Rantisi, un 'duro' al frente de Ham¨¢s

Un duro, Abdelaziz Rantisi, 56 a?os, nacido en Yubna, cerca de Jaffa, refugiado en Gaza desde 1948, se ha convertido en el nuevo hombre fuerte de Ham¨¢s en la franja de Gaza. Su nombramiento fue refrendado por millares de militantes y simpatizantes reunidos ayer noche en el estadio de f¨²tbol del Yarmuk, en la capital, en el mismo lugar donde se estaba celebrando el velatorio por la muerte del jeque Ahmed Yassin.

La aclamaci¨®n de Rantisi, como m¨¢ximo responsable del principal movimiento fundamentalista en la franja de Gaza no ha sorprendido a nadie, ni siquiera a aquellos sectores legalistas de la organizaci¨®n que reclamaban poco menos que la apertura de un debate ordenado y una elecci¨®n democr¨¢tica en el seno del partido o en el Majlis Choura, el consejo consultivo. Desde hace a?os, este m¨¦dico pediatra, estaba considerado el sucesor indiscutible de Yassin, un puesto que se lo ha venido ganando a pulso sobre todo desde que el pasado mes de junio, saliera milagrosamente con vida de un ataque perpetrado por los helic¨®pteros israel¨ªes, que lanzaron siete misiles sobre su veh¨ªculo.

Rantisi, formado intelectual y religiosamente en Egipto, donde estudi¨® medicina en la Universidad de El Cairo y se afili¨® a la secta de los Hermanos Musulmanes, empez¨® a militar en Ham¨¢s en 1987, d¨ªas despu¨¦s de que estallara la primera Intifada. Miembro activo de la organizaci¨®n se convirti¨® desde el principio en la mano derecha del jeque Yassin, hasta que en 1992 los israel¨ªes lo expulsaron a tierra de nadie al sur de L¨ªbano, con otros 416 fundamentalistas.

La firma de los Acuerdos de Oslo hicieron posible que Rantisi volviera de su exilio en 1993, para colocarse de nuevo a la derecha de Ahmed Yassin y enfrente del presidente Yasir Arafat, para adoptar desde entonces una posici¨®n respetuosa, pero permanentemente cr¨ªtica hacia la Autoridad Palestina. Su actitud de permanente reproche hacia Arafat le ha costado largos periodos de prisi¨®n en c¨¢rceles palestinas, de los que no logr¨® librarse a pesar de contar con una sentencia absolutoria del Tribunal Supremo, que ordenaba adem¨¢s su excarcelaci¨®n inmediata.

Las posiciones radicales de Rantisi, detractor a ultranza de cualquier acuerdo de paz con los israel¨ªes, le llevaron meses atr¨¢s a oponerse a los diferentes procesos de tregua en la Intifada, enfrent¨¢ndose as¨ª a los sectores moderados de su propia organizaci¨®n que desde Damasco propugnaban una pausa estrat¨¦gica, que sirviera de respiro a los desgastes producidos por el Ej¨¦rcito entre sus filas.

Abdelaziz Rantisi no cree tampoco en la desmilitarizaci¨®n de la Intifada y la alternativa de las movilizaciones sociales y pac¨ªficas, defendidas por numerosos dirigentes palestinos, ni en la orden de alto el fuego decretada en reiteradas ocasiones por el presidente Yasir Arafat desde Ramala. Su propuesta es siempre la misma; la lucha sin fin, sin fronteras, ni l¨ªneas rojas, hasta conseguir la proclamaci¨®n del Estado de Palestina. El asesinato de su mentor, el jeque Yassin, ha radicalizado a¨²n m¨¢s una postura, que amenaza con llevarle al suicidio o al martirio. En cualquier caso a la muerte.