La comisi¨®n del 11-S responsabiliza al FBI y al fiscal general del fracaso antiterrorista
La investigaci¨®n parlamentaria revela la falta de medios de la agencia y el desinter¨¦s de Ashcroft
La comisi¨®n independiente, creada por el Congreso de EE UU y nombrada por el presidente Bush, que investiga lo que pas¨® -y lo que no pas¨®- antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, expuso ayer un panorama devastador de la falta de eficacia del FBI y de la falta de inter¨¦s del Departamento de Justicia en la lucha contra el terrorismo. En su informe previo a las comparecencias de los pol¨ªticos, la comisi¨®n sintetiz¨® as¨ª el desorden de los sistemas de informaci¨®n antiterrorista de la polic¨ªa: "Sus analistas no sab¨ªan la cantidad de cosas que no sab¨ªan".
En palabras del presidente de la Comisi¨®n, el republicano Thomas Kean, el informe dado a conocer ayer "equivale a una acusaci¨®n contra el FBI". Los agentes trabajaban en compartimentos estancos; el 66% de los analistas no reun¨ªan las cualificaciones apropiadas; no hab¨ªa suficientes traductores; y como el sistema "recompensaba a los agentes seg¨²n detenciones, acusaciones y condenas, siempre sal¨ªan perdiendo los asuntos relacionados con antiterrorismo y la contrainteligencia". En definitiva, "en el 11-S, el FBI estaba limitado en varios aspectos b¨¢sicos en una estrategia antiterrorista preventiva y eficaz". En aquella jornada en la que murieron 3.000 personas, el FBI ten¨ªa trabajando en antiterrorismo "a 1.300 agentes, el 6% de su personal".
En el caso de Zacar¨ªas Mousaoui, del que se piensa que era el vig¨¦simo piloto, detenido un mes antes del 11-S en Minnesota, la comisi¨®n subraya que no se reconoci¨® su trascendencia y que un problema interno en el FBI impidi¨® que se consiguiera el permiso para registrar su ordenador. Despu¨¦s del 11-S se supo que un preso de Al Qaeda dijo que ¨¦l podr¨ªa haber reconocido a Mousaoui porque se entrenaron juntos con la organizaci¨®n de Osama bin Laden en Afganist¨¢n.
Pero los golpes del informe no se limitaron a la polic¨ªa. John Ashcroft, actual responsable de Justicia -Departamento del que depende el FBI- demostr¨® un desinter¨¦s notable en asuntos de terrorismo. Cuando Dale Watson, responsable de antiterrorismo en el FBI, vio que entre las prioridades del a?o 2001 s¨®lo se hablaba de criminalidad y drogas "casi se cay¨® de la silla", seg¨²n el informe. El 10 de septiembre de 2001, un d¨ªa antes de la tragedia, Ashcroft rechaz¨® una petici¨®n de 50 millones de d¨®lares para que el FBI contratara agentes y analistas especializados en lucha antiterrorista. La comisi¨®n recogi¨® tambi¨¦n la declaraci¨®n de Thomas Pickard, director en funciones del FBI en el verano del 2001, de que Ahscroft le hab¨ªa dicho que "no quer¨ªa escuchar" m¨¢s informaci¨®n sobre posibles atentados, aparte de la que conoc¨ªa.
En su turno, Ashcroft neg¨® haber dicho eso y atribuy¨® los fracasos del FBI a los impedimentos legales para compartir informaci¨®n con otros organismos, lo que llam¨® "la muralla", una situaci¨®n que Janet Reno complic¨® a¨²n m¨¢s en 1995, acus¨®. Ashcroft ech¨® la culpa a la etapa de Clinton: "No sab¨ªamos que iba a haber atentados el 11-S porque, durante casi una d¨¦cada nuestra Administraci¨®n se hab¨ªa cegado con respecto a los enemigos".
Louis Freeh, director del FBI entre 1993 y junio del 2001, fue el primero en comparecer ayer. Su afirmaci¨®n central, contenida tambi¨¦n en el informe de la comisi¨®n, fue que "antes del 11-S, el FBI no ten¨ªa ni recursos ni autoridad legal para luchar contra Al Qaeda". Por eso Freeh se quej¨® ante Kean: "Le pido que equilibre lo que usted llama acusaci¨®n, con lo que no estoy de acuerdo en absoluto, con lo que el informe dice sobre la falta de recursos y los impedimentos legales".
Usar aviones secuestrados
De nuevo fue el dem¨®crata Richard Ben-Veniste el martillo de herejes de la comisi¨®n. Aunque con menos acritud que a Condoleezza Rice, Ben-Veniste le busc¨® las vueltas a Freeh, que se resist¨ªa a responder a la pregunta de si el FBI era consciente de que los terroristas pod¨ªan usar aviones secuestrados como misiles. Freeh lo acept¨® indirectamente, al decir que era algo "claramente conocido" y que se hab¨ªan tomado medidas "para proteger la Casa Blanca, los Juegos Ol¨ªmpicos del 2000" y otros eventos, pero que "no hab¨ªa un plan en el que se contemplara el uso de aviones secuestrados como armas". "?Pero en la comunidad de inteligencia era bien conocido que esto era una amenaza potencial, el uso de aviones bien llenos de explosivos bien en misiones suicidas?", insisti¨® Ben-Veniste, para conseguir la respuesta que quer¨ªa de Freeh: "Correcto, es algo que formaba parte del planeamiento de esos eventos".
El ex senador Bob Kerrey quiso saber c¨®mo hab¨ªa tantos terroristas dentro de EE UU preparando los secuestros de aviones. "La lucha contra el terrorismo, en aquel momento, no era una aut¨¦ntica guerra", le respondi¨® Freeh, que reiter¨® que ni el Gobierno de Clinton ni el de Bush "pusieron en pie de guerra a los organismos policiales o de inteligencia" antes del 11-S.
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