Diego Ca?amero y la Justicia
El secretario general del Sindicato de Obreros del Campo ha estado cinco veces en prisi¨®n por protestas sindicales
![Manuel Planelles](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9cf52f91-a2c1-41ef-91a0-33bcb728b33d.jpg?auth=70e5471577f7932b47b43175377425fb5a9b8cc9a1dc2420f52a356dddf53ef6&width=100&height=100&smart=true)
Diego Ca?amero sostiene en sus manos las fotograf¨ªas que hizo uno de sus compa?eros del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) el 9 de mayo de 2001. Esa tarde, los militantes de esta organizaci¨®n y de otros sindicatos entraron en un almac¨¦n de melocotones en la carretera que une Sevilla con La Rinconada. Era un piquete informativo.
Ca?amero, secretario general del SOC desde marzo de 1984, cuenta que, "como pasa siempre", los ¨¢nimos se exaltaron y el due?o, Manuel Vargas Sevillano, acab¨® sacando una pistola y una escopeta. "Dispar¨® un tiro al aire y su hijo me enca?on¨®. Lo ¨²nico que le dije es: "Si me vas a pegar un tiro lo vas a hacer conmigo parado, porque yo no corro como un conejo". Se celebr¨® un primer juicio, en el que no se present¨® acusaci¨®n particular, y el propietario sali¨® libre sin cargos.
Paralelamente, Manuel Vargas Sevillano present¨® una denuncia contra cuatro dirigentes sindicales por lesiones, coacciones, allanamiento de morada y da?os. Tres de ellos, los de CC OO y UGT, no han tenido que acudir a los juzgados porque la magistrada Mar¨ªa Jos¨¦ Pereira archiv¨® el caso. Pero no el de Diego Ca?amero, que tiene que comparecer como acusado a partir de hoy en el Juzgado de los Penal n¨²mero 11 de Sevilla por un presunto delito de lesiones. La acusaci¨®n particular pide hasta cinco a?os de c¨¢rcel y 27.000 euros de multa. La Fiscal¨ªa consider¨® "que no queda acreditado" que Ca?amero participase en la agresi¨®n.
No es la primera vez que este hist¨®rico dirigente sindical es acusado de alg¨²n delito: "He estado en la c¨¢rcel cinco veces. En total, he pasado all¨ª un mes. La vez que m¨¢s tiempo estuve fueron 10 d¨ªas y los pasamos en huelga de hambre". El SOC es un sindicato que siempre se ha caracterizado por sus acciones contundentes, aunque, seg¨²n cuenta Ca?amero, "siempre pac¨ªficas". Ocupaciones de fincas y de aeropuertos, cortes de carreteras, marchas multitudinarias...
La relaci¨®n de Diego Ca?amero con la Justicia comienza antes de que existiera democracia en Espa?a, antes de que muriera el dictador Franco. En el a?o 1974, ten¨ªa 18 a?os y ganas de cambiar la situaci¨®n laboral de los jornaleros andaluces. Recuerda que, "un d¨ªa s¨ª y otro no", era llamado al cuartelillo de la Guardia Civil. Y no iba precisamente de visita.
En la primavera de 1977, la Guardia Civil lo detuvo en Cantillana (Sevilla) junto algunos compa?eros por repartir octavillas reivindicativas. Recuerda que, al entrar en el cuartel, el sargento le dijo al agente Paco, alias El Largo: "Ve peg¨¢ndole a ¨¦ste que ahora vengo". Y el guardia civil le dio una paliza que dur¨® tres horas. "No s¨¦ me olvidar¨¢ nunca Cantillana".
Diego Ca?amero fue uno de los impulsores del Sindicato de Obreros del Campo. Pero no asisti¨® a la asamblea fundacional que se celebr¨® el 1 de agosto de 1976 en Antequera. "Hab¨ªa quedado con Paco Casero para que me llevara". Ca?amero estuvo esperando en el bar El Ladrillo de El Coronil, pero el Citr?en verde de Casero no apareci¨®. Casi 30 a?os despu¨¦s, lo recuerda con una sonrisa en la boca.
Diego Ca?amero fue elegido secretario general del SOC en marzo de 1984. Los militantes de este sindicato lo celebraron como ellos lo hacen normalmente: Intentaron paralizar el tajo de la finca Las Matas en la localidad gaditana de Villamart¨ªn. Han pasado 20 a?os, y seg¨²n cuenta, le quedan, "como mucho", cuatro a?os m¨¢s al frente del sindicato ("No creo en los cargos vitalicios", afirma).
Diego Ca?amero tambi¨¦n estuvo al frente de su pueblo adoptivo durante 10 a?os, hasta 2001. Fue alcalde por Izquierda Unida de El Coronil, el municipio en el que vive desde que era un adolescente. Naci¨® en 1956 en Campillos, M¨¢laga. De esta etapa le queda un buen sabor de boca: "Al final, conoces a los vecinos por dentro. Te conviertes casi en su confesor... El alcalde de un municipio peque?o termina siendo el sabio del pueblo".
El Coronil, una localidad situada a unos 55 kil¨®metros de Sevilla, tiene 5.000 habitantes. Casi 900 est¨¢n afiliados al Sindicato de Obreros del Campo. El orgullo de Diego Ca?amero es el amplio local sindical que el SOC tiene all¨ª. "Lo constru¨ªmos s¨®lo con las aportaciones de los militantes (...) Trabajamos todos gratis, s¨®lo pagamos los materiales".
El cura de Corrales
La sede sindical tiene una biblioteca, tres despachos, un bar y un enorme sal¨®n de actos en el que se representan obras de teatro y se proyectan pel¨ªculas. "Los d¨ªas que juega el Betis, se pone el f¨²tbol", advierte. El local se inaugur¨® unos d¨ªas despu¨¦s de la muerte provocada por un c¨¢ncer del sacerdote Diamantino Garc¨ªa, en el mes de febrero de 1995, "por eso lleva su nombre".
El cura de Corrales fue, adem¨¢s de un hist¨®rico de la lucha por los derechos humanos, "el padre" sindical de Diego Ca?amero: "Tenemos en nuestro sindicato una fuerte herencia cristiana".
El secretario del SOC recuerda perfectamente cuando conoci¨® a Diamantino Garc¨ªa. Fue en 1975, en un bar de Osuna. "En aquella ¨¦poca yo era bastante contrario a los curas... Fui con mi compa?ero Paco Casero. Recuerdo que le pregunt¨¦ '?Qu¨¦ hace un cura con nosotros?'. ?l me respondi¨® que ¨¦ste era distinto. Y era verdad".
Dos meses de clases
Ccuenta que s¨®lo recibi¨® dos meses de clases y que ni siquiera se las impartieron en un colegio. Cuando ten¨ªa 14 a?os, Diego Ca?amero pag¨® 1,2 euros a Francisco, alias El Currillo -un alumno que estaba estudiando por entonces Magisterio-, para que le ense?ase algo. "Entonces, yo s¨®lo quer¨ªa jugar y dej¨¦ enseguida las clases".
Poco tiempo despu¨¦s, cuando ten¨ªa 17 a?os, emigr¨® a Tarrasa (Catalu?a) para trabajar en la construcci¨®n. Pero a los tres meses de estar all¨ª viviendo con unos t¨ªos suyos, tuvo que regresar a El Coronil (Sevilla).
Su padre, Jos¨¦, hab¨ªa enfermado y le llamaron para que regresase con su familia. Falleci¨® con s¨®lo 49 a?os a consecuencia de un c¨¢ncer en diciembre de 1973.
Ca?amero se tuvo que hacer cargo de los ocho hermanos que se hab¨ªan quedado solos con su madre Juaquina y sin ning¨²n tipo de sustento: "Todos, excepto una, ten¨ªan menos de 12 a?os". Unos meses despu¨¦s, empez¨® a preocuparse y a vivir los problemas de los jornaleros del campo andaluz. "Repart¨ªamos octavillas y d¨¢bamos charlas", recuerda.
Una de las primeras movilizaciones en las que particip¨® fue en 1976. En enero, siete meses antes de que se constituyese el Sindicato de Obreros del Campo, se convoc¨® una huelga general en El Coronil.
Era la primera vez que se llevaba a cabo un paro reivindicativo en este municipio desde la II Rep¨²blica.
Los huelguistas ped¨ªan que se aumentase el jornal. En aquella ¨¦poca, se ganaban 1,80 euros al d¨ªa y ellos ped¨ªan que se llegase a las 4,21. Ca?amero lo recuerda como un ¨¦xito porque, despu¨¦s de la huelga, se lleg¨® a las 3,61 euros en la mayor¨ªa de los cortijos.
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