De salida, s¨ª
O rinnovarsi o morire, preconizaba Gabriele D'Annunzio, encapsulando en escasas s¨ªlabas una honda verdad. Y qu¨¦ hermoso renovarse, acorde con la madre Naturaleza, en la primavera, la estaci¨®n que desde los albores de la humanidad ha sido cantada por los poetas como s¨ªmbolo del renacimiento de la ilusi¨®n. El milagro se acaba de producir en Espa?a, y se respira en todo el pa¨ªs algo as¨ª como un inmenso alivio primaveral despu¨¦s de la larga noche del invierno aznarista, que no hace mucho daba la impresi¨®n de que se iba a prolongar indefinidamente. He recordado en otro lugar, impresionado por el "y ahora... a trabajar" de Rodr¨ªguez Zapatero, la eleg¨ªa de Antonio Machado a Francisco Giner de los R¨ªos, cuya ¨²ltima voluntad, seg¨²n la luz ma?anera que se personifica en el poema, fue que le hiciesen "un duelo de labores y esperanzas". Todo el esfuerzo educativo de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza (ILE), de la cual el poeta de Campos de Castilla fue alumno tan aventajado -en una de sus prosas Machado recuerda la alegr¨ªa que provocaba en su clase la llegada de Giner- se concentraba en la creaci¨®n de una Espa?a libre, europe¨ªsta, trabajadora y culta, con el ¨¦nfasis puesto sobre la responsabilidad individual. Por ello, a lo largo de la transici¨®n democr¨¢tica, la ILE fue punto de referencia inexcusable. Hoy, con la renovaci¨®n de la res p¨²blica ya en marcha, yo dir¨ªa que deber¨ªa serlo m¨¢s que nunca. La humildad del flamante presidente del Consejo -permitan los dioses que no la pierda nunca-, as¨ª como su insistencia en que gobernar¨¢ para todos, tienen en el pensamiento institucionista una de sus ra¨ªces. Tambi¨¦n su capacidad para escuchar a los dem¨¢s, para interesarse de verdad por lo que dice el pr¨®jimo (algo que no supo o no quiso hacer el anterior Gobierno).
Entre los aciertos que estamos viendo en estos momentos apasionantes, casi se podr¨ªa decir providenciales, yo destacar¨ªa siete. Por supuesto el compromiso, que se acaba de ratificar, de traer a casa a las tropas espa?olas destinadas en Irak. El haber llevado a cabo, a rajatabla, la prometida paridad, por primera vez en la historia de la democracia espa?ola (cuando el pa¨ªs vea en acci¨®n a Magdalena ?lvarez y Carmen Calvo, hasta ahora un lujo reservado a los andaluces, se va a llevar una sorpresa grande). El anuncio de un plan de choque de acceso a la vivienda, tan imprescindible para que los j¨®venes puedan tener confianza en el futuro. La decisi¨®n de conceder atenci¨®n urgente a las relaciones con Marruecos (es de suponer que la visita de Rodr¨ªguez Zapatero a Rabat se efectuar¨¢ con la rapidez prometida). La voluntad de liberar a RTVE de control gubernamental, esencial para el progreso del pa¨ªs. El compromiso de combatir por todos los medios posibles la violencia dom¨¦stica. Y el de legalizar los matrimonios entre homosexuales y transexuales. Es ya un programa de calado trascendental. El nuevo curso ha empezado. Creo que Zapatero no ha olvidado la confusi¨®n creada por aquel desafortunado lema otanista de 1982, que desemboc¨® en el desgarro de la familia socialista. Ha empezado con un rotundo "de salida, s¨ª", cumpliendo con su palabra. Para decirlo en ¨¢rabe, ?albricias!
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