Oscuras elecciones

Iron¨ªa o presagio, un formidable apag¨®n en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, impidi¨® ayer proseguir con el recuento de votos en las elecciones legislativas y municipales de la antigua colonia espa?ola. Pero no era imprescindible el concurso el¨¦ctrico, puesto que los resultados se pod¨ªan haber cantado casi de memoria. Tan seguro es que el Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial (PDGE), del presidente Teodoro Obiang, revalidaba la victoria de 1999 en la C¨¢mara y del a?o siguiente en los ayuntamientos. Aunque puede que el escrutinio refleje alguna modestia, una vez que el primer mandatario dijera que prefer¨ªa una "mayor¨ªa relativa para dar una posibilidad a la oposici¨®n".

Guinea Ecuatorial tiene formas particulares de votar, como el llamado sufragio patri¨®tico, con el que los electores muestran su papeleta antes de depositarla en la urna, o cuando los presidentes de mesa llaman uno a uno a los votantes; a ver qui¨¦n se atreve a no hacerlo por el partido gobernante, que detentaba 75 de los 80 esca?os de la C¨¢mara ¨²nica -ahora elevados a 100- y las 30 municipalidades del pa¨ªs. Muchos observadores coinciden en que s¨®lo en Malabo, que agrupa a unos 90.000 de los 400.000 ecuatoguineanos, ha habido alguna transparencia. El resto ha aclamado, m¨¢s que elegido.

Por mucho que se desga?ite la oposici¨®n, el 4 de mayo se har¨¢n p¨²blicos los resultados de la victoria oficial. Se desaprovecha as¨ª una oportunidad democratizadora en un pa¨ªs que podr¨ªa ser el gran ¨¦xito econ¨®mico-social de ?frica. Compa?¨ªas estadounidenses bombean m¨¢s de 150.000 barriles de crudo diarios, sin que eso se note en la m¨ªsera suerte de su poblaci¨®n. En Guinea Ecuatorial hace falta que se haga la luz, pero no solamente la de la red el¨¦ctrica.