Un ¨¢spero cigarro 'light'
Se ve bien, se disfruta, arranca del espectador tensas risas sin sacacorchos, esta pel¨ªcula mexicana dura, negra y caliente, una comedia siniestra intuida y hecha con instinto y buen tino, pero que canta algunas cortedades y deja ver que est¨¢ hecha con menos malicia y mala uva que la que el asunto manejado pide para alcanzar su techo de humor. Y uno se traga sin mareo la nicotina de este ¨¢spero cigarro, relleno de truculento tabacaz¨®n, que nos proponen como juego de sombras el guionista Mart¨ªn Salinas y el director Hugo Rodr¨ªguez.
Se percibe enseguida que ambos son gente con celuloide en las venas, pero tambi¨¦n se tiene la impresi¨®n ante su tremendo y tremendista, siempre audaz y a ratos excelente trabajo -y ante su gusto por la l¨ªnea de mayor resistencia, evidente en el armaz¨®n temporal de Nicotina, que sucede en una tacada de tiempo real, en algo m¨¢s de una y cuarenta minutos arrancados de un desalmado anochecer de oto?o en un arrabal de M¨¦xico-, de que van un poco m¨¢s lejos en la creaci¨®n y oferta de ideas que en la conversi¨®n de ¨¦stas en los secos y recios golpes de imagen que necesitar¨ªan esas ideas para dar a la pantalla toda la dinamita c¨®mica que llevan dentro. Y es que se ve a los creadores de Nicotina m¨¢s firmes en sus intenciones que en sus logros, porque a veces aqu¨¦llas asoman por detr¨¢s de ¨¦stos.
NICOTINA
Direcci¨®n: Hugo Rodr¨ªguez. Gui¨®n: Mart¨ªn Salinas. Int¨¦rpretes: Diego Luna, Lucas Crespi, Jes¨²s Ocada, Daniel Gim¨¦nez Cacho, Carmen Madrid, Marta Belaustegui. G¨¦nero: comedia. M¨¦xico-Argentina-Espa?a, 2004. Duraci¨®n: 92 minutos.
No es bueno en el ¨¢mbito del gran gui?ol ver materialmente los hilos que mueven a los personajes o mu?ecos. A fantoches as¨ª les beneficia que sean invisibles, se escondan detr¨¢s de su gesto, los movimientos de la mano del maestro de marionetas. De ah¨ª que les venga bien exagerar, pasarse de rosca y entrar en los territorios del esperpento e ir un paso m¨¢s all¨¢ de la comedia natural y naturalista. Se siguen con facilidad y se disfrutan sin horror las divertidas ferocidades que esta notable pel¨ªcula mueve y remueve. Componen una tacada de torcidas y truculentas variaciones de un mismo acorde muy bien encajadas en las atm¨®sferas interiores -nunca sofocantes, siempre respirables- del veloz y febril itinerario de una decena de personajes cruzados con precisi¨®n y astucia en una trepidante carrera de relevos, pero me temo que cazados por una trampa de estilo: su comportamiento en clave de comedia verista. Ver a una ¨¢vida y fondona peluquera abrir en canal y hurgar en las tripas del fulano que acaba de cargarse -buscando en sus h¨ªgados la bolsa de diamantes que supone oculta en la panza- es un exceso de materia que pide un exceso de forma que no llega, en nombre de esas leyes de comportamiento verista.
Y lo cierto es que hubiera sido m¨¢s delicioso que verles contenidos, ver desatados a Daniel Gim¨¦nez Cacho, Diego Luna, Lucas Crespi, Carmen Madrid, Jes¨²s Ocada, Rosa Bienchi, Rafael Incl¨¢n, Marta Belaustegui y los otros rostros del gran reparto de esta peque?a gran obra imperfecta pero rica, viva y esquinada, que estalla de gracia, ingenio y libertad.
Babelia
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