Hazmerre¨ªr
Nunca he entendido las razones que llevaron al PP a presentar, como candidata a la Presidencia de Andaluc¨ªa, a la se?ora Mart¨ªnez. Su deseo intenso de permanecer unida a la Alcald¨ªa de C¨¢diz, sus escasas esperanzas de lograr la Presidencia de la Junta y su Madrid centralista por encima de cirios y troyanos pudieron ser sus avales aunque, sin duda, pudieron existir otros que nunca le observ¨¦. Su comportamiento con Andaluc¨ªa, siempre mirando para el lado de Josemari, lo que le hac¨ªa ignorar las consecuencias desastrosas del decretazo para Andaluc¨ªa; los recursos de inconstitucionalidad de su partido-gobierno ante todo lo que oliera a andaluz, sean pensiones o sea salud, y la deuda hist¨®rica que no exist¨ªa, pueden servir para dar una idea del servilismo centralista de la se?ora Mart¨ªnez.
Sin embargo, quer¨ªa pensar que, ahora, desde su misma oposici¨®n, m¨¢s la de todo su partido de Norte a Sur y de Este a Oeste, podr¨ªa mantener una postura diferente. Podr¨ªa no exigir que se cumplan en veinticuatro horas lo que durante ocho a?os no exist¨ªa para ella, ni en el espacio ni en el tiempo. Reconozco que mi gozo en un pozo. Que el debate de investidura s¨®lo le ha servido para enterarse de una vez que lo que se exig¨ªa a su Gobierno de Madrid era tan razonable como lo que ella exige por vez primera, en una recuperaci¨®n de memoria sorprendente y en una escala de prioridades a la que le ha dado la vuelta. Claro que esto es lo que le ha servido, lo que ya no esperaba es que atribuyera servilismo a los dem¨¢s cuando el servilismo era, es y sigue siendo suyo.
Eso s¨ª, a veces pienso que no ha recuperado la memoria y que sigue actuando como siempre, y que su boca es la boca de otros. Otra explicaci¨®n no encuentro a esta se?ora que dice en cada momento lo que otros, que no hablan en el Parlamento, dicen el d¨ªa antes en los medios. En fin, a veces tambi¨¦n pienso que el trabajo que le espera para que su voz suene seg¨²n marque el director Arenas va a llegar a ser tan estridente que ella misma no se va a reconocer. Qu¨¦ pena que en su partido no tenga a alguien que le pueda decir que cuando se es o se ha sido candidata a la Presidencia no puede convertirse en mensajera sin el peligro de caer en el hazmerre¨ªr.
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