populares y de mi propia cosecha", adelanta Soto. "Me gusta escribir, es un parto agradable cuando los duendes te iluminan y las cosas van saliendo, y suenan bien", apostilla.
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