?Un nuevo tiempo en la UPV-EHU?

Tras las pasadas elecciones a rector, la UPV-EHU se dispone a iniciar una nueva etapa de su andadura con la configuraci¨®n del equipo de gobierno al completo y la pr¨®xima toma de posesi¨®n de sus miembros. ?Quiere ello decir que van a cambiar las cosas en la m¨¢s importante instituci¨®n docente e investigadora de Euskadi?

Durante los ¨²ltimos a?os, la UPV-EHU ha venido debati¨¦ndose entre los escasos recursos econ¨®micos con los que cuenta, los conflictos internos -no ajenos a dicha precariedad de medios-, y la necesidad de jugar un papel mucho m¨¢s activo en la vida econ¨®mica, social, pol¨ªtica y cultural de nuestro pa¨ªs. La universidad, como cualquier instituci¨®n, precisa dotarse de unas bases m¨¢s s¨®lidas para su funcionamiento, lo que est¨¢ en relaci¨®n con cuestiones como la necesidad de un proyecto p¨²blico compartido en sus aspectos esenciales; el debate y la clarificaci¨®n sobre las posibilidades y l¨ªmites de la docencia y la investigaci¨®n universitaria en euskera en relaci¨®n al castellano, el ingl¨¦s y otras lenguas; la apuesta por un sistema de calidad no abstracto, sino asentado sobre valores de libertad, justicia y equidad; la participaci¨®n y la transparencia en la toma de decisiones; o la preocupaci¨®n por hacerse presente, tanto en el plano docente como investigador, en los debates sobre los problemas emergentes de nuestro tiempo.

Para que ello fuera posible, adem¨¢s del imprescindible esfuerzo interno, la UPV-EHU necesitar¨ªa contar tambi¨¦n con un apoyo gubernamental que, hasta la fecha, ha brillado por su ausencia. Las pol¨ªticas p¨²blicas llevadas a cabo en el Pa¨ªs Vasco, tan relevantes y pioneras en m¨²ltiples aspectos, han sido francamente decepcionantes en lo relativo a la universidad. Especialmente durante los ¨²ltimos a?os, el Departamento de Educaci¨®n del Gobierno vasco ha despreciado la labor de la UPV-EHU, dando la espalda al principal activo investigador del pa¨ªs y regateando de forma inexplicable su financiaci¨®n, hasta hacer de Euskadi una de las comunidades aut¨®nomas m¨¢s atrasadas en este terreno. El gasto universitario p¨²blico por habitante del Pa¨ªs Vasco s¨®lo es menor en otras seis comunidades. M¨¢s escandaloso es a¨²n el dato del gasto universitario p¨²blico en relaci¨®n al PIB. En este caso, s¨®lo cuatro comunidades aut¨®nomas se sit¨²an por debajo de Euskadi. Esta es la triste realidad de la acci¨®n de un Gobierno que, m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica, no trata a su universidad como cabe esperarse en un pa¨ªs democr¨¢tico y moderno, que no impulsa el enorme potencial de la UPV-EHU para incrementar el capital social del pa¨ªs.

Nuestra universidad p¨²blica cuenta con un plantel de profesionales de primera l¨ªnea. Es una buena base. El rector saliente, Manu Montero, ha logrado, adem¨¢s, representar con enorme dignidad la autonom¨ªa de la UPV-EHU frente al acoso terrorista, frente a la calumnia y la difamaci¨®n del gobierno del PP, y frente al ninguneo del Departamento de Educaci¨®n del Gobierno vasco, todo lo cual le ha valido el reconocimiento de amplios sectores de la comunidad universitaria de muy diversas sensibilidades. La UPV-EHU ha estado en primera l¨ªnea en la defensa de los derechos humanos y de la libertad, en la oposici¨®n a la guerra, y ha sido un baluarte a favor de la democracia, el pluralismo, y la paz. Ha contribuido decisivamente al avance de la investigaci¨®n cient¨ªfica en nuestro pa¨ªs. Es ya hora de que la labor que la UPV-EHU desempe?a en nuestra sociedad, en los m¨¢s diversos campos del saber, merezca el reconocimiento y el apoyo de nuestro Gobierno.

Esperemos que el nuevo equipo rectoral, encabezado por Juan Ignacio P¨¦rez, haga que la pluralidad de la instituci¨®n se haga visible en su gesti¨®n y, a la vez, logre contar con m¨¢s apoyo del Departamento de Educaci¨®n para, desde la irrenunciable autonom¨ªa universitaria, poder avanzar en una mayor cohesi¨®n interna, que a su vez descanse en la defensa de unos valores compartidos por el conjunto de la comunidad universitaria. Que pueda, en definitiva, situar a la UPV-EHU en el lugar que le corresponde en la vida institucional y social del Pa¨ªs Vasco. Las gentes de la universidad, pero tambi¨¦n el conjunto de la ciudadan¨ªa, necesitan -necesitamos- ese nuevo tiempo.