Vol¨²menes en libertad

Por causa del azar o del destino, el 23 de abril de 1616 murieron dos genios de la literatura, Cervantes y Shakespeare, y por este motivo, hace casi diez a?os, la Unesco decidi¨® declarar esta fecha el D¨ªa Mundial del Libro.

La Universidad de Deusto, en sus campus de Bilbao, San Sebasti¨¢n y Vitoria, celebr¨® ayer esta jornada de un modo muy especial: mediante un juego de pistas se propon¨ªa a todos los alumnos que buscasen una serie de libros escondidos por toda la universidad. Estos libros eran de tres antiguos alumnos de Deusto actualmente muy conocidos como escritores: Espido Freire, Unai Elorriaga y Fernando Aramburu.

Sin embargo, el objetivo final del juego no era regalar libros a la gente, sino que estos "cazadores" de libros participaran en un bookcrossing una vez que los encontrasen. ?Y qu¨¦ es el bookcrossing? Un sistema de intercambio de libros entre personas que no se conoce y que lleva dos a?os funcionando en Estados Unidos a trav¨¦s de Internet. El bookcrossing sigue el sistema de "las tres erres": read (lee), register (registra) y release (lib¨¦ralo). As¨ª, cualquier persona puede coger un libro de su estanter¨ªa, leerlo, registrarlo en Internet dando su opini¨®n sobre ¨¦l (en la web www.bookcrossing-spain.com) y luego liberarlo abandon¨¢ndolo en alg¨²n sitio p¨²blico: en el parque, un vag¨®n de metro, un bar...

Como explica Javier Torres, director de Publicaciones de Deusto y organizador de este juego junto con un grupo de alumnos, "el bookcrossing es una forma diferente de compartir libros, original y a la vez arriesgada. El abandonarlos es una forma de perder la propiedad de los libros, algo a lo que no estamos acostumbrados. Lo bonito del bookcrossing es arriesgarse y liberar libros que nos gusten para que otras personas los lean".

"El juego ha sido todo un ¨¦xito", contaba Cristian, uno de los alumnos organizadores en el campus bilba¨ªno. "La actitud de la gente ha sido muy positiva y en menos de hora y media los m¨¢s de cincuenta libros escondidos por toda la universidad ya hab¨ªan volado".

Santi, uno de los cazadores de libros, s¨®lo esperaba "que la gente no se quede con los libros y los libere, porque hay mucho gorr¨®n".

Con el objetivo de que la gente supiera en qu¨¦ consist¨ªa el juego y el bookcrossing, los organizadores colgaron carteles informativos y repartieron folletos por la universidad. "Estoy convencido de que la gente se va a enganchar", auguraba Javier Torres. "?F¨ªjate! Ya me han comentado que dos chicas han tra¨ªdo un libro suyo de casa y lo han abandonado en la uni. Seguro que en varios d¨ªas hay varios libros liberados por aqu¨ª, y con un poco de suerte los escondites se van consolidando y la gente los deja simpre en el mismo sitio".

Adem¨¢s, los libros de bookcrossing se reconoc¨ªan f¨¢cilmente puesto que llevaban dos etiquetas: una dec¨ªa "Libro libre. Soy un libro BookCrossing" y otra llevaba un c¨®digo para registrarlo en Internet.

Tambi¨¦n en los campus de la universidad privada en Vitoria y en San Sebasti¨¢n result¨® un aut¨¦ntico ¨¦xito la caza de libros. Ahora habr¨¢ que esperar para saber si los cazadores se los quedan o si los liberan a su vez.