El artista m¨¢s feliz de Boston
Como una de esas aves cuya llegada sirve de aviso para el cambio de estaci¨®n, el m¨²sico m¨¢s feliz de Boston regresa cada a?o para recordar que el rock, tal y como ¨¦l lo aprendi¨® de Velvet Underground y lo toca a su manera, tiene que ver m¨¢s que nada con la pura, llana y simple diversi¨®n. Todo ingenuidad a sus 55 a?os, Richman contin¨²a hecho un chaval alucinado, tocando la guitarra m¨¢s que bien y bailando como un aut¨¦ntico poseso sus canciones na?f mientras le acompa?a s¨®lo la bater¨ªa sabia de su inseparable Tommy Larkins.
En sus anteriores visitas a Espa?a -hace una gira casi por a?o- la audiencia se quej¨® de que sus conciertos eran cada vez m¨¢s cortos y de que se le notaba en la cara que no estaba excesivamente satisfecho con el resultado de sus interpretaciones. En la ocasi¨®n que motiva esta cr¨®nica, desde luego, Jonathan Richman ha vuelto por sus viejos fueros y, como en sus mejores tiempos, el cantante ech¨® literalmente el resto en una actuaci¨®n tan personal como convincente.
Jonathan Richman
Jonathan Richman (voz y guitarra) y Tommy Larkins (bater¨ªa). Sala El Sol. 20 euros. Madrid, martes 20 de abril.
El repertorio escogido fue largo, m¨¢s de una hora, y abarc¨® la luenga carrera de este peculiar trovador, que comenz¨® a tocar sus ins¨®litas canciones all¨¢ por 1971. Entre lo mejor ofrecido por este amante de nuestro pa¨ªs -poco antes de comenzar la actuaci¨®n le confesaba al t¨¦cnico de sonido que a¨²n no se hab¨ªa inventado la palabra que definiera con exactitud sus sentimientos acerca de Espa?a-, Richman se atrevi¨® a vacilar con el p¨²blico en castellano, interpretando varios temas en nuestro idioma, aunque tambi¨¦n lo hizo en italiano y en franc¨¦s -Que reste-t-il de nos amours?
Jardines floreados
El respetable, que abarrot¨® la sala a pesar de lo oneroso de la entrada y las alturas del mes a las que estamos, tuvo de nuevo la oportunidad de batir palmas y vibrar a los sones de I was dancing in the lesbian Bar, Egyptian reggae, That summer feeling, I'm so confused -el tema de la pel¨ªcula Algo pasa con Mary- y un ins¨®lito Con el Merengue en el que Richman se mete en jardines floreados, triscando como los ni?os felices.
Jonathan Richman demostr¨® c¨®mo seguir siendo un maestro en el noble arte de hacer feliz a un p¨²blico exclusivamente a base de m¨²sica.
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