La polic¨ªa dej¨® a la mujer sin vigilancia ni tel¨¦fono de guardia
Jenny Lara no tuvo un agente que la vigilara frente a las continuas amenazas de su ex compa?ero, seg¨²n fuentes policiales. El deterioro de la relaci¨®n llev¨® a ambos a una retah¨ªla de denuncias mutuas por amenazas, por lesiones, por injurias, por la custodia de los peque?os... Y a pesar de la reciente orden de alejamiento dictada por el Juzgado de Lo Penal n¨²mero seis de Valencia el 26 de diciembre de 2003, Jenny Lara no ten¨ªa a su disposici¨®n un tel¨¦fono de emergencia al que llamar ni un agente de la polic¨ªa de referencia. La Ley de Protecci¨®n a las V¨ªctimas de Violencia Dom¨¦stica, en vigor desde el pasado a?o, establece que la polic¨ªa haga seguimiento del cumplimiento de las ¨®rdenes de alejamiento. Pero adem¨¢s, establece que a discreci¨®n de los agentes se vigilen de forma espec¨ªfica aquellas situaciones de peligrosidad evidente.
A pesar de que el juzgado dict¨® la orden en el m¨ªnimo tiempo posible para frenar la violencia verbal y f¨ªsica entre la pareja, el caso de Jenny Lara no fue considerado urgente, por eso no hab¨ªa agentes que habitualmente hablaran con ella y conocieran c¨®mo se encontraba. Tampoco tuvo un tel¨¦fono de la polic¨ªa en el que respondiera siempre el mismo agente, conocedor de los detalles del caso. De hecho, cuando en la madrugada de ayer las unidades de la polic¨ªa local y la nacional acudieron en auxilio de la mujer porque su ex compa?ero la amenaz¨®, no dieron parte al juzgado de guardia de lo ocurrido. La falta de efectivos hace, por ejemplo, que s¨®lo en la ciudad de Valencia haya diez agentes para m¨¢s de 220 ¨®rdenes de protecci¨®n dictadas por los jueces, de las que s¨®lo pueden vigilar a 21.
Para Jenny Lara, seg¨²n testimonios de los vecinos, Jos¨¦ era el ¨²nico elemento de seguridad. Cada vez que ocurr¨ªa algo, que se sent¨ªa atemorizada, que Ismael Pablo la amenazaba, lo llamaba para que la protegiera a ella y a sus hijos. Joana, amiga de la v¨ªctima, y otras compa?eras de origen dominicano, explicaron ayer que Jenny "llevaba a?os sometida a un estado de terror que la invalidaba para muchas cosas y s¨®lo pod¨ªa refugiarse en sus amigas y en Jos¨¦". Vecinas y compa?eras de Jenny reiteraron ayer que "la justicia, la polic¨ªa, los de trabajo social, la abandonaron desde el primer d¨ªa, no han reaccionado a pesar de las amenazas, ¨¦l le envi¨® en un mes y medio al menos una veintena de cartas amenaz¨¢ndola".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.