La almohada de Chaves
El presidente andaluz siempre ha apurado al l¨ªmite de tiempo para cerrar la formaci¨®n de sus gobiernos
Forma parte de la leyenda del presidente electo de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, el compacto hermetismo que aplica a la hora de formar gobiernos. Es una pauta que ha seguido a rajatabla desde que en 1990 fue elegido por primera vez para el cargo. "?sa es una de las cosas que he aprendido de Felipe Gonz¨¢lez. La competencia de formar gobierno es exclusiva del presidente y estoy convencido de que el partido va a respetarla", dijo hace 14 a?os. No es extra?o pues que no se sepa nada de nuevos fichajes o sobre qui¨¦n sigue o cesa, porque hasta el momento Chaves no ha hablado con los interesados del asunto y no lo har¨¢ hasta despu¨¦s del debate de investidura. "En este caso, pasa un poco como con los ovnis: el que sabe, no habla y el que habla, no sabe", afirma una persona del entorno del presidente.
El silencio sobre la formaci¨®n del gobierno andaluz es el mismo que en las cuatro ocasiones anteriores pero ahora parece m¨¢s espeso por el contraste brutal con el criterio que ha seguido para la formaci¨®n de su ejecutivo el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quien al d¨ªa siguiente de ganar las elecciones legislativas puso en circulaci¨®n los nombres de los ministrables. A los socialistas andaluces consultados por este peri¨®dico les ha chocado el procedimiento empleado por el l¨ªder del PSOE, aunque todos reconocen que la jugada le ha salido bien: ha ocupado espacio medi¨¢tico y ha dejado claro que tiene banquillo de sobra.
La mayor¨ªa de las personas consultadas atribuye el sigilo de Manuel Chaves a que quiere evitar presiones, tironeos y codazos internos y, adem¨¢s, le molesta que nadie se arrogue una competencia que exclusivamente le compete a ¨¦l. "Parece que el Gobierno lo ha hecho todo el mundo menos yo", dijo en abril de 1996 ante el cacareo de algunos socialistas que se atribu¨ªan falsamente algunos nombramientos.
Las personas que lo conocen y los consejeros m¨¢s veteranos no se extra?an del sigilo de Chaves. Los que lo han tratado menos o los m¨¢s nuevos s¨ª se sorprenden, pero desde hace 14 a?os siempre ha seguido el mismo gui¨®n. El n¨²cleo central de su gabinete lo tiene pensado desde hace meses, pero s¨®lo empieza a hacer llamadas una vez que es investido presidente de la Junta por el Parlamento. Ah¨ª es cuando se desatan los nervios y los consejeros en funciones est¨¢n pendientes del m¨®vil. Cuando los celulares no exist¨ªan, Chaves ha utilizado hasta la Guardia Civil. "Yo estaba en julio en la playa de La Antilla, llamaron a la puerta y dos guardias civiles me dijeron que llamara al presidente de la Junta", cuenta Carmen Hermos¨ªn, consejera andaluza desde 1990 hasta 2003. "Cuando me ofreci¨® la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales le dije que me lo ten¨ªa que pensar y me coment¨®: 'Para ma?ana te lo piensas'. Tom¨¦ la decisi¨®n en menos de 24 horas, porque al d¨ªa siguiente era la toma de posesi¨®n".
Ni siquiera un d¨ªa tuvo Guillermo Guti¨¦rrez. El ex consejero de Industria no pensaba ni por asomo que pod¨ªa ser consejero, pero a cuando a las 10 de la noche de un domingo regres¨® a su casa despu¨¦s de estar todo el d¨ªa fuera se encontr¨® que ten¨ªa una docena de llamadas de la misma persona en el contestador. "Guillermo, soy Priscila: llegues a la hora que llegues, ll¨¢mame". El mensaje lo puso "nerviosillo". Priscila de Domingo es la jefa de la Oficina del Presidente y la persona que desde hace 14 a?os fija la cita con Chaves. Siempre les pide que sean discretos y que no comenten el encuentro. "Cuando llegu¨¦ a las 10.15 de la ma?ana al d¨ªa siguiente a San Telmo, el presidente me dice que ha pensado nombrarme consejero de Trabajo e Industria. Me quedo muy parado y le pongo algunas pegas, pero me dice que lo tiene totalmente decidido y que adem¨¢s tiene convocada a las 11 una rueda de prensa para dar a conocer el gobierno...".
El mismo procedimiento y con el tiempo al l¨ªmite ha seguido con otras personas tanto a la hora de comunicarles el cese como el nombramiento, como han sido los casos de Manuel Pezzi o Jos¨¦ Luis Blanco. Ambos reconocen que el presidente andaluz se muestra muy inc¨®modo a la hora de comunicar el relevo e insiste en darles explicaciones. Pero ni Guti¨¦rrez ni Blanco ni Pezzi le dejaron. Tampoco les dio pie para preguntar por sus sustitutos.
"Ser¨¢ un gobierno que decidir¨¦ ¨²nicamente yo, con mi almohada", dej¨® dicho Chaves dos d¨ªas despu¨¦s de ganar las recientes elecciones auton¨®micas. Esta idea la ha repetido en todas las ocasiones anteriores. Con otras palabras lo plante¨® en la ¨²ltima reuni¨®n de la ejecutiva. "Entiendo que estoy en un partido, pero el Gobierno no puede responder a equilibrios internos", pone en su boca un dirigente. Pero el hecho de que Chaves sea el que decida el gobierno, no significa que no pregunte por tal o cual persona o consulte con las provincias. Tambi¨¦n es cierto que "cuando dice no, es que no", recuerda un dirigente.
La persona que m¨¢s sabe de eso es, seg¨²n dicen todos, el secretario de Organizaci¨®n, Luis Pizarro, que ha hecho de enlace con los secretarios provinciales sobre todo en los ajustes de ¨²ltima hora. Pero para un periodista hay dos misiones imposibles con Pizarro: una es hablar del gobierno; la otra, de los congresos del PSOE. Es como la almohada de Chaves, tampoco habla.
Los territorios
Una de las se?as que caracterizan a Manuel Chaves es el respeto por las cuotas territoriales. Hay personas que incluso hablan de "obsesi¨®n". En sus dos ¨²ltimos gobiernos el socialista siempre ha contado con al menos una persona de cada una de las ocho provincias. Y en esta ocasi¨®n, aseguran, tambi¨¦n cuidar¨¢ este aspecto porque "nadie entender¨ªa que una provincia se quede sin representaci¨®n". Pero este criterio, dicen, no es sin¨®nimo de componenda interna. En 2000, Chaves nombr¨® a dos consejeras que no eran las primeras apuestas de sus direcciones provinciales: Fuensanta Coves (Almer¨ªa) y C¨¢ndida Mart¨ªnez (Granada).
Chaves nombr¨® consejera de Medio Ambiente a Coves, que era independiente, desp¨²¨¦s de echar varias veces para atr¨¢s el nombre que le suger¨ªan los almerienses, el del secretario general provincial, Mart¨ªn Soler.Seg¨²n fuentes pr¨®ximas, Chaves tiene decidido el n¨²cleo b¨¢sico del gobierno y su mayor preocupaci¨®n ha sido la de cumplir con su compromiso de que haya igual n¨²mero de hombres que de mujeres. Ning¨²n consejero sabe al d¨ªa de hoy si va a continuar, aunque hay dos que s¨ª, seg¨²n todas las fuentes consultadas: Gaspar Zarr¨ªas en Presidencia y Concha Guti¨¦rrez en Obras P¨²blicas.
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