Teatro en Almer¨ªa
El s¨¢bado 17 de abril, se escenific¨® en el teatro Apolo de Almer¨ªa una ¨²nica representaci¨®n verdaderamente agradable.
Seg¨²n mi punto de vista, la obra trata el tema del suicidio de forma ir¨®nica, usando la reducci¨®n al absurdo.
El escenario de este tema de fondo es un centro de rehabilitaci¨®n de suicidas que basa su terapia en que los mismos consigan su prop¨®sito de quitarse la vida mediante numerosos sistemas, o sea, pr¨¢cticamente al gusto.
Se representan diferentes personajes en el susodicho lugar. Globalmente, la obra destaca la fortaleza de la naturaleza humana y la sabidur¨ªa de la madre naturaleza en el inter¨¦s de cada uno de nosotros por la vida, a pesar de las circunstancias individuales, sean ¨¦stas cu¨¢les sean; llegando al final a la conclusi¨®n en la que no tiene objeto el suicidio y aprovechando la llegada de la primavera acuden al remedio m¨¢s sencillo: la primavera no es ¨¦poca de suicidio, o lo que es lo mismo a la ingeniosa frase que da t¨ªtulo a la obra: Prohibido suicidarse en primavera.
Entre los distintos personajes cabe destacarlos a todos y cada uno de ellos por su actuaci¨®n. Desde el chico parado (con tintes sic¨®ticos) a la pareja de enamorados (la actuaci¨®n de ella sobre el escenario es estudiada y digna de elogio), y sin dejar en ning¨²n momento al profesor de Filosof¨ªa en una actuaci¨®n, aunque breve, sublime, que le llevaba hasta haberse salido del escenario.
La profesionalidad de cada actor es s¨®lo comparable al calor humano de cada uno de ellos y del personal del propio teatro, buscando en cada momento ser todos una gran familia, en uni¨®n con los espectadores. Porque yo creo que en la funci¨®n del teatro de hacer realidad la fantas¨ªa, y esa noche, en el teatro Apolo, yo, personalmente, pude palpar la misma.
Seg¨²n dijo alguien, cuando el actor se cree su papel, ha llegado el momento de despedirle. Creo que estamos en la excepci¨®n que confirma la regla, yo ni puedo ni s¨¦ decir si se cre¨ªan su papel los actores pero, desde mi butaca, sent¨ª aut¨¦ntico placer por el inter¨¦s que pon¨ªan en cada actuaci¨®n frente a m¨ª.
Parece ser que es la ¨²nica representaci¨®n de la obra. Es una pena, al igual que lo es el hecho de una conservaci¨®n del teatro que no es como se merecen los que trabajan all¨ª, trabajo que hacen y muy bien.
Pero espero que, por lo menos, podamos disfrutar de todo ello mucho tiempo m¨¢s.
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