Tim Robbins denuncia en el teatro los abusos de la guerra y la censura informativa
Su obra 'Embedded' ampl¨ªa sus representaciones hasta finales de mayo en Nueva York
Embedded (Empotrados), la farsa teatral escrita y dirigida por el actor y activista Tim Robbins, ha tenido tanto ¨¦xito desde su estreno hace unas semanas en el teatro p¨²blico de Nueva York que los productores han prolongado la obra, que en principio s¨®lo deb¨ªa permanecer en cartel algo m¨¢s de un mes, hasta finales de mayo. Parodia pol¨ªtica sobre la guerra de Irak y la manipulaci¨®n informativa, Embedded tambi¨¦n es una cierta revancha de Robbins contra los comentaristas conservadores que tanto criticaron su oposici¨®n al conflicto.
Wolfie (el ide¨®logo Paul Wolfowitz), Gondola (Condoleezza Rice) y Rum Rum (Donald Rumsfeld) apenas pueden contener su entusiasmo, han fijado fecha para invadir Gomorra, el Estado rebelde gobernado por el "nuevo Hitler", lanzar¨¢n el ataque a tiempo para "que no coincida con la NBA" y al que no le guste "que se marche a Ir¨¢n".
Las m¨¢scaras son grotescas, pero los personajes no tienen mucho misterio. Robbins empieza la obra con los preparativos de la guerra, la despedida de los soldados y el entrenamiento de los periodistas que por primera vez viajar¨¢n empotrados con las tropas. "Soy un reportero larva", gritan en coro los corresponsales de guerra al sargento de turno.
Robbins se venga de las iras conservadoras que le despedazaron sin piedad hace un a?o, e incluso perjudicaron su carrera, cuando fue una de las pocas figuras de Hollywood que denunciaron la campa?a contra Irak.
Gomorra liberada
El actor, salvajemente vilipendiado por los comentaristas republicanos que dominan las ondas en Estados Unidos, estren¨® primero la obra en Los ?ngeles con la compa?¨ªa que fund¨® en 1981, el Actor's Gang, antes de llevarla a Nueva York.
Embedded es una cr¨ªtica ¨¢cida y divertida sobre censura y control, manipulaci¨®n y percepci¨®n, pol¨ªtica y enga?o. A trav¨¦s de una sucesi¨®n r¨¢pida de situaciones -las primeras noticias de la Gomorra "liberada", los primeros enfrentamientos con la poblaci¨®n, el rescate de la soldado malherida Jen.Jen, presuntamente violada por sus torturadores, las primeras sospechas sobre la ausencia de armas de destrucci¨®n masiva-, Robbins denuncia en hora y media los abusos de Washington y la censura de los medios (s¨®lo se salva un periodista "independiente") de este ¨²ltimo a?o y confirma el t¨®pico: la verdad es la primera v¨ªctima de la guerra.
Al igual que Air America, la radio reci¨¦n fundada por un grupo de actores y c¨®micos dem¨®cratas, un intento por hacer campa?a contra el presidente George W. Bush desde un modesto estudio de Manhattan, Embedded ha sabido capturar el creciente descontento de la opini¨®n p¨²blica por los acontecimientos en Irak. Nueva York, ciudad predominantemente liberal pese a haber elegido a un alcalde republicano, se ha rendido a sus pies.
Cr¨ªticas
No todas las cr¨ªticas han sido buenas. Muchas le han reprochado ser un poco simplista. "Robbins es un intelectual sentimentalista", dec¨ªa la revista The New Yorker, "un actor y un director cuyas preocupaciones pol¨ªticas no siempre se convierten en arte. Robbins tiene mucho coraz¨®n y una mente aguda, de las que quiz¨¢ sacar¨ªa m¨¢s provecho si no expresaran tan directamente su visi¨®n". "Para todo el que tenga una percepci¨®n algo esc¨¦ptica de la pol¨ªtica exterior de EE UU, la obra suena a serm¨®n del domingo", public¨® The New York Times, reconociendo que no era f¨¢cil "mantener fresca la parodia pol¨ªtica en el siglo XXI".
Embedded tambi¨¦n tiene frases atrevidas, como la que articula una de las marionetas del Gobierno: "Lo mejor del terror es que es algo que se puede usar eternamente, se acopla a todos los usos pol¨ªticos y justifica inagotables gastos militares. Bendito sea el terror. Lo honramos, lo queremos".
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