ICV, voz propia en Madrid
Si los gr¨¢ficos reproducen con dificultad realidades simples, es casi imposible que reflejen con nitidez situaciones complejas. Iniciativa per Catalunya Verds se present¨® confrontada a Izquierda Unida en el a?o 2000 y en coalici¨®n con IU en las recientes elecciones del 14 de marzo. Por ello sorprend¨ªa localizar los votos de Iniciativa de hace cuatro a?os bajo la foto de Francisco Frutos (de IU) en este mismo peri¨®dico, con el loable objetivo de establecer una comparaci¨®n con la situaci¨®n actual. Pero la realidad es tozuda: IU ha perdido (sin contar ICV) 200.000 votos y ha bajado de ocho a tres diputados. ICV ha pasado de un ¨²nico diputado a dos; si Joan Saura en el a?o 2000 representaba 120.000 votos, Joan Herrera y Carme Garcia han recibido el apoyo de 235.000 ciudadanos. ICV-EA ha sabido sumar una buena parte de los 75.000 votos que hab¨ªa obtenido EUiA en el a?o 2000 (nunca sabremos cu¨¢ntos han seguido la misma fuga hacia el voto ¨²til que ha padecido IU) y ha a?adido, como m¨ªnimo, 40.000, hasta completar los 235.000.
Todo ello, dentro de una oleada importante de voto ¨²til que ha afectado a la mayor¨ªa de las fuerzas progresistas: al retroceso de IU hay que a?adir el del Bloque Nacionalista Galego (de 300.000 a 200.000 votos), Progresistas de Baleares (de 50.000 votos por separado el PSM, IU, Verds y ERC, a 40.000 unidos ahora), Eusko Alkartasuna (que pierde 6.000 votos), el Bloc Valenci¨¤ (de 58.000 votos a 40.000) y el Partido Andalucista (que pierde 25.000 votos y su ¨²nico diputado). Si dejamos de lado el caso excepcional de Esquerra Republicana de Catalunya, que contin¨²a devorando el espacio electoral de Converg¨¨ncia i Uni¨®, s¨®lo ICV-EA y la Chunta Aragonesista (que gana casi 20.000 votos) resisten, desde la izquierda, el empuje del PSOE.
Por ello, en ICV nos sentimos especialmente satisfechos: nos hemos sacado la losa del PP de encima y, a pesar de sufrir fugas hacia el voto ¨²til, esas p¨¦rdidas son compensadas por nuevos votantes. La definici¨®n de un nuevo espacio de izquierda verde nacional; la apuesta por la renovaci¨®n, personalizada en la candidatura de Joan Herrera; la presencia bien valorada de Saura y Mil¨¤ en el Gobierno de la Generalitat, y el papel activo en diversos movimientos sociales, especialmente en el contrario a la guerra, han sido los elementos que ayudan a entender la consolidaci¨®n de un espacio electoral de un cuarto de mill¨®n de votos que puede crecer considerablemente en las pr¨®ximas elecciones europeas, en las que el voto ¨²til no jugar¨¢ a favor de ninguna opci¨®n.
Joan Herrera ser¨¢ presumiblemente el portavoz de un nuevo grupo en el Congreso de los Diputados, un grupo que ha de apostar claramente por el espacio de izquierda verde en toda Espa?a. El mill¨®n de votos de IU, penalizado por una ley electoral injusta, unido a los 235.000 votos de ICV-EA, es una base suficiente para ofrecer una alternativa de nueva izquierda en todo el Estado. El nuevo grupo deber¨¢ mantenerse abierto a posibles incorporaciones que permitan visualizar el car¨¢cter plural, pol¨ªtica y territorialmente, de la izquierda del Estado espa?ol, superando viejos esquemas que s¨®lo producen p¨¦rdidas constantes de apoyo electoral. Las elecciones europeas del pr¨®ximo 13 de junio son una excelente ocasi¨®n para el lanzamiento de ese proyecto innovador, descaradamente ecologista y de izquierdas.
Si estas previsiones se confirman, no s¨®lo CiU y ERC tendr¨¢n presencia propia en el Congreso: ICV puede demostrar que es posible compaginar un proyecto soberano nacional catal¨¢n con la solidaridad y la coordinaci¨®n confederal con otras izquierdas del Estado.
Jaume Bosch es vicepresidente de ICV y diputado en el Parlament
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