JOS? RA?L GALLEGO TRIGUERO / Una c¨¢mara sin estrenar

Jos¨¦ Ra¨²l Gallego Triguero ten¨ªa 39 a?os y trabajaba en una empresa de colocaci¨®n de parqu¨¦ y tarimas flotantes. Viv¨ªa en Getafe, su pueblo de toda la vida, junto con su madre y dos de sus tres hermanos. Sus amigos del barrio le llamaban El Abuelo por su incipiente calva y la barba que luci¨® desde muy joven. Era un buen futbolista y los domingos jugaba en torneos locales enfundado en la camiseta del equipo del Disco Pub Fais¨¢n, su bar de siempre, donde se reun¨ªa con sus amigos por las noches. "A todo el mundo le ca¨ªa bien", dice Juan, uno de ellos. "No era ego¨ªsta y nunca dudaba cuando le ped¨ªas un favor".

Jos¨¦ Ra¨²l sab¨ªa escuchar a sus amistades, pero era reservado con sus cosas. "Desde ni?o era muy tranquilo y callado; hab¨ªa que preguntarle muchas veces para que contara algo", afirma su hermana Pilar. Le apasionaban los libros y devoraba tambi¨¦n diarios y revistas. "Mi madre ten¨ªa que llamarlo varias veces para que viniera a comer porque no paraba de leer", dice su otra hermana, Alicia. De ni?o, en cuanto ahorraba algo de dinero lo gastaba en revistas y tebeos. Adem¨¢s, era un fan¨¢tico de las pipas, que com¨ªa mientras le¨ªa.

Ra¨²l tuvo que comenzar a trabajar muy joven, al concluir el servicio militar. Hizo cursillos de carpinter¨ªa y ebanister¨ªa en el Ayuntamiento de Getafe y as¨ª aprendi¨® su oficio. "Le gustaba hacer cosas con madera. Hizo un ba¨²l y unas cajitas para ¨¦l y para la familia", se?ala Pilar.

Le encantaban los viajes, pasear por el campo y las monta?as. Aprovechaba los puentes para viajar con sus amigos. "Eleg¨ªamos los paisajes m¨¢s perdidos buscando en gu¨ªas de viaje y suplementos de peri¨®dicos", afirma Juan. Le gustaban las casas rurales con chimenea y en Semana Santa pensaba volver a una en el pueblo de Beteta, en Cuenca. Hab¨ªa decidido tambi¨¦n comenzar a tomar fotograf¨ªas de sus salidas. Por eso, compr¨® en Reyes una c¨¢mara digital. Quer¨ªa estrenarla en su pr¨®ximo viaje.-