El inminente relevo de cuatro magistrados del Constitucional revitalizar¨¢ la instituci¨®n

La renovaci¨®n de cuatro magistrados del Tribunal Constitucional, que el pasado 8 de abril concluyeron su mandato de nueve a?os, as¨ª como la elecci¨®n de un nuevo presidente, va a significar un soplo de aire fresco para la instituci¨®n y para el relevo de su c¨²pula si se confirman las expectativas de la gran mayor¨ªa de los partidos parlamentarios y de importantes sectores jur¨ªdicos. Los dos magistrados que corresponde designar al Gobierno socialista y los dos jueces que elegir¨¢ el Consejo General del Poder Judicial permitir¨¢n incorporar al Tribunal a tres jueces progresistas.

Los cuatro jueces a sustituir -entre los que se encuentran el presidente, Manuel Jim¨¦nez de Parga, y el vicepresidente, Tom¨¢s S. Vives- continuar¨¢n en funciones hasta que tomen posesi¨®n quienes habr¨¢n de ocupar su puesto como magistrados. La elecci¨®n de presidente y vicepresidente se producir¨¢ ulteriormente, entre los 12 magistrados que resulten de esta renovaci¨®n parcial de cuatro de ellos.El requisito que impone la Constituci¨®n es que los miembros del Tribunal se recluten "entre magistrados y fiscales, profesores de Universidad, funcionarios p¨²blicos y abogados (...) de reconocida competencia, con m¨¢s de 15 a?os de ejercicio profesional".

Jim¨¦nez de Parga y Vives, designados en 1995 por el Gobierno, ser¨¢n sustituidos por otros dos juristas, a designar igualmente por el Gobierno emanado de las urnas el 14-M, una vez que tome posesi¨®n. Destacadas fuentes socialistas aseguraron a este peri¨®dico que Jim¨¦nez de Parga, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional, y Vives, catedr¨¢tico de Derecho Penal, "ser¨¢n sustituidos por otros dos catedr¨¢ticos, aunque no necesariamente de las mismas disciplinas de los que cesan".

Sensibilidad autonomista

Las mismas fuentes indicaron que, "en todo caso, ser¨¢n expertos en la ciencia jur¨ªdica y en la aplicaci¨®n de los valores constitucionales a los conflictos pol¨ªticos y a los problemas ciudadanos", y que "se buscar¨¢ que, al menos uno de ellos, tenga una especial sensibilidad autonomista, uno de los d¨¦ficit del Tribunal actual". Sobre estos presupuestos b¨¢sicos, el Gobierno socialista tratar¨¢ de "trasladar tambi¨¦n su criterio de paridad de sexos a este nombramiento", seg¨²n las fuentes citadas.

Los otros dos jueces del Tribunal Constitucional a relevar ahora -Pablo Garc¨ªa Manzano y Pablo Cach¨®n- son dos magistrados del Tribunal Supremo, el primero de su Sala de lo Contencioso-Administrativo y el segundo de la Sala de lo Social. El pleno del CGPJ necesita un m¨ªnimo de 12 votos para sustituirles.

La tradici¨®n es que los dos designados por el CGPJ sean magistrados del Tribunal Supremo, de tendencias acordes con las predominantes en el ¨®rgano de gobierno de los jueces. Los candidatos de la mayor¨ªa conservadora, integrada por los 10 vocales propuestos por el PP y el presidente -necesita un voto m¨¢s para alcanzar 12-, son dos magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo: Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez Rivas y Ram¨®n Rodr¨ªguez Arribas, este ¨²ltimo ex presidente de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, mayoritaria y conservadora.

Los seis consejeros propuestos por el PSOE y el propuesto por IU tienen previsto reunirse el martes pr¨®ximo con el de consenso entre el PP y el PSOE y el propuesto por CiU, a fin de unificar sus nueve votos en apoyo de un solo candidato progresista, de cara al pleno previsto para el mi¨¦rcoles, 14 de abril.

Fernando Salinas, vicepresidente del CGPJ e integrante del sector progresista, explic¨® que en esa reuni¨®n se optar¨¢ entre uno de los tres candidatos del Supremo: dos de la Sala Penal -Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn y C¨¢ndido Conde-Pumpido Tour¨®n- y Pascual Sala, de la Contencioso-Administrativa.Salinas cree valiosa la incorporaci¨®n de cualquiera de estos tres jueces, pero recuerda que la mayor¨ªa del CGPJ ya ha advertido que las vacantes de magistrados en la importante Sala Penal del Supremo las cubrir¨¢ haciendo uso de su mayor¨ªa.

Aunque se desconoce la identidad de los nuevos magistrados del Constitucional, la renovaci¨®n se espera con alivio en sectores pol¨ªticos y jur¨ªdicos y en el propio Tribunal. Conf¨ªan que la mayor¨ªa socialista introduzca juristas progresistas en el ¨®rgano m¨¢ximo int¨¦rprete de la Constituci¨®n, para neutralizar la influencia de juristas conservadores incorporados en los ocho a?os de mandato del PP, de modo especialmente notable Roberto Garc¨ªa-Calvo, que exhibe criterios y actitudes extremistas.

Probable presidenta

Entre las expectativas que la renovaci¨®n ofrece resalta la posibili

dad de que al frente del Constitucional se sit¨²e por primera vez en su historia una mujer que, adem¨¢s, es una jurista valiosa: la magistrada Mar¨ªa Emilia Casas, catedr¨¢tica de Derecho del Trabajo.

Una regla no escrita, pero que viene respet¨¢ndose, establece que la presidencia del Tribunal la ocupe uno de los cuatro magistrados a los que quedan tres a?os de mandato. Casas pertenece a ese grupo, adem¨¢s de ser catedr¨¢tica, como los seis anteriores presidentes.

De ese mismo grupo forman parte otros dos catedr¨¢ticos, Guillermo Jim¨¦nez -de Derecho Mercantil- y Jorge Rodr¨ªguez-Zapata -de Derecho Administrativo-, y el juez Vicente Conde Mart¨ªn de Hijas, procedente de la Sala Contencioso-Administrativa del Supremo.

Casas y Conde son los principales candidatos a presidir el Constitucional. En el caso de empate entre ambos, el presidente ser¨¢ Conde, por su mayor edad: 64 a?os, frente a los 54 de Casas, quien necesita siete votos para ser presidenta. Hay un precedente de ese empate: en 1992, entre Rodr¨ªguez-Pi?ero y Luis L¨®pez Guerra, que se resolvi¨® en favor del primero por su mayor edad. En todo caso, como ocurri¨® entonces, lo m¨¢s probable es que uno presida el Tribunal y otro sea vicepresidente.