Sin medias y a lo loco
El Atl¨¦tico vence al Celta en un encuentro de ida y vuelta a toda velocidad en el que no existi¨® el centro del campo
Goles, s¨ª. Elaboraci¨®n, no. Oportunidades y carreras, s¨ª. Toque y control, no. La zona central del c¨¦sped del Calder¨®n era un polo magn¨¦tico que repel¨ªa el bal¨®n hac¨ªa las ¨¢reas. Ni Simeone, en el Atl¨¦tico; ni Luccin, en el Celta. Ni un medio centro ni otro consiguieron que la pelota se entretuviese unos segundos por la zona del eje. As¨ª, el equipo con los delanteros m¨¢s veloces y acertados, Paunovic y Torres, rojiblancos, pegaba m¨¢s y mejor. El conjunto con los defensas menos aplicados en las marcas, Berizzo y M¨¦ndez, del Celta, recib¨ªa m¨¢s golpes y m¨¢s dolorosos. Y r¨¢pidos. En el segundo tiempo, con la inclusi¨®n en el campo de Edu y Pinilla, los papeles se invirtieron y la aceleraci¨®n permanente favoreci¨® m¨¢s al equipo gallego. Pero ya era tarde. El Atl¨¦tico acab¨® atrincherado atr¨¢s y contando con los dedos de las manos los segundos que quedaban para que concluyese el partido. Con Manzano fuera de s¨ª y desga?itado en una banda y los aficionados rezando porque a la pelota no le diera por entrar en la porter¨ªa que m¨¢s rondaba, la de Juanma.
ATL?TICO 3 - CELTA 2
Atl¨¦tico: Juanma; Gaspar, Garc¨ªa Calvo (Santi, m. 62), Lequi, Sergi; Simeone (Gabi, m. 58); Aguilera, Jorge, Nano; Paunovic (Nikolaidis, m. 75); y Fernando Torres.
Celta: Cavallero; Velasco, M¨¦ndez, Berizzo, Juanfran; Luccin, Oubi?a; Angel, Gustavo L¨®pez (Ed¨², m. 55); Ilic (Pinilla, m. 66) y Milosevic.
Goles: 1-0. M. 1. Paunovic cruza desde la derecha y Nano empalma a gol.
2-0. M. 5. Torres, solo en el ¨¢rea peque?a y a pase de Aguilera.
2-1. M. 30. Milosevic cabecea picado una falta botada por ?ngel desde la izquierda.
3-1. M. 38. Garc¨ªa Calvo, tras un rechace de Oubi?a.
3-2. M. 68. Ed¨² se adelanta a Juanma y remacha un cabezazo de Milosevic.
?rbitro: Daud¨¦n Ib¨¢?ez. Amonest¨® a M¨¦ndez, ?ngel, Lequi, y Sergi. Tambi¨¦n amonest¨® al t¨¦cnico rojiblanco Gregorio Manzano. Expuls¨® a Berizzo (m. 88.).
Unos 40.000 espectadores en el Calder¨®n.
El comienzo, sin embargo, fue muy distinto. En cinco minutos el Atl¨¦tico hab¨ªa marcado dos goles por errores de bulto en el marcaje de los defensores del equipo gallego. El primero, una excelente jugada de contrataque de Paunovic, porque los centrales del Celta se tragaron el cebo y persiguieron por el centro a Fernando Torres mientras Nano aguardaba solo la pelota en la izquierda para soltar un empalme imparable para Cavallero. Hab¨ªan pasado 58 segundos desde el pitido inicial. El segundo, porque Torres, el mismo al que hab¨ªan acorralado in¨²tilmente en el tanto de Nano, circulaba a sus anchas por el ¨¢rea peque?a. El reloj se?alaba que se llevaban cinco minutos de partido.
Y vuelta a empezar. El bal¨®n empez¨® a navegar cada vez m¨¢s por por el ¨¢rea de Juanma, empujado por los remos laterales de ?ngel y Gustavo L¨®pez, por la vela desplegada por Ilic, habilidoso y r¨¢pido, y por el m¨¢stil que supone la envergadura de Milosevic, mezcla de calidad y fuerza f¨ªsica. Lequi andaba un tanto aturullado y cerca estuvo de meterse un gol en propia puerta, despejando con tanto efecto que Juanma tuvo que hacer su mejor intervenci¨®n de la noche ante el central argentino.
Marc¨® Milosevic y la marea se torn¨® en resaca. Otra vez las carreras acababan en la meta de Cavallero. Y en el 38 del primer periodo, Garc¨ªa Calvo se aprovech¨® de un rechace para marcar el 3-1. Naturalemente, del centro del campo segu¨ªa sin haber noticias. Los dos equipos parec¨ªan haber acordado ahorrarse ese pesado tr¨¢mite de tener que construir el juego con un rival incomodando la transici¨®n de la pelota de un lado a otro del terreno de juego.
Oubi?a estrell¨® un bal¨®n en el larguero al poco de comenzar el segundo periodo. ?ngel insisti¨® en castigar al travesa?o a los 60 minutos del partido. La pelota pareci¨® entrar en la porter¨ªa tras el rebote. Milosevic se qued¨® solo al cuarto de hora, Ilic dispar¨® duro desde la frontal, Paunovic se escap¨® en un par de ocasiones, Torres se transmut¨® en Hasselbaink para golpear muy duro y desde muy lejos, el propio Ni?o se sac¨® un remate acrob¨¢tico y eficaz a la media vuelta que detuvo Cavallero...
Ritmo. Sin diques de contenci¨®n, el encuentro fue muy vivo. Un partido entretenido para los espectadores, pero muy irritante para los entrenadores. No tanto por la posici¨®n de los futbolistas, sino por el vuelo de la pelota. Un vuelo que dibujaba cada poco una ocasi¨®n de gol. Sobre todo, del conjunto vigu¨¦s. As¨ª lleg¨® el segundo del Celta. Una falta de Santi a Pinilla en la frontal que prolong¨® Milosevic de cabeza y Edu, en el pico izquierdo del ¨¢rea peque?a, se adelant¨® a la salida de Juanma.
Gregorio Manzano trat¨® de ralentizar el encuentro sustituyendo a Simeone por el canterano Gabi. Demasiado tarde. Si el partido estaba desbocado desde el minuto uno, era imposible embridarlo cuando los jugadores ya soltaban el resuello y buscaban la ida y la vuelta permanente, aunque s¨®lo fuera por inercia. El t¨¦cnico jienense no s¨®lo no consigui¨® su prop¨®sito sino que el choque enloqueci¨® a¨²n m¨¢s.
En los ¨²ltimos minutos el Celta intensific¨® a¨²n m¨¢s su dominio y se qued¨® en exclusiva la patente de la pelota y su transporte a la meta rival. Juanma viv¨ªa en estado de excepci¨®n permanente. Santi era incapaz de sujetar a nadie y el Calder¨®n aguantaba la respiraci¨®n aguardando el inevitable tanto del empate. El partido se hab¨ªa girado sim¨¦tricamente 180 grados y acababa justo al rev¨¦s de como comenz¨®. Con una sola disimilitud: Milosevic no fue capaz de marcar en el minuto final cuando estaba solo a un metro de la l¨ªnea de gol. El serbio no pudo girar el espejo del gol de Nano y cerrar el encuentro como comenz¨®.
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