Los tres d¨ªas malditos del Arsenal

La tragedia del Arsenal se consum¨® en sus tres d¨ªas malditos. Eliminado el s¨¢bado en las semifinales de la Copa inglesa por el Manchester United, la mayor herida se la propin¨® anoche el Chelsea, que no le hab¨ªa ganado en 17 choques anteriores y ser¨¢ el primero de ambos que llegue a semifinales de la Liga de Campeones. Tras un partido igualado, Claudio Ranieri gan¨® la partida t¨¢ctica a Ars¨¨ne Wenger, sobre todo, con la entrada del dan¨¦s Gronkjaer en la segunda parte, en la que remont¨® el marcador.

Como en el encuentro de ida, en su campo, el Chelsea jug¨® con desparpajo inicial, aunque su presi¨®n no dur¨® mucho. El Arsenal empez¨® a mandar con un centro del campo m¨¢s armado y las ocasiones, de Henry naturalmente, se sucedieron. La mejor, tras un espl¨¦ndido pase de Reyes, que se agigant¨® entonces. El sevillano, que ya le hab¨ªa marcado dos goles al mismo rival en la Liga, brill¨® pronto, pero se apag¨® y s¨®lo resucit¨® cuando marc¨®...para nada.

El partido fue mucho de ida y vuelta, y el Chelsea, que tambi¨¦n supo jugar al contraataque -justamente lo que le gusta a su adversario-, pudo marcar tras un pase largo a Duff, que regate¨® a tres defensas, pero tir¨® mal ante Lehmann. Lampard, mal vigilado, s¨ª resisti¨® en la zona media y sus subidas y servicios metieron ya el miedo en el cuerpo al Arsenal, que al filo de la media hora pareci¨® dormirse. El 0-0 le iba bien.

Pero s¨®lo fueron unos momentos y de nuevo volvieron las ocasiones locales, la mayor¨ªa por el lado izquierdo, su preferido, aunque el tanto lleg¨® desde la derecha. A¨²n exist¨ªa Reyes y la eliminatoria parec¨ªa encarrilada con el gol incluso psicol¨®gico al borde del descanso.

Pero la reabri¨® Lehmann, el portero que por mucho que se empe?e en decir que es Kahn, no lo es, y volvi¨® a fallar nada m¨¢s empezar la segunda parte, como en la ida. Y la decant¨® la entrada de Gronkjaer en el medio campo, que dio a¨²n m¨¢s peso espec¨ªfico al Chelsea, junto al magn¨ªfico Lampard. El juego fue ya desde ah¨ª casi una loter¨ªa a la espera del gol decisivo, pero con m¨¢s n¨²meros visitantes. S¨®lo alg¨²n detalle pod¨ªa decidirlo y, aunque Ambrosio salv¨® los tiros de Reyes y Tour¨¦ desviando bien el bal¨®n -no como Lehmann-, el partido era del Chelsea. Sustituido incluso Henry, Ashley Cole salv¨® primero en la raya un tiro de Gudjohnsen, pero poco despu¨¦s nadie pudo evitar el de Bridge.