Frank Williams y sus pilotos
Sir Frank Williams siempre ha pregonado que los pilotos son menos importantes que los coches y que su principal inter¨¦s no estriba en que uno de ellos se proclame campe¨®n del mundo, sino en que su equipo gane el campeonato de constructores. Le ha salido bien muchas veces, pero, por lo que est¨¢ dejando entrever lo que llevamos de temporada, esta actitud puede abocarle a un fracaso sin paliativos.
En los ¨²ltimos 25 a?os -desde que Lotus desapareci¨® de escena a finales de los 70- s¨®lo tres escuder¨ªas se han repartido el t¨ªtulo de constructores: McLaren, Williams y Ferrari. Con una sola excepci¨®n, la del triunfo de Benetton, en 1995, cuando Michael Schumacher consigui¨® su segunda corona.
El alem¨¢n hab¨ªa obtenido su primer campeonato en 1994, tambi¨¦n con Benetton, pero aquella temporada el trofeo de constructores se lo llev¨® Williams. Fue el a?o de la muerte de Ayrton Senna, en el Gran Premio de San Marino, en Imola, precisamente a bordo de un Williams Renault. Hasta cuatro pilotos se sentaron en los b¨®lidos azules durante aquel a?o. Al brasile?o, que compart¨ªa equipo con Damon Hill, le sucedi¨® David Coulthard y a ¨¦ste, a finales de temporada, Nigel Mansell.
Sonados fueron los piques entre Damon Hill y Jacques Villeneuve, en la segunda mitad de los 90, sin que el patr¨®n Williams -impert¨¦rrito desde su silla de ruedas- se dignara en ning¨²n momento a dar ¨®rdenes de equipo para beneficiar a uno u otro de sus pilotos. No le interesaban m¨¢s que sus coches. "Si tienes el mejor b¨®lido", lleg¨® a decir, "ya te vendr¨¢n los mejores pilotos".
No siempre ha sido as¨ª, aunque bien es cierto que ha sabido encontrar talento escondido, como es el caso de Juan Pablo Montoya, al que sac¨® de las series Indy norteamericanas. Pero este a?o esta actitud est¨¢ desestabilizando a todo el equipo. No quiso amarrar a Montoya y le dej¨® firmar un contrato multimillonario con McLaren para 2005 que tal vez ahora lamente, ya que deja al colombiano en una situaci¨®n un tanto sospechosa dentro del equipo.
Por otro lado, el herman¨ªsimo Ralf Schumacher -un talento desaprovechado y siempre proclive a la depresi¨®n- se siente menospreciado y se ha negado a firmar el contrato que le ofrec¨ªa Frank Williams, por lo que sestea entre el pelot¨®n sin mucha convicci¨®n.
El problema es que en estos momentos no parece haber mucho talento disponible. Los tres j¨®venes con futuro est¨¢n ya bajo el control de la competencia. Flavio Briattore lleva no s¨®lo a Fernando Alonso, sino tambi¨¦n al australiano Mark Webber, mientras que el finland¨¦s Kimi Raikkonen acompa?ar¨¢ a Montoya el a?o que viene. El viejo Frank debe a?orar los tiempos en que los pilotos se peleaban para que les diera un volante.
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