"Los museos de arte contempor¨¢neo son como un sarampi¨®n que ha salido en Espa?a"
Juan Vida (Granada, 1955) acaba de inaugurar en el Centro Cultural Gran Capit¨¢n la retrospectiva Configuraciones, un repaso a su obra desde 1987, el a?o en el que madur¨® como pintor y encontr¨® su voz. Detr¨¢s de ese proceso est¨¢ un viaje a Nueva York que le "hizo perder el provincianismo", dice. "Este estuvo en una sauna", comenta delante de Mujer sexual (1990), "con este otro me ahorr¨¦ pintar la cabeza de la cebra" (Zebra crosing, 1988)... Juan Vida, lo asegura Elvira Lindo en el cat¨¢logo de la muestra, "alude a la explicaci¨®n barata cuando explica sus cuadros, como queriendo quitarle importancia a su oficio". De vez en vez, se detiene ante uno, casi lo acaricia con las manos y asegura: "este deb¨ª qued¨¢rmelo".
Pregunta. Dec¨ªa que esta muestra es como un reencuentro...
Respuesta. S¨ª, con la exposici¨®n me he reencontrado con cuadros que no ve¨ªa desde hace tiempo. Algunos hace 15 a?os. Estuvieron expuestos en Bruselas y no los hab¨ªa vuelto a ver. Encontrarte con ellos, ponerlos junto a los otros y ver que tienen coherencia, que tienen, adem¨¢s de su fuerza intr¨ªnseca, cohesi¨®n con los dem¨¢s, es una experiencia grata. Para un pintor, al menos de mi generaci¨®n, es muy importante tener voz propia. Ahora menos, porque pr¨¢cticamente se le exige al pintor que vaya cambiando seg¨²n va cambiando el mercado.
P. ?Siente que ha conseguido sortear esa presi¨®n?
R. Claro, pero por cabezoner¨ªa. Si yo lo que s¨¦ hacer es pintar, no puedo estar haciendo otra cosa. Podr¨ªa hacer fotograf¨ªa, escultura, una instalaci¨®n, ir renovando el repertorio de t¨¦cnicas, pero no me funcionar¨ªa porque soy pintor. En Par¨ªs estuve trabajando en un taller estupendo y all¨ª encontr¨¦ a una pintora que me pregunta "?pero pintor con pinceles?" y se me cay¨® el mundo encima. Pues s¨ª, con pinceles, qu¨¦ le voy a hacer.
P. En algunos de sus cuadros no tiene usted reparo en tapar y comenzar a pintar otra cosa.
R. Es un proceso muy habitual en m¨ª. El desdecir, borrar, hasta que salga. En El ni?o Jes¨²s en Vigo (2003), que est¨¢ expuesto en Gran Capit¨¢n, aparece un coche bocabajo. Queda bien, porque est¨¢ al lado del ni?o y parece que ha estado jugando con ¨¦l, pero en realidad pertenece a un cuadro que hab¨ªa por debajo. Entre la idea que tienes de un cuadro y el resultado, hay un abismo y ah¨ª es donde est¨¢ el arte, en ese proceso.
P. ?Qu¨¦ hace un acad¨¦mico de Bellas Artes en Granada?
R. Intentar que la Academia siga viva. La Academia es un elemento muy d¨¦bil porque no tiene un objetivo concreto actual. Sus objetivos son de hace 225 a?os. Tienes que ir buscando la manera de que permanezca viva, por ejemplo, con el concurso de dibujo que hemos creado. Eso, adem¨¢s de reunirnos peri¨®dicamente e intervenir cuando nos avisan de alg¨²n desaguisado en una fachada. Pero creo que la funci¨®n de la Academia es proponer cosas, no ejercer de polic¨ªa cultural art¨ªstica.
P. ?Necesita la ciudad un museo de arte contempor¨¢neo?
R. Hace falta un museo de arte moderno o uno de Bellas Artes. En Granada hay colecciones desde pinturas del Renacimiento, tablas flamencas, pinturas del XIX, del XX, que no tienen sitio. En cambio no veo la necesidad de uno de arte contempor¨¢neo. Los museos de arte contempor¨¢neo son como un sarampi¨®n que ha salido en Espa?a ¨²ltimamente: cada provincia parece que necesita uno. El arte contempor¨¢neo no da para tanto, por definici¨®n. Si hay uno en M¨¢laga, otro en C¨®rdoba, otro en Ja¨¦n y uno en Granada, es imposible. Otra cosa es que ese Museo de Bellas Artes tuviera un espacio destinado al arte contempor¨¢neo. En ese sentido s¨ª creo que ser¨ªa muy necesario.
P. Pero Granada tiene ya un Museo de Bellas Artes
R. El Museo de Bellas Artes de Granada necesita bajar desde la Alhambra. En el Palacio de Carlos V vive una miserable paradoja, que es que se contabilizan sus entradas con las de la Alhambra. Por n¨²meros, puede ser el museo m¨¢s visitado de Espa?a y all¨ª no van ni los p¨¢jaros a anidar. Tampoco tiene muchos fondos. En ese Museo del que hablo, podr¨ªa haber obras de la Diputaci¨®n, del Ayuntamiento, de la Caja de Ahorros... Ese proyecto s¨ª lo ver¨ªa bien para la ciudad.
P. Se ha rodeado usted de muy buenos amigos
R. He tenido la suerte de pertenecer a una generaci¨®n y a un tiempo de esta ciudad que compart¨ª con personas que hoy son muy importantes. Hablo de Antonio Mu?oz Molina, Luis Garc¨ªa Montero, Javier Egea, Mariano Maresca... Hemos sido amigos, con independencia del arte. Luis es como mi hermano. Y con Mariano tengo una relaci¨®n especial. Mariano es un sabio y cuando ¨¦ramos un grupo de j¨®venes, ¨¦l nos dec¨ªa: "Ahora toca estudiar la ¨®pera, ten¨¦is que aprender esto y esto otro. Ahora Bola de Nieve...". ?ramos unos z¨¢nganos, unos chavalines y aprender de esa forma fue un lujazo.
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