Tesoros guardados en M¨¦xico
Procedente del Museo Soumaya de M¨¦xico, instituci¨®n de car¨¢cter privado que abri¨® sus puertas en 1994, esta muestra no es s¨®lo importante por presentar al p¨²blico espa?ol un museo, de rico patrimonio, poco conocido entre nosotros, sino el conjunto de 70 obras que generosamente ha prestado para la ocasi¨®n, entre las cuales una gran mayor¨ªa son pinturas, pero tambi¨¦n esculturas, biombos y marfiles, todas ellas fechadas entre los siglos XV y XIX. En cualquier caso, antes de comentar la calidad y singularidad de estas obras, hay que se?alar que los responsables cient¨ªficos de esta iniciativa son los espa?oles A. E. P¨¦rez S¨¢nchez y Benito Navarrete y el mexicano Gustavo Curiel, encarg¨¢ndose los dos primeros de la selecci¨®n del arte europeo, y el segundo, de la de arte novohispano.
Se trata de una exposici¨®n de gran envergadura art¨ªstica
Ya se sabe que, cuando se presenta la colecci¨®n de un museo relevante, como lo es, sin duda, el Museo Soumaya, no s¨®lo hay que contar con seleccionar lo mejor entre lo posible de sus fondos, sino en funci¨®n del p¨²blico a quien va destinada la muestra, sobre todo, si, como es el caso, no ha tenido demasiadas noticias previas al respecto de la instituci¨®n y, por tanto, de lo que en ella se atesora. En este sentido, los responsables han decidido elegir, por una parte, algunas de las joyas art¨ªsticas m¨¢s representativas en general, y, por otra, completar este conjunto con la monogr¨¢fica de un repertorio de ejemplos ilustres del arte novohispano, que es el que se produce en Latinoam¨¦rica durante la ¨¦poca colonial como fruto de un interesante mestizaje entre pautas europeas y rasgos ind¨ªgenas. Pues bien, si la selecci¨®n de esta primera parte no necesita otra ponderaci¨®n cr¨ªtica que la de informar sobre la presencia de maestros espa?oles de primer rango, como Juan de Flandes, Alonso S¨¢nchez Coello, El Greco, Jos¨¦ Ribera, Zurbar¨¢n, Murillo o Francisco Bayeu, de los italianos Tiziano, Tintoretto o Moroni, de los flamencos Mart¨ªn de Vos, Van Dyck o Brueghel el Joven, y, en fin, de los germ¨¢nicos Lucas Cranach el Viejo y el Joven o Daniel Gran, en relaci¨®n del arte novohispano, hay que remarcar que el Museo Soumaya posee una de las mejores colecciones sobre el tema y que nunca antes se hab¨ªa prestado un conjunto tan cuantioso y variado para su exhibici¨®n temporal for¨¢nea.
Tras lo apuntado, incluso de forma harto sumaria, cualquier aficionado puede colegir que nos hayamos ante una exposici¨®n ciertamente de gran envergadura art¨ªstica, as¨ª como con un contenido de tal variedad que multiplica su inter¨¦s y amenidad. Precisamente por ello es muy dif¨ªcil, en un art¨ªculo de estas caracter¨ªsticas, a?adir encomios que no resulten ret¨®ricos resaltando el valor de poder contemplar cuadros de los Cranach, Tiziano, Tintoretto, El Greco, Ribera, Zurbar¨¢n o Murillo, as¨ª como haciendo lo propio sobre el arte virreinal. No obstante, hecha la anterior salvedad, no me resisto a llamar la atenci¨®n sobre algunas de las piezas presentadas ahora, como, en relaci¨®n con el arte europeo, las de Tiziano -Retrato de caballero con
perro-, Juan de Flandes -La resurrecci¨®n de Cristo-, Alonso S¨¢nchez Coello -Retrato de don Juan de Austria-, El Greco -San Pedro en l¨¢grimas-, Ribera -San Pedro- y Lucas Cranach el Joven -Lucrecia romana-, pero sin que nos olvidemos que las citadas se exhiben con muchas otras de calidad, inter¨¦s o rareza que, en absoluto, pueden menospreciarse, ni siquiera desde un punto de vista comparativo.
El criterio para destacar las excelencias
del arte novohispano no puede seguir las mismas pautas que lo anterior, entre otras cosas porque no puede ayudarse del previo conocimiento por parte de nuestro p¨²blico y porque, en muchos casos, la autor¨ªa tuvo una menor significaci¨®n en un contexto m¨¢s artesanal. En cualquier caso, s¨ª hay que consignar que, en pintura, hubo un contacto muy fluido, no s¨®lo comercial, entre algunos de los grandes maestros espa?oles del XVII y lo que simult¨¢neamente se fue generando en la Am¨¦rica espa?ola, pero, sobre todo, que se fue imponiendo, cada vez m¨¢s y mejor, la identidad del gusto ind¨ªgena y la riqu¨ªsima casu¨ªstica de la cultura local, que hoy reconocemos con plena personalidad propia. Por otra parte, como se comprobar¨¢ en la presente exposici¨®n, la singularidad del arte novohispano se acrecenta con novedosas aportaciones iconogr¨¢ficas, tipol¨®gicas y artesanales, que hoy apreciamos con creciente admiraci¨®n.
En resumidas cuentas: por todo lo apuntado, hay que calificar la exposici¨®n Tesoros del Museo Soumaya de M¨¦xico. Siglos XV al XIX como un acontecimiento cultural de primer orden, adem¨¢s de ser una excepcional v¨ªa de intercambio y mutuo reconocimiento entre los pa¨ªses latinoamericanos de las dos orillas del Atl¨¢ntico.
Tesoros del Museo Soumaya de M¨¦xico. Siglos XV al XIX. Sala del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria del Palacio del Marqu¨¦s de Salamanca, de Madrid (paseo de Recoletos, 10). Entre el 23 de abril y el 6 de junio. Se podr¨¢ ver despu¨¦s en Bilbao, en la sala del BBVA (plaza de San Nicol¨¢s, s/n) del 17 de junio al 30 de septiembre
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