Europeas plebiscitarias
A la sombra de la retirada de las tropas espa?olas de Irak, el Gobierno Zapatero convocar¨¢ hoy in extremis las elecciones al Parlamento Europeo en Espa?a para el 13 de junio. La cuesti¨®n de Irak puede centrar esta campa?a, pero ya no condicionar¨¢ la retirada. El PP quer¨ªa convertir las europeas en una especie de revancha moral del 14-M, o, lo que es peor, en un intento de demostrar que el 14-M fue consecuencia del 11-M, de los atentados. Ahora, las europeas se pueden convertir en un plebiscito, a posteriori, sobre esta retirada.
Con estas elecciones europeas, entre el 10 y el 30 de junio va a tener lugar el mayor ejercicio democr¨¢tico del mundo, en 25 pa¨ªses a la vez, con un censo de 349 millones de electores (s¨®lo la India lo supera, pero es otro caso), aunque, como ya se ve en el caso espa?ol, se trate de una suma de elecciones nacionales pues falta una constituency europea. El ambiente no es de regocijo debido a la amalgama de la recuperada cuesti¨®n constitucional, los temores ante la ampliaci¨®n, las tensiones por la guerra de Irak y el nuevo terrorismo que ha hecho su aparici¨®n en Europa el 11-M del que espera otro golpe. Estas elecciones se hacen en un clima de incertidumbre y en unas condiciones, como se ha visto en distintos pa¨ªses, de volatilidad de los electorados, propias de tiempos de mudanza.
Son unas elecciones algo falseadas, pues la Constituci¨®n no se cerrar¨¢ hasta despu¨¦s. Varios gobiernos lo prefieren. El franc¨¦s, por temor a alimentar el voto al Frente Nacional. El brit¨¢nico, pues hubiera preferido que no hubiera Constituci¨®n para evitar tener que lidiar con las demandas de un refer¨¦ndum, cartucho que Blair prefiere guardar para la eventual entrada en el euro. Y los dem¨¢s, pues, para poder cerrar la Constituci¨®n d¨ªas despu¨¦s, todos deber¨¢n hacer concesiones.
Es decir, que, en t¨¦rminos europeos, vamos a votar el 13 de junio sin saber muy bien sobre qu¨¦. Ni siquiera sobre quien, pues la elecci¨®n del pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n Europea (designado por mayor¨ªa cualificada, esta es la novedad de Niza, y que deber¨¢ aprobar la euroc¨¢mara) depender¨¢ en parte de qu¨¦ grupos dominen el nuevo Parlamento. El informe elaborado por los brit¨¢nicos Hix Marsh para la consultora Burson-Marsteller (www.bmbrussels.be) prev¨¦ un dominio del centroderecha: 285 de los 732 esca?os para el Grupo Popular, seguido de 217 para los socialistas, y 73 para los liberales, aunque el estudio reconoce que el pron¨®stico es m¨¢s dif¨ªcil al ser la primera vez que participan los 10 pa¨ªses de la ampliaci¨®n (y para Espa?a prev¨¦ una victoria del PP con 38,5% de los votos y de 22 a 25 esca?os, frente a un 35,5% y de 20-24 esca?os para el PSOE).
En t¨¦rminos nacionales, no. Y, tomada la decisi¨®n, en todo caso se hab¨ªa de anunciar antes de finales de mayo, para no mezclarla con esta pr¨®xima campa?a electoral. Hubiera sido dif¨ªcil saber para esas fechas si una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad hubiera sido posible para el 30 de junio en los t¨¦rminos que buscaba Zapatero. Con la retirada militar de Irak ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil el consenso nacional en materia europea, o siquiera exterior, entre otras razones porque como ya ha puesto de manifiesto de un modo violento el 11-M la pol¨ªtica exterior es ya pol¨ªtica interior. En el caso europeo m¨¢s a¨²n, no s¨®lo porque es ya plenamente pol¨ªtica interna, sino porque hay diferencias sobre el modelo de Europa y sobre el modelo socio-econ¨®mico interno. El aznarismo ve¨ªa Europa como un instrumento para acercar a Espa?a al sistema anglosaj¨®n, y alejarlo del capitalismo renano.
Las anteriores Cortes aprobaron convocar el refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n Europea a la vez que estos comicios. Como aquella qued¨® interrumpida, no es posible. Era, adem¨¢s, un error pues hubiera obligado a los partidos a hacer campa?a a la vez apoyando el muy imperfecto Tratado Constitucional y diferenciando sus programas europeos. Pero ser¨ªa deseable celebrar despu¨¦s el refer¨¦ndum sobre esa norma b¨¢sica de convivencia entre europeos, y tambi¨¦n entre espa?oles. Las elecciones plebiscitarias resultan deformantes.
aortega@elpais.es
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