Pesas contra la asfixia

S¨®lo cinco hospitales espa?oles cuentan con gimnasios de rehabilitaci¨®n respiratoria. Uno de ellos es el centro sevillano del Virgen del Roc¨ªo, el ¨²nico andaluz en esta escu¨¢lida lista y uno de los pocos en apostar de forma decidida por el ejercicio como una herramienta para mejorar la calidad de vida de los pacientes aquejados de dolencias respiratorias. El padrino de la iniciativa, que arranc¨® en enero de 1997, fue el neum¨®logo Teodoro Montemayor Rubio, actual jefe cl¨ªnico de la unidad de atenci¨®n al paciente respiratorio cr¨®nico del Virgen del Roc¨ªo. "Se ha visto que es ¨²til, que mejoran los s¨ªntomas de disnea, la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes", expone. Montemayor tampoco olvida un factor econ¨®mico entre las bondades del programa: disminuyen el n¨²mero de ingresos hospitalarios.

"Si no tienes calidad de vida no merece la pena vivir", remacha Juan F¨¦lix V¨¢zquez Cueto

A pesar de estos beneficios no son un servicio generalizado en la red p¨²blica sanitaria y, en el caso del sevillano, son evidentes algunas carencias como la falta de espacio en el que trabajan la m¨¦dica Pilar Cejudo, especialista en rehabilitaci¨®n, dos ATS y, ocasionalmente, m¨¦dicos residentes en fase de formaci¨®n. Cada lunes, mi¨¦rcoles y viernes, entre 10.00 y 12.00, sube la temperatura de la peque?a sala donde se apilan bicicletas est¨¢ticas, pesas y otros aparatos de gimnasia con el esfuerzo simult¨¢neo de varios pacientes. El argentino Hugo Sposetti, de 63, fortalece los m¨²sculos del pecho, mientras Jos¨¦ Rold¨¢n Le¨®n, de 76, pedalea "monitorizado" para controlar sus pulsaciones y su ox¨ªgeno. Ambos padecen una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Cr¨®nica (EPOC), un mal alimentado con cada cigarrillo que han consumido durante su vida.

Sposetti, un piloto jubilado, fue fumador empedernido. La cabina, explica, es "la ¨²nica parte del avi¨®n donde no se puede decir que no se fume". Dej¨® el tabaco "tarde", como la mayor¨ªa. "Como no sent¨ªa ning¨²n s¨ªntoma..", aclara. El paciente est¨¢ satisfecho con el programa: "D¨ªa a d¨ªa lo vas notando, los dolores se van, respiras mejor y aumentas la capacidad de aguante". S¨®lo encuentra una pega: "Esto es muy peque?o, se necesitar¨ªa un sal¨®n m¨¢s grande".

El tratamiento tiene una duraci¨®n estandarizada de unos tres meses, pero muchos se resisten a abandonarlo por temor a recaer o a sacrificar los avances que obtienen en el gimnasio. Es el caso de Jos¨¦ Rold¨¢n Le¨®n, un paciente de 76 a?os, que acude a la unidad desde julio y que padece una obstrucci¨®n respiratoria muy severa. En cada sesi¨®n se aferra a la bicicleta para pedalear entre 30 y 60 minutos.

Entre la veintena de enfermos que se someten estos d¨ªas a la rehabilitaci¨®n figuran tambi¨¦n personas con dolencias respiratorias de origen neurol¨®gico, como Antonio Gracia Aparicio, un argon¨¦s de 73 a?os, que sufre el raro s¨ªndrome de Klippel-Fail (cuello corto), o por cifoescoliosis, una desviaci¨®n de la columna vertebral que acaba generando una insuficiencia respiratoria al deformar la caja tor¨¢cica y limitar la capacidad pulmonar.

Una de ella es Concepci¨®n Orgambides, de 65 a?os, que lleg¨® en diciembre en silla de ruedas, incapacitada para caminar, y ya se atreve a salir a la calle apoyada en un bast¨®n. "Aqu¨ª se les da confianza en ellos mismos, acaban haciendo cosas que no creen que puedan hacer", se?ala Pilar Cejudo. La paciente lo corrobora: "Nos ayudan tanto profesional como an¨ªmicamente".

Al igual que Orgambides, tambi¨¦n Pilar Chica ?ngeles, de 59 a?os, tiene una cifoescoliosis, que la obliga a recurrir a la ventilaci¨®n mec¨¢nica por las noches para dormir. Sus problemas se han agudizado en la ¨²ltima d¨¦cada. Se asfixia al caminar, al barrer y a la hora de hacer casi cualquier cosa. Conf¨ªa en que los tres meses que permanecer¨¢ en Sevilla para cumplir con el programa de rehabilitaci¨®n le ayuden a mantener a raya la asfixia cuando regrese a su casa en Mancha Real (Ja¨¦n).

La m¨¦dica Pilar Cejudo dise?a un plan individual para cada paciente. Cuando recibe el alta en el hospital entra a menudo en una fase de seguimiento domiciliario para que no pierdan lo logrado en el entrenamiento al ejercicio. "El enfermo del futuro ser¨¢ un enfermo cr¨®nico", indica Cejudo. "Por mucho que le des medicaci¨®n no lo vas a curar, entonces tienes que mejorarle su calidad de vida", concluye ante la mirada de Juan F¨¦lix V¨¢zquez Cueto. "Si no tienes calidad de vida no merece la pena vivir", remacha ¨¦l despu¨¦s de haber finalizado su tabla de gimnasia.

Hace pocos meses que le extirparon un pulm¨®n a Juan, un antiguo subinspector de prestaciones y servicios sanitarios de la Consejer¨ªa de Salud en Sevilla. Por iron¨ªas del servicio, una de sus ¨²ltimas ocupaciones consisti¨® en vigilar si el personal sanitario respetaba lo establecido en el contrato-programa de control del tabaco. "Se me ca¨ªa la cara de verg¨¹enza", recuerda.

El vigilante sanitario, que ahora ruega a sus compa?eros que se conciencien de los riesgos, fum¨® mucho antes de recalar en el gimnasio hospitalario. "Es una aut¨¦ntica drogadicci¨®n a todos los niveles, todav¨ªa me acuerdo de lo rico que est¨¢ un cigarro y me falta un pulm¨®n", dice antes de iniciar una letan¨ªa reveladora sobre la dependencia. "Que est¨¢s contento te fumas un cigarro, que te cabreas te fumas un cigarro, que tienes sexo te fumas un cigarro, que no lo tienes, te cabreas y tambi¨¦n te fumas un cigarro". Y afirma sin asomo de sarcasmo: "Nos enga?aron, yo nac¨ª en los 50 y me dijeron que ligaba m¨¢s si me compraba un Pall-Mall".