"La gente me pide que cierre a las doce de la noche"

Hussain Abid tiene 34 a?os. Hace casi dos y medio abri¨® una tienda de comestibles en la calle del Roser, en el barrio barcelon¨¦s de Poble Sec. Su tienda abre 16 horas diarias. Abid empez¨® cerrando a las nueve de la noche. Eran 12 horas diarias de larga jornada con su socio. Pero poco a poco fue alargando el horario. "Hab¨ªa clientes que me ped¨ªan que esperara un poco a que salieran el trabajo y se pasaran por la tienda. Primero abr¨ª hasta las diez, luego hasta las once y ahora a veces hasta las doce", dice este comerciante, cuya tienda ronda precisamente la superficie de 120 metros que fija la Generalitat para poder abrir de noche y los d¨ªas festivos.

Abid dice que se vende bastante a ¨²ltima hora de la tarde. "Es a partir de las ocho de la tarde cuando a veces notamos este aumento de ventas, cuando muchas tiendas cierran sus puertas".

Hussain Abid, paquistan¨ª -de Cachemira-, casado y con una hija, tiene un socio y un empleado. En pocos a?os ha aprendido a hablar un correcto castellano y entiende el catal¨¢n.

Los tres trabajadores de la tienda se distribuyen la jornada en tres turnos. A ¨¦l le toca madrugar y su horario acaba a las cuatro de la tarde. La tienda no cierra los domingos. "A veces vendo m¨¢s un domingo que un d¨ªa laborable", explica. Y a?ade: "Cuando empezamos, casi todos los clientes eran espa?oles y ahora hay de todo, inmigrantes centroamericanos y paquistan¨ªes que han ido ocupando viviendas por el barrio".