Di¨¢logo
Nuevos tiempos. Hasta el presidente andaluz, Manuel Chaves, se presenta con nueva imagen. Pelo corto y sonrisa batiente. Mar Moreno, presidenta de la C¨¢mara andaluza, ha dictado una lecci¨®n. Despu¨¦s de tantos a?os broncos, estilo Aznar y de sus disc¨ªpula do?a Te¨®fila, el PP andaluz parece entrar en otra onda. Anoche, Rajoy bendec¨ªa a Javier Arenas. Quien ha dado, pese a su mayor¨ªa absoluta, una lecci¨®n de di¨¢logo ha siso el PSOE. Nada de rodillo. Que dure. Chaves, en esta semana de gloria, que no de pasi¨®n, cerrar¨¢ su gobierno paritario, estilo ZP, y hasta es posible que haya independientes. Un buen s¨ªntoma. Hay que esperar que el gobierno de Chaves tenga la misma solidez que se le adjudica al de ZP.
Arenas tendr¨¢ f¨¢cil remontar vuelo. La herencia de do?a Te¨®fila le abre un camino de recuperaci¨®n de la derecha andaluza relativamente c¨®modo. Le basta circular a otro ritmo. El problema es que la portavoz en la C¨¢mara andaluza, salvo que reciba estrictas indicaciones (disciplina, disciplina), seguir¨¢ generando altas dosis de crispaci¨®n. Do?a Te¨®fila, como portavoz, una vez se serenen las revueltas aguas del PP, tiene los d¨ªas contados. Eso dicen en su partido quienes buscan un giro al centro.
Y las aguas se abrieron sobre la provincia de M¨¢laga, con graves da?os en el litoral. Poco es para lo que pod¨ªa haber ocurrido. Y lo m¨¢s sorprendente de los sucedido es que no hay culpable. En opini¨®n del presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica, el popular Francisco Ortiz, la causa principal es que llovi¨® mucho. ?Pues que bien! El gobierno de ZP debe tardar muy poco en transferir las confederaciones y su gesti¨®n a Andaluc¨ªa.
Lo cierto es que toda la Costa del Sol, en especial la zona occidental, est¨¢ llamada a que estos problemas se repitan. No ha habido vaguada, lecho de r¨ªo, o rambla donde no se haya construido. Y lo peor, se sigue haciendo. Es necesario exigir responsabilidades, de todo tipo, a quienes han obtenido millonarias plusval¨ªas y a los pol¨ªticos que bendicen planes de ordenaci¨®n urbana causantes directos de estos problemas. No se podr¨¢ terminar con los buitres especuladores, pero al menos hag¨¢mosle la vida imposible.
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