Autopistas

El Gobierno saliente del PP ha cambiado la denominaci¨®n de autopistas y carreteras que son competencia del Estado. Dejando de lado el hecho de que este cambio se ha realizado de manera casi sibilina, resulta poco pr¨¢ctico abandonar la A para las autopistas cuando en la mayor¨ªa de pa¨ªses de nuestro entorno ¨¦sta es justamente la letra que las designa. ?Spain is different, a¨²n? Si quer¨ªan diferenciar las autopistas de las autov¨ªas era suficiente con utilizar una nueva denominaci¨®n para estas ¨²ltimas (AV, por ejemplo). En lugar de marear a los conductores locales y extranjeros, el Ministerio de Fomento deber¨ªa poner r¨®tulos que indicasen los kil¨®metros que faltan hasta determinadas ciudades a las que se puede llegar por la A-7, v¨ªa que utilizan millones de personas para entrar y salir del pa¨ªs. En sentido norte, y ya desde la Comunidad Valenciana, deber¨ªa haber r¨®tulos indicadores de ciudades como Ly¨®n, Toulouse o Marsella, poblaciones de nuestro entorno m¨¢s inmediato, especialmente en una Europa sin fronteras. As¨ª sucede cuando se conduce en sentido sur desde Francia o, tambi¨¦n, al salir de Madrid, donde se van indicando las distancias a ciudades que se encuentran, como Barcelona o Bilbao, hasta a 600 kil¨®metros de la capital espa?ola. Tal vez los responsables que hasta ahora ha tenido el ministerio no han salido demasiado del pa¨ªs, por lo menos en coche.