Natalidad empresarial
Han pasado cuatro a?os desde que el Consejo Europeo reunido en Lisboa definiera la estrategia y agenda destinada a hacer de la Uni¨®n Europea (UE) la econom¨ªa "m¨¢s competitiva y din¨¢mica basada en el conocimiento" en 2010. Aquel prop¨®sito se defini¨® sobre la base de un diagn¨®stico correcto que ten¨ªa en la brecha de 30 puntos en renta por habitante frente a Estados Unidos (EE UU) su exponente m¨¢s ilustrativo. Europa sigue ocupando a menos personas y la productividad de esos ocupados es tambi¨¦n significativamente inferior a la que se registra en la econom¨ªa estadounidense.
Cada a?o por estas fechas el Consejo Europeo revisa el progreso realizado en el cumplimiento de esa agenda. Especial atenci¨®n merece el an¨¢lisis del comportamiento de las econom¨ªas nacionales en los ¨¢mbitos del empleo, la innovaci¨®n, la investigaci¨®n y la empresa. Las conclusiones de este a?o, a tenor de lo que reflejaba el propio informe de primavera de la Comisi¨®n Europea, no pueden ser m¨¢s decepcionantes. Los objetivos que se establecieron a medio plazo han sido incumplidos y la propia Comisi¨®n trata de lanzar nuevos planes que posibiliten una aceleraci¨®n de esa senda hacia la igualaci¨®n con la econom¨ªa m¨¢s pr¨®spera del mundo, ya sea mediante iniciativas comunitarias o estimulando las acciones nacionales.
Casi el 60% de los encuestados en EE UU est¨¢n dispuestos a emprender sin temor al riesgo; solo el 37% prefiere trabajar como asalariado
Una de las diferencias m¨¢s acusadas e importantes con EE UU en esa direcci¨®n de fortalecimiento competitivo radica en la capacidad para generar incentivos a la creaci¨®n de empresas, precondici¨®n no s¨®lo para el aumento del empleo, son igualmente para el fomento de la innovaci¨®n. Los ¨²ltimos resultados del Eurobar¨®metro no registran avances en la disposici¨®n de los europeos a emprender. S¨®lo el 4% de los europeos han estado vinculados a la creaci¨®n de una empresa durante los ¨²ltimos tres a?os; en EE UU las personas involucradas en nuevas iniciativas empresariales triplica a las existentes en Europa. Uno de cada dos consultados prefiere trabajar como empleado antes que ser empleador; a un 57% de los mismos jam¨¢s se le pas¨® por la cabeza ser empresario. La raz¨®n que aportan dos de cada tres de los europeos para renunciar a crear su propia empresa es la excesiva aversi¨®n al riesgo: el temor a fracasar.
Los ciudadanos estadounidenses, sin embargo, definen actitudes bien distintas, pr¨¢cticamente opuestas: casi el 60% de los preguntados estar¨ªan dispuestos a emprender sin temor al riesgo, siendo tan s¨®lo el 37% los que prefieren trabajar para la empresa de otro. Si tomamos en consideraci¨®n la tendencia al envejecimiento de la poblaci¨®n europea, la conclusi¨®n acerca de la posible reversi¨®n de esas preferencias no puede ser muy halag¨¹e?a: el grupo de empresarios m¨¢s activos, los comprendidos entre 25 y 34 a?os, pueden pasar a ser especies raras en las pr¨®ximas d¨¦cadas. En mayor medida si el sistema educativo sigue divorciado de esa propensi¨®n a emprender.
Tanto los consultados en EE UU como en la UE asumen que dirigir una empresa es algo que se aprende. Sin embargo, as¨ª como en EE UU se conf¨ªa al respecto en las universidades de forma mayoritaria, en Europa esa confianza es notablemente inferior.
Que en tales actitudes y preferencias influyen factores culturales de dif¨ªcil desarraigo parece cierto, pero tambi¨¦n debe tener una cierta importancia la existencia de obst¨¢culos, relativamente importantes en algunos pa¨ªses europeos, a la concreci¨®n de esos prop¨®sitos emprendedores. El plan de acci¨®n lanzado por la Comisi¨®n el pasado 2 de marzo para el fomento de la natalidad empresarial identifica cinco prioridades: la complicidad del sistema educativo, la revisi¨®n de la legislaci¨®n sobre quiebras, la simplificaci¨®n y suavizaci¨®n fiscal de los pasos en las transferencias de las empresas familiares, las cotizaciones sociales de los autoempleados y, no menos importante, la movilizaci¨®n de recursos financieros, de capital riesgo en sus distintas modalidades.
Sugerencias en modo alguno nuevas, pero absolutamente vigentes. Tambi¨¦n para el pr¨®ximo Gobierno espa?ol, program¨¢ticamente empe?ado en hacer de la innovaci¨®n una de sus prioridades.
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