La haza?a agranda al Depor

La tarde de las resacas europeas se la llev¨® el Deportivo, el m¨¢s euf¨®rico de los dos contrincantes. El partido de El Madrigal no se apart¨® mucho de las previsiones. Un duelo a medio gas entre dos equipos que siguen teniendo objetivos que cumplir en la Liga, pero que han volcado todas sus ilusiones en las competiciones europeas, la Liga de Campeones uno y la Copa de la UEFA otro, en las que se dedican a tumbar a los grandes. En ese panorama, se impuso el que tiene mayor calidad y el que ven¨ªa m¨¢s rebosante de autoestima. El Depor alarde¨® de oficio, jerarqu¨ªa y seguridad. Escondi¨® la pelota, aprovech¨® sus ocasiones y se confi¨® a la capacidad de la defensa que capitanea el portentoso Andrade. Agrandado por la haza?a ante el Milan, le bast¨® con su profesionalidad.

Una acci¨®n del choque, todav¨ªa en la primera mitad, resumi¨® el estado an¨ªmico del Deportivo, impregnado de optimismo desde el pasado mi¨¦rcoles. Dormitaba el partido cuando el ¨¢rbitro castig¨® con penalti una mano de Quique ?lvarez completamente involuntaria. Pandiani tir¨® mal y Reina le adivin¨® las intenciones. En circunstancias normales, una jugada as¨ª suele resultar corrosiva, sobre todo porque la r¨¦plica del Villarreal fue fulminante y Belletti tuvo dos ocasiones consecutivas en un solo minuto. Pero el Depor est¨¢ en luna de miel con el mundo y sigui¨® como si tal cosa. Tocando pacientemente en el medio, sin sentirse casi nunca atosigado, a la espera de soltar alg¨²n latigazo ante un rival quebrado por la resaca de Glasgow. Cuando lleg¨® la ocasi¨®n, el Depor no fall¨®. En el primer gol hubo varios detalles que hablaron muy bien del cuadro de Javier Irureta, y no s¨®lo por lo bonito de la jugada. La acci¨®n parti¨® de Mauro Silva, quien, tras la paliza del mi¨¦rcoles, volvi¨® a derrochar vitalidad. El gran caudillo brasile?o rob¨® el bal¨®n en el centro del campo y lo abri¨® sin demora hacia la izquierda. Fran lo coloc¨® con maestr¨ªa en el punto justo del ¨¢rea y Pandiani redimi¨® su fallo en el penalti. Tras anotar ante el Milan un incre¨ªble gol con el pie, d¨¢ndose la vuelta ante Maldini, el uruguayo regres¨® a su suerte m¨¢s fiable: un espl¨¦ndido remate de cabeza al hueco al que no pod¨ªa llegar el portero.

Hasta el descanso, el Villarreal no tuvo respuesta. Paquito se hab¨ªa quedado sin Jos¨¦ Mari, lesionado nada m¨¢s empezar, y V¨ªctor jug¨® como ¨²nico delantero, una posici¨®n que no le favorece nada y que le dej¨® desconectado del equipo. Bien es cierto que a la soledad de V¨ªctor contribuy¨® con entusiasmo Riquelme, absolutamente invisible, como si aquello no fuera de su incumbencia. Paquito le retir¨® en el descanso para buscar el picante de Anderson. El brasile?o irrumpi¨® con una jugada muy propia de ¨¦l, un desmarque en diagonal y un remate cruzado con mucho veneno. Ah¨ª se acab¨® su aportaci¨®n.

El Deportivo viajaba con el piloto autom¨¢tico, sin inmutarse por las turbulencias espor¨¢dicas. S¨®lo en el arre¨®n final pareci¨® que el Villarreal, ahora con la incorporaci¨®n de Roger, pod¨ªa empatar, sobre todo en un remate de V¨ªctor desde el ¨¢rea peque?a. Pero el Depor, parapetado tras el blindaje de Andrade, tampoco se intimid¨®. Los blanquiazules hasta se ahorraron el suplicio del ¨²ltimo instante con un contragolpe que permiti¨® al deca¨ªdo Trist¨¢n participar de la alegr¨ªa de estas fechas. Por primera vez en mucho tiempo, Trist¨¢n, que hab¨ªa entrado en el descanso por un Pandiani todav¨ªa exhausto tras la org¨ªa del Milan, se record¨® a s¨ª mismo. Salv¨® con una precisa vaselina la salida de Reina, quien roz¨® la pelota sin conseguir desviar su trayectoria.

El resultado dej¨® al Villarreal condenado a apostarlo casi todo a la carta de la Copa de la UEFA. Los sue?os del Deportivo tambi¨¦n se deslizan por Europa, pero con las obligaciones dom¨¦sticas pr¨¢cticamente cumplidas. El triunfo pone a salvo el puesto del Depor en la Liga de Campeones para la pr¨®xima campa?a. Siempre, claro est¨¢, que no gane la actual. Por lo visto ayer, la fe en s¨ª mismo la tiene en su punto m¨¢ximo.