"Zapatero deja a Bush frente a su propia responsabilidad en Irak"
Fran?ois Hollande se ha ido de Madrid con much¨ªsima satisfacci¨®n. El mi¨¦rcoles, en medio del jaleo que a¨²n se respira en La Moncloa, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero le recibi¨® durante 45 minutos, pase¨® con ¨¦l por los jardines y le ofreci¨® una atenci¨®n que para Hollande tiene hoy una gran dimensi¨®n. Tras la victoria sorpresa de los socialistas espa?oles en las elecciones de marzo, los socialistas franceses se dispararon con un triunfo tambi¨¦n inesperado en las regionales de Francia. Ganaron en toda la Francia continental (salvo Alsacia) y despertaron as¨ª del letargo en que se sumieron tras el desastre de Lionel Jospin frente a Jean-Marie Le Pen en la primera vuelta de las presidenciales en 2002. Fran?ois Hollande, de 49 a?os, un hombre sin carisma, pero inteligente y sobrio, se ha convertido ya en figura. Y est¨¢ seguro de que la victoria de Zapatero abre una nueva esperanza para la situaci¨®n en Irak, para el proyecto social de Europa y, en ¨²ltima instancia, para la izquierda del continente. ?Es el inicio de un cambio de ciclo? "Las elecciones europeas de junio dir¨¢n si las victorias en Espa?a y Francia han sido un momento excepcional o el inicio de un proceso que no parar¨¢ en mucho tiempo". Tras rendir homenaje a las v¨ªctimas del 11-M en la estaci¨®n de Atocha y tras visitar a Zapatero, Hollande recibi¨® a EL PA?S.
"Lo legal era el rechazo a una intervenci¨®n militar en Irak sin la ONU. As¨ª que no llamemos debilidad a lo que es la fuerza del derecho"
"Zapatero est¨¢ en una relaci¨®n de respeto, mientras que Aznar estaba en actitud de arrogancia no s¨®lo con los espa?oles, sino con sus socios europeos"
"Los socialistas deber¨ªamos haber sido m¨¢s din¨¢micos para Europa. Y por no haberlo sido, lo hemos pagado con fracasos electorales sucesivos"
"Las europeas de junio dir¨¢n si las victorias en Espa?a y Francia han sido un momento excepcional o el inicio de un proceso que no parar¨¢ en mucho tiempo"
Pregunta. ?C¨®mo valora la decisi¨®n de la retirada de tropas anunciada el domingo por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en su fondo y en su forma?
Respuesta. Respecto al m¨¦todo, esta decisi¨®n es ejemplar, porque mantiene un compromiso, respeta una palabra y lleva adelante una acci¨®n. As¨ª que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha estado ah¨ª donde le esper¨¢bamos, es decir, respetando el voto de los electores. Sobre el fondo, creo que ha tomado la decisi¨®n que deb¨ªa haber tomado Espa?a hace un a?o, la que adopt¨® la Francia dirigida por Chirac y que otros pa¨ªses, independientemente de su ideolog¨ªa, tambi¨¦n han seguido. Es decir, un rechazo a la intervenci¨®n militar en Irak. Y cuando vemos, un a?o despu¨¦s, que esa decisi¨®n de rechazar la intervenci¨®n en Irak estaba justificada, con mayor motivo podemos decir hoy que Zapatero est¨¢ tomando una buena decisi¨®n que anula una mala decisi¨®n.
P. ?l hab¨ªa prometido una retirada de las tropas si la ONU no asum¨ªa el control para el 30 de junio, y, para sorpresa de todos, la ha adelantado sin esperar. ?Cree que este adelanto puede tener un impacto interesante para Al Qaeda y la resistencia iraqu¨ª?
R. No. Estrat¨¦gica y militarmente, esta decisi¨®n no tendr¨¢ una influencia directa. Modifica sin duda la ocupaci¨®n del territorio por las tropas de la coalici¨®n, pero no creo que estrat¨¦gicamente tenga consecuencias. Al contrario, pol¨ªticamente puede ser ¨²til porque deja a George Bush frente a su propia responsabilidad y puede conducirle, ojal¨¢, a reconsiderar su posici¨®n y a acelerar la devoluci¨®n del poder a las autoridades civiles en Irak. Desde ese punto de vista, Zapatero no s¨®lo ha tomado una buena decisi¨®n para lo que respecta a su propio pa¨ªs, sino una buena decisi¨®n hoy en este contexto para conminar al presidente norteamericano a que acelere una decisi¨®n de retirada.
P. ?Cree, como sostienen numerosos pol¨ªticos y analistas, que con esta retirada Occidente puede dar una imagen de debilidad?
R. No puedo considerar que haya una debilidad all¨ª donde creo que la fuerza deb¨ªa haberse quedado del lado de la ley. Lo legal era el rechazo a una intervenci¨®n militar sin las Naciones Unidas. No llamemos debilidad a lo que es la fuerza del derecho.
P. ?Cree que Estados Unidos har¨¢ pagar a Zapatero la decisi¨®n que ha tomado?
R. Yo s¨®lo puedo hablar de la experiencia de Francia, que consider¨® de forma un¨¢nime, tanto por parte del presidente como de la oposici¨®n, que no hab¨ªa que intervenir en Irak bajo la forma que quer¨ªa EE UU. Francia no ha sufrido consecuencias perjudiciales para su econom¨ªa o sus intereses. No puedo decir que no haya habido relaciones dif¨ªciles entre las autoridades norteamericanas y francesas. Gran parte de la opini¨®n norteamericana ha tenido en un momento una incomprensi¨®n que ahora tiende a amainar. Pero no ha habido represalias ni consecuencias perjudiciales, as¨ª que no hay que imaginar que las haya para Espa?a.
P. ?Cree que la Espa?a de Zapatero va a contar de verdad con el apoyo de Francia y Alemania?
R. Las relaciones entre Francia y Espa?a van a mejorar enormemente. No solamente por la decisi¨®n que acaba de tomar Zapatero sobre las tropas, sino sobre todo por la orientaci¨®n europea que ha dado a Espa?a. El esp¨ªritu ha cambiado. El Gobierno espa?ol de hoy est¨¢ en una relaci¨®n de di¨¢logo, de debate, de respeto, mientras que el Gobierno anterior estaba en una actitud de arrogancia, no solamente con la sociedad espa?ola, sino tambi¨¦n con sus socios.
P. ?Cree que Francia deber¨ªa enviar tropas a Irak en un escenario internacional diferente?
R. Har¨ªa falta que el escenario fuera realmente muy diferente al actual. Hoy lo que pedimos es que la ONU se convierta en la ¨²nica autoridad en Irak, y estamos lejos de ello. Antes de imaginar cualquier participaci¨®n pedimos que las Naciones Unidas reencuentre su papel, su capacidad para reestablecer la soberan¨ªa de los iraqu¨ªes, la devoluci¨®n del poder a las autoridades civiles. Si esas condiciones se cumplieran, parece necesario que Francia asumiera un papel.
P. Con la nueva postura espa?ola sobre la Constituci¨®n, ?cree que Espa?a va a perder cierto poder que le otorgaba el Tratado de Niza a cambio de un acercamiento a Francia y Alemania?
R. Creo que el cambio no est¨¢ en el abandono de una condici¨®n o una exigencia, del reparto de votos, por ejemplo. El cambio est¨¢ en la actitud respecto a Europa. Lo que caracterizaba al Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar era una actitud recelosa, de rechazo a cualquier concesi¨®n, y fr¨ªa ante un compromiso europeo m¨¢s profundo. El comportamiento del nuevo equipo de Zapatero es el de optar por una Europa pol¨ªtica m¨¢s fuerte y por una Europa social m¨¢s asumida. Este paso es lo que me parece que conduce m¨¢s hacia el progreso para Europa y Espa?a. Lo otro era s¨®lo una actitud de bloqueo, no una actitud de negociaci¨®n.
P. ?Cree que Europa comienza a cambiar de color ideol¨®gico tras las victorias de Zapatero y de los socialistas franceses en las regionales?
R. Hubo un ciclo muy favorable a la izquierda en los a?os 1995 a 2000. Once Gobiernos de los Quince eran de izquierda o de centro-izquierda. Y creo que no hemos aprovechado nuestra situaci¨®n pol¨ªtica lo mejor posible. Los socialistas deber¨ªamos haber sido mucho m¨¢s emprendedores, motores, din¨¢micos para Europa y para las ideas. Y por no haberlo sido, lo hemos pagado de una forma u otra con fracasos electorales sucesivos. Nuestro fracaso en 2002 no s¨®lo se explica por la insuficiencia de Europa, sino porque no hab¨ªamos dado a nuestra mayor¨ªa la fuerza necesaria para hacer avanzar el progreso social. Ha habido numerosas derrotas y hemos visto que hab¨ªa llegado el turno de una Europa conservadora, de derechas, liberal. Espa?a ha vivido la primera elecci¨®n que ha revertido esta tendencia. Hace pocos meses que los griegos cambiaron su propia tendencia [ganaron los conservadores en marzo]. Creo que lo que se ha producido en Espa?a es un cambio de tendencia del ciclo pol¨ªtico. Nos hemos beneficiado en Francia de esa victoria, aunque sea una elecci¨®n distinta, en otro contexto. No ha habido consecuencias ligadas a la tragedia del 11-M, pero s¨ª consecuencias derivadas de una gran participaci¨®n democr¨¢tica. S¨ª, creo que ha sido un ejemplo para los electores franceses. Es muy pronto para saber si ese movimiento va a seguir, pero lo que hemos hablado hoy con Zapatero es que las elecciones europeas de junio ser¨¢n un test para saber si nuestras victorias electorales de marzo no han sido m¨¢s que un momento excepcional o el inicio de un proceso que no se parar¨¢ en mucho tiempo.
P. Usted habla de consecuencias en la participaci¨®n, pero ?cree que el efecto Zapatero ha tenido consecuencias tambi¨¦n para el voto favorable a los socialistas franceses?
R. Respecto a la participaci¨®n, es incontestable. Ha sido un bello ejemplo de democracia y civismo el que los espa?oles han dado a Europa y al mundo, y particularmente a Francia, que votaba una semana despu¨¦s. Sobre los resultados, dir¨ªa que el castigo al Gobierno de Aznar ha pasado a ser sin duda considerado como posible en Francia. El paralelismo con el Gobierno de Raffarin -salvando todas las distancias- existe: Raffarin hab¨ªa escondido la gravedad de la situaci¨®n econ¨®mica en Francia, y hab¨ªa tomado decisiones injustas en el plano social. Por ello la idea de la sanci¨®n ha sido sin duda recibida en Francia como posible.
P. ?Qu¨¦ margen cree que hay para adoptar las pol¨ªticas sociales que propugnan los socialistas en un contexto de crisis econ¨®mica y un d¨¦ficit como el que est¨¢ viviendo Francia?
R. Europa necesita un progreso social. Europa es vista m¨¢s como un gran mercado que como una protecci¨®n del derecho o garant¨ªas colectivas. Y si Europa ya no aparece como un modelo de civilizaci¨®n, creo que est¨¢ en una crisis profunda m¨¢s all¨¢ de las reformas institucionales que podamos aportarle, o de la ampliaci¨®n. Hace falta que los socialistas y socialdem¨®cratas vean que su papel no est¨¢ s¨®lo en su pa¨ªs, sino en el continente. En el plano social, los socialistas pueden mostrar que el di¨¢logo social, la relaci¨®n entre sindicatos y patronal no es una molestia, sino una baza para la competencia econ¨®mica. Y la idea que lanza Zapatero sobre un contrato social puede ser asumida en muchos otros lugares, porque necesitamos un cambio que sea asumido por los actores sociales, y no s¨®lo impuesto por la ley. Y por ¨²ltimo -y aqu¨ª hay una convergencia total entre socialistas franceses y espa?oles- no hay transformaci¨®n posible de un pa¨ªs, no hay un progreso social duradero, si no hay una asociaci¨®n de la gente con los cambios. La democracia no es solamente una palabra para la campa?a electoral o una exigencia de transparencia; la democracia es tambi¨¦n una palanca de una pol¨ªtica social. Se trata de ser capaces de asociar a sindicatos, actores y movimientos sociales a las decisiones que les conciernen.
P. Su esposa, S¨¦gol¨¨ne Royal, ha sido calificada por Le Monde como la Zapatera francesa, tras su victoria en las regionales de marzo, precisamente en el feudo del primer ministro Raffarin. ?Discuten en casa sobre qui¨¦n ser¨¢ el candidato socialista a la presidencia?
R. No sabemos c¨®mo ha surgido esa f¨®rmula, de qui¨¦n es ni c¨®mo ha nacido. Se ha convertido en Zapatera en el momento en que Zapatero ha ganado. Porque ella ya era un s¨ªmbolo, un s¨ªmbolo de una candidata socialista en la regi¨®n del primer ministro, y ha ganado una elecci¨®n. La pol¨ªtica necesita s¨ªmbolos, referencias, ejemplos. Pero no hacemos culto a la personalidad. Es pronto para las elecciones presidenciales, hay muchos talentos en el partido socialista y no hay necesidad de multiplicar las ambiciones.
P. ?Es posible el regreso del antiguo primer ministro socialista Lionel Jospin?
R. ?l tom¨® una decisi¨®n ejemplar ante una derrota que fue cruel e injusta. ?l siempre ha dicho que esa decisi¨®n era irreversible y que nunca iba a volver. Ahora est¨¢ presente en la campa?a electoral y sigue siendo una personalidad escuchada y respetada. No s¨¦ si se puede hacer la comparaci¨®n con Felipe Gonz¨¢lez. Lionel Jospin puede estar en la vida pol¨ªtica como un hombre que ha ejercido el poder, que ha sido l¨ªder socialista y que expone sus puntos de vista sin por ello ser candidato a ning¨²n cargo. Pero nos es ¨²til.
P. ?Ve posibilidades reales de que los socialistas regresen al poder en 2007?
R. Si contemplas la amplitud del castigo que ha dado el electorado al Gobierno de la derecha, si te planteas c¨®mo puede mantenerse este presidente de la Rep¨²blica durante tres a?os m¨¢s, el a?o 2007 est¨¢ demasiado lejos. Pero al mismo tiempo est¨¢ ah¨ª. Si los socialistas se muestran ejemplares en la gesti¨®n de las regiones, si vamos a construir un programa, a mostrar una pr¨¢ctica democr¨¢tica diferente y a dar esperanza, hay que administrar el tiempo, ser pacientes y al mismo tiempo estar listos en todo momento para cualquier oportunidad.
?Hollande o 'Zapatera'? He ah¨ª la cuesti¨®n
?FRAN?OIS HOLLANDE y S¨¦gol¨¨ne Royal? ?O Royal y Hollande? Los focos de la pol¨ªtica francesa han girado para alumbrar en este momento a una pareja que puede tener la llave del futuro liderazgo del Partido Socialista Franc¨¦s. Cada uno en su carrera, totalmente independiente de su compa?ero, el matrimonio Hollande-Royal se ha desmarcado en las ¨²ltimas semanas, y ambos se han convertido en dos posibles estrellas para competir con la derecha francesa.
Hollande no es Mitterrand ni Jospin. No hay carisma. Pero su solidez, su larga marcha como primer secretario de los socialistas franceses, se ha visto avalada, en las pasadas elecciones de marzo, por un triunfo en pr¨¢cticamente todas las regiones francesas. Tras quedar desbaratado por el desastre que sufri¨® Lionel Jospin en la primera vuelta de las presidenciales francesas frente a Jean Marie Le Pen, en 2002, y tras la falta de protagonismo que sufrieron los socialistas durante todo el a?o pasado, cuando el presidente Jacques Chirac alcanz¨® un liderazgo por su oposici¨®n contra la guerra de Irak que les dejaba fuera de juego, el partido de Hollande se ha recuperado de forma callada, pero fulminante, en las elecciones de marzo. Y eso le avala al frente de su partido. Sin duda, adem¨¢s del efecto Zapatero, ha sabido sacar partido del desencanto causado por la dura pol¨ªtica social del Gobierno de Jean-Pierre Raffarin.
Su esposa, S¨¦gol¨¨ne Royal, tres veces ministra, obtuvo una contundente victoria en el feudo de Raffarin. Esa victoria la ha aupado al t¨ªtulo de Zapatera, en palabras del diario Le Monde.
Por supuesto hay otras grandes figuras en el socialismo franc¨¦s: desde Dominique Strauss-Kahn hasta Jack Lang o Laurent Fabius, sin excluir un regreso del propio Jospin. Y mucho tiempo por delante: tres a?os hasta las elecciones legislativas y presidenciales de 2007. Pero los resultados de marzo, en gran parte avivados por los acontecimientos y la movilizaci¨®n en Espa?a, han dado paso a un nuevo momento de optimismo en el socialismo franc¨¦s.
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