El otro efecto domin¨®
?Es la actualidad como una enorme construcci¨®n de domin¨®? ?Se reproducen las noticias cl¨®nicamente, o es que acaso existe un eco que las hace rebotar? Nueve de abril de 2004: "Seis j¨®venes muertos y dos heridos graves al arrollar una locomotora a su coche en Salamanca". Diecis¨¦is de abril de 2004: "Un soldado muere al ser arrollado el veh¨ªculo en el que viajaba por un tren de mercanc¨ªas". Menos de veinticuatro horas m¨¢s tarde: "Un tren descarrila en Guadalajara tras arrollar a un veh¨ªculo militar".
?Pura solidaridad noticiera, o una broma del destino? Unos creen que las casualidades son Dios, y otros que las casualidades no existen, pero cada vez que un avi¨®n se estrella me echo a temblar, rogando que no caiga un segundo y un tercero, porque, como ya apunt¨¦ de pasada hace a?os, estas cosas pasan muy a menudo. Normalmente ocurre con las malas noticias, aunque muy de vez en cuando al ahora se le escapa tambi¨¦n una noticia optimista que da a luz sus r¨¦plicas. Dejando a un lado los arrollamientos en pasos a nivel -el efecto domin¨® aplicado a los sucesos- no puedo pasar por alto la retirada de tropas de Irak por parte de Honduras -"?Viva Honduras!"- siguiendo el ejemplo de Espa?a. ?Se cumplir¨¢ el tan mentado efecto, o las piezas est¨¢n aisladas? Dej¨¦mosles, si ustedes quieren, a los expertos en pol¨ªtica internacional que se l¨ªen, aunque yo pienso cada vez con m¨¢s firmeza que entre los expertos en pol¨ªtica internacional deber¨ªa haber -aparte de Zapateros- m¨¢s psiquiatras, m¨¢s barberos, y, por qu¨¦ no, alguna que otra echadora de cartas como la bruja Lola.
Volviendo al tema de la multiplicaci¨®n de noticias similares, y refiri¨¦ndonos a otro tipo de noticias, no necesariamente pol¨ªticas, que nos sumen en un estado de n¨¢usea cr¨®nica, ?qu¨¦ se deber¨ªa hacer al respecto? ?Publicar mejores noticias entre los art¨ªculos de denuncia, por ejemplo, para ver si hay alguna buena nueva que se reproduce? Seg¨²n se interprete, la propuesta puede parecer una tonter¨ªa, pero no estar¨ªa de m¨¢s comprobar los resultados de una iniciativa experimental de ¨¦ste tipo, y dar m¨¢s cobertura en los medios a lo ejemplar. Soy consciente de que la naturaleza humana es m¨¢s dada a interesarse por lo aborrecible que por lo positivo, pero de tanto difundir la desfachatez y hacerle propaganda a la canallada -a menudo para satisfacer morbo, intereses propios, comerciales, y, a?ado, pol¨ªticos- cabe la posibilidad de que los medios de comunicaci¨®n est¨¦n despreciando el efecto bals¨¢mico, y, por qu¨¦ no decirlo, el efecto domin¨® de lo bueno.
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