Irak, los ataques dem¨®cratas y los fallos del 11-S complican la reelecci¨®n de Bush
El Pent¨¢gono entrenar¨¢ a 75.000 soldados de otros pa¨ªses para futuras misiones de paz
El presidente George W. Bush es blanco de las cr¨ªticas m¨¢s fuertes hasta ahora lanzadas por parte del aspirante dem¨®crata a la Casa Blanca, John Kerry, justo cuando tiene abiertos varios frentes peligrosos. A la dif¨ªcil situaci¨®n en Irak -con el ¨²ltimo a?adido del fuerte rev¨¦s pol¨ªtico y diplom¨¢tico que supone el anuncio de la retirada inmediata de las tropas espa?olas- se unen las investigaciones sobre lo que fall¨® antes del 11-S y las revelaciones sobre los preparativos de la guerra. Todo ello contribuye a complicar la carrera electoral de Bush a la reelecci¨®n en noviembre pr¨®ximo.
John Kerry, que vot¨® a favor de la guerra y que cree que no hay que retirar las tropas, pero s¨ª cambiar la presencia internacional en Irak y conseguir que Naciones Unidas y la OTAN asuman protagonismo, dijo ayer que Bush no est¨¢ a la altura del desaf¨ªo: "Todos los presidentes del ¨²ltimo siglo lo han hecho mejor que ¨¦ste a la hora de construir las relaciones con los otros pa¨ªses", dijo en un acto de recogida de fondos para su campa?a en Miami.
"Yo puedo hacer que Am¨¦rica sea m¨¢s fuerte y m¨¢s segura", a?adi¨® Kerry, que aprovech¨® el impacto causado por el nuevo libro del periodista Bob Woodward, Plan de ataque, en el que se detalla el proceso de preparaci¨®n de la guerra y se revela que Bush encarg¨® en secreto al secretario de Defensa la actualizaci¨®n de los planes b¨¦licos: "Bush mantuvo en el enga?o no s¨®lo al pa¨ªs sino a miembros de su propio Gobierno". Y "los estadounidenses, por lo que respecta a asuntos de guerra y paz, merecen la verdad, toda la verdad y nada m¨¢s que la verdad".
Kerry tambi¨¦n atac¨® a Bush con dureza a cuento de otra de las afirmaciones del libro, la de que el embajador saud¨ª en Washington, el pr¨ªncipe Bandir bin Sultan, ha pactado con Bush el aumento de la producci¨®n de petr¨®leo para que baje el precio de la gasolina antes de las elecciones.
El domingo, en la NBC, Kerry reiter¨® sus cr¨ªticas a Bush en los dos ejes de la campa?a, la econom¨ªa e Irak, y se comprometi¨®, si gana las elecciones, a reconstruir una coalici¨®n internacional -"semanas despu¨¦s de la toma de posesi¨®n volver¨¦ a la ONU para reunirnos con la comunidad de naciones"- y a mantener las tropas o aumentarlas, "porque la estabilidad de Irak es esencial".
Los problemas de Bush no se limitan a Kerry. En medios de comunicaci¨®n, en reuniones de expertos y en declaraciones de pol¨ªticos de ambos partidos pesa como el plomo la coincidencia de varios factores: la violencia de las ¨²ltimas semanas en Irak, el n¨²mero de bajas y la prolongaci¨®n del servicio para 21.000 soldados. Para contrarrestar la escasez de tropas extranjeras en misiones de paz, Estados Unidos -adelant¨® ayer The Washington Post- ha aprobado un plan dotado con 600 millones de d¨®lares y destinado a entrenar, en los pr¨®ximos cinco a?os, a 75.000 soldados de diversos pa¨ªses, especialmente de ?frica.
Afectan tambi¨¦n a la credibilidad presidencial la falta de claridad sobre los planes para negociar la resoluci¨®n de la ONU y sobre las condiciones en las que deber¨ªa producirse la transferencia de soberan¨ªa a un Gobierno iraqu¨ª m¨¢s representativo que el actual Consejo provisional. E incrementan la sensaci¨®n de pesimismo otros dos factores: las investigaciones del 11-S, de las que se desprende que el Gobierno no asumi¨® como urgente la lucha contra el terrorismo, y el debate sobre si Irak es Vietnam o no. Independientemente de las diferencias, que todos subrayan, el mero hecho de que se compare es muy negativo para la Casa Blanca.
El Congreso, que volvi¨® ayer de la pausa de primavera, entrar¨¢ en el debate pol¨ªtico desde hoy mismo, con sesiones en las dos C¨¢maras dedicadas a Irak. Aunque la mayor¨ªa republicana garantiza que las cosas no se saldr¨¢n de madre, cualquier testimonio -por ejemplo, el del n¨²mero dos del Pent¨¢gono, Paul Wolfowitz, gran impulsor de la guerra, que interviene hoy- ser¨¢ un altavoz de los apuros de la Casa Blanca, que hasta ahora no han tenido demasiada repercusi¨®n en los sondeos, aunque eso puede cambiar en cualquier momento.
En las filas republicanas causa adem¨¢s inquietud la dificultad del presidente para invertir la marea de la opini¨®n p¨²blica. Su conferencia de prensa del pasado martes, sin ser un fracaso total, dej¨® la impresi¨®n de que sus esl¨®ganes de presidente de guerra y comandante en jefe est¨¢n vac¨ªos, que repite los mensajes que sabe que son populares, pero es incapaz de explicar c¨®mo va a hacer las cosas que propone. Bush tiene a¨²n muchos recursos de todo tipo y una base electoral s¨®lida, porque el pa¨ªs est¨¢ obstinadamente dividido en dos, pero su reelecci¨®n depende cada vez m¨¢s de factores -la situaci¨®n econ¨®mica y lo que pase en Irak- que el presidente no puede controlar.
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