El desalojo de un asilo de Pozuelo, paralizado en el ¨²ltimo momento

Los 19 ancianos que viven en la residencia Margarete, situada en Pozuelo de Alarc¨®n, se libraron ayer de ser desalojados del edificio en que habitan. El centro cumple con todos los requisitos exigidos por la Comunidad, pero se enfrenta a un problema financiero. La entidad bancaria Ibercaja quer¨ªa tomar ayer posesi¨®n de un edificio que adquiri¨® en subasta p¨²blica en 1992, porque los gestores de la residencia no pudieron hacer frente a una deuda hipotecaria de 2.400 euros. Ayer, y en el ¨²ltimo momento, se anul¨® el desalojo al llegar ambas partes a un principio de acuerdo.

Los mayores ingresados en el centro, de los que s¨®lo cuatro pueden valerse por s¨ª mismos, y sus familiares suspiraron ayer aliviados. De momento, la residencia Margarete, que lleva 37 a?os funcionando, sigue adelante. El panorama se presentaba muy distinto a primeras horas de la ma?ana. El Juzgado n¨²mero 2 de Majadahonda hab¨ªa dictado orden de ejecutar el lanzamiento del centro geri¨¢trico a las 10.30 de ayer. Y esta diligencia lleva impl¨ªcita echar al antiguo propietario de la finca. Por tanto, los ancianos ten¨ªan que abandonarla.

Pero sus familiares no estaban dispuestos a facilitar la salida de sus mayores y se arremolinaron a la entrada del edificio indignados. "No entendemos nada. Recibimos una comunicaci¨®n de la Comunidad de Madrid a principios de abril, y otra de un procurador de Zaragoza diciendo que ten¨ªamos que llevar a nuestros familiares a otro lugar. ?Ad¨®nde?, me pregunt¨® yo. Estamos muy contentos, y no queremos sacarles de aqu¨ª", dec¨ªa Vicente, que tiene a su madre en el centro.

"De aqu¨ª no salgo"

Los residentes, verdaderos sufridores de la situaci¨®n, miraban por la ventana del sal¨®n incr¨¦dulos, sin entender qu¨¦ hab¨ªa motivado tal despliegue de medios informativos a su alrededor. Eugenio Prado, de 81 a?os, contaba con voz temblorosa desde su silla de ruedas que estaba muy contento de estar en este lugar en el que lleva tres a?os. "Salir de aqu¨ª, de ninguna manera. En otro lugar no podemos estar mejor que aqu¨ª", manten¨ªa mientras las l¨¢grimas le asomaban a los ojos.

Sabiniano Flores, otro anciano de 92 a?os, se mostraba igual de contrario a abandonar el recinto. "Voy a hacer tres a?os aqu¨ª el 2 de junio. Estoy como si estuviera en mi casa. Antes estaba mejor porque sal¨ªa a pasear, pero me dio un infarto y ahora vivo pegado a la silla. Me llevar¨ªa un disgusto muy grande si tuviera que cambiar de sitio", dec¨ªa.

El punto de partida de la actual situaci¨®n es una antigua deuda hipotecaria de 2.400 euros. La directora no pudo pagar esta cantidad en el a?o 1986 a Ibercaja, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Arag¨®n y Rioja. Se inici¨® un juicio en Zaragoza y, posteriormente, el inmueble, situado en la calle de Juan D¨ªaz Mula, n¨²mero 5, sali¨® a subasta p¨²blica. La hija de la directora, Paloma Oteo, asegura que en ning¨²n momento tuvieron conocimiento de este proceso. "No nos presentamos a la subasta porque no nos lo notificaron", sostiene. La Caja de Zaragoza se hizo con el terreno por 216.364 euros. Oteo mantiene que nunca recibieron la parte que les correspond¨ªa de este dinero una vez que se sald¨® la deuda. En 1999, el juzgado decret¨® que el edificio ten¨ªa que pasar a la entidad bancaria que lo hab¨ªa adquirido.

Despu¨¦s de recibir el exhorto, informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, los gestores de la residencia presentaron diversos escritos ante el juzgado y en el Servicio Com¨²n de Notificaciones. Pero ¨¦stos se desestimaron, y en el mes de febrero pasado se notific¨® a la directora que el desalojo tendr¨ªa lugar el 13 de abril. "Llevamos a?os sacando adelante la residencia. Nunca hemos dejado de atender a los ancianos. Tambi¨¦n hemos intentado llegar a un acuerdo para comprar el edificio, pero no hemos conseguido que Ibercaja nos haga una oferta, hasta ahora", sostiene Oteo.

Ante la presencia de un representante jur¨ªdico de Ibercaja y de un funcionario del juzgado de Majadahonda, los ¨¢nimos de los familiares se caldearon. Se o¨ªan comentarios: "No quieren buscar soluci¨®n porque hay intereses por medio". Pero tras una negociaci¨®n, se lleg¨® a una soluci¨®n que aceptaron ambas partes: la opci¨®n para que la directora recompre el edificio.

Ahora Luisa Aguilar tiene un mes por delante para conseguir la financiaci¨®n necesaria para comprar el edificio. "Necesitaremos unos 72 millones de pesetas. Aunque la cifra final hay que negociarla con la entidad financiera que preste el dinero", explica el abogado contratado por la residencia.