Quebrar el cante

La presentaci¨®n del pr¨®ximo Festival del Cante de las Minas en Madrid tuvo como colof¨®n un concierto de cante y baile. No demasiado estimulante, la verdad. Juli¨¢n Estrada, cantaor de Puente Genil, que est¨¢ programado para el festival, basa todo su arte en mucha voz y mucho exceso. Distorsiona los tercios, los barroquiza, abusa del quiebro, abusa del "babeo" (insistir repetitivamente sobre una s¨ªlaba definida por la letra b sin significado alguno), abusa de casi todo... La malague?a de Chac¨®n, por ejemplo. La hizo de una forma que si el gran Don Antonio le hubiera o¨ªdo se habr¨ªa pegado un buen susto.

M¨¢s digno de atenci¨®n fue el baile. Luisa Palicio es alumna aventajada de la Fundaci¨®n Cristina Heeren de Sevilla. Una interesante bailaora ya, aunque las circunstancias en que hubo de bailar en esta ocasi¨®n no fueron las m¨¢s propicias: el piso del escenario era de moqueta, lo m¨¢s negativo para el baile flamenco, uno de cuyos principales recursos reside en las percusiones de los pies, que aqu¨ª obviamente se perd¨ªan. Palicio hizo petenera y alegr¨ªas, y en ambos bailes se atrevi¨® con la bata de cola, que es la vestimenta m¨¢s dif¨ªcil de manejar. Es una bailaora no totalmente hecha, pero con suficientes voluntad y conocimientos para tener una razonable confianza en que llegue a ser un nombre con el que contar en el futuro.