El monocultivo pasa factura
Los cimientos de la econom¨ªa de Ja¨¦n pueden tambalearse por los recortes en las ayudas al olivar
Lo han dicho todas las organizaciones agrarias, se ha corroborado por la Junta de Andaluc¨ªa y todos los partidos y lo avalan los economistas: Ja¨¦n es la provincia que m¨¢s se juega con la nueva reforma de la OCM del olivar. El territorio que concentra el 20% de la producci¨®n mundial de aceite de oliva recibi¨® el ¨²ltimo a?o 431 millones de euros en ayudas comunitarias, lo que supone el 41% de todo el presupuesto asignado a Espa?a. El nuevo escenario deja en el aire el 40% de las subvenciones que ahora se reciben, que podr¨ªan volar hacia otras zonas con olivar menos productivo. Aunque el criterio definitivo de reparto del sobre nacional no se decidir¨¢ hasta dentro de varios meses, la reforma aprobada por la UE no ha hecho m¨¢s que acelerar el debate sobre los efectos del monocultivo del olivar en una tierra hegem¨®nica a la hora de producir, pero que deja escapar la mayor parte del valor a?adido por carecer de instrumentos de comercializaci¨®n.
El valor total de la producci¨®n final agraria de Ja¨¦n fue el a?o pasado de 1.509 millones de euros, de los que 1.315 millones (el 93%) los gener¨® el olivar. El peso de la agricultura en el PIB de Ja¨¦n duplica al que dicha actividad tiene en Andaluc¨ªa y es cuatro veces superior al conjunto nacional. Un nutrido grupo de expertos, reunidos en la publicaci¨®n Ja¨¦n, 25 a?os de Democracia, editada por la Diputaci¨®n Provincial, coinciden a la hora de analizar las luces y sombras de la econom¨ªa provincial y la influencia de las ayudas para un sector m¨¢s amenazado que nunca por la liberalizaci¨®n del mercado.
Manuel Parras Rosa, profesor de Comercializaci¨®n e Investigaci¨®n de Mercados de la Universidad de Ja¨¦n y presidente del Consejo Econ¨®mico y Social (CES) de Ja¨¦n, tiene claro que la modernizaci¨®n del sector ole¨ªcola en los ¨²ltimos a?os tiene mucho que ver con las ayudas recibidas desde la adhesi¨®n de Espa?a a la Uni¨®n Europea. Sin embargo, el nuevo escenario motivado por la liberaci¨®n de la agricultura en el marco de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC) trae una serie de amenazas que, a juicio de Parras, son las siguientes: Recorte de las subvenciones; mayor apertura a aceites de otros pa¨ªses no comunitarios; incremento de la oferta por el aumento de la superficie de olivar y las mejoras agron¨®micas con los consecuentes efectos sobre el nivel de ayudas y de precios "que disminuir¨¢ a no ser que se incremente el consumo en una cuant¨ªa semejante al aumento de la oferta"; la supresi¨®n del mecanismo y precio de intervenci¨®n que garantizaba el cobro seguro; y el desconocimiento de los aceites v¨ªrgenes de calidad.
El crecimiento de la superficie cultivable de olivar en Ja¨¦n ha sido espectacular. A principios del siglo pasado hab¨ªa 152.650 hect¨¢reas y ahora la cifra ya ronda las 600.000 hect¨¢reas. El olivar ha pasado de suponer el 12,6% de la superficie total cultivada a concentrar ahora el 90%. Pedro Ruiz Avil¨¦s, ingeniero agr¨®nomo y soci¨®logo del Centro de Investigaci¨®n y Formaci¨®n Agraria de C¨®rdoba, considera que una de las ¨¦pocas de mayor expansi¨®n del olivar fue la ¨²ltima d¨¦cada del pasado siglo, a ra¨ªz de la llegada de las subvenciones de la UE. Pero la "fiebre de plantar olivos" ni siquiera se detuvo al excluirse las ayudas europeas para las plantaciones, posteriores al 1 de mayo de 1998.
Ahora bien, recientes estudios realizados por la Diputaci¨®n de Ja¨¦n y la Consejer¨ªa de Agricultura, ponen de manifiesto que unas 30.000 explotaciones andaluzas, de ellas unas 12.000 de Ja¨¦n, que obtienen rendimientos inferiores a los 1.800 kilos por hect¨¢rea se sit¨²an en la actualidad por debajo de su umbral de rentabilidad. "Y esto sucede cuando a¨²n no se hallan en plena producci¨®n alrededor de 50.000 hect¨¢reas de nuevas plantaciones que consolidar¨¢n producciones medias de m¨¢s de 1,3 millones de toneladas al a?o y que conducir¨¢n, de no modificarse el sistema, a una subvenci¨®n media recortada y en el entorno de los 0,6 euros por kilo de aceite, la mitad de la asignada en la OCM", advierte Ruiz Avil¨¦s.
El "panorama sombr¨ªo" para el medio rural jiennense al que se refiere Ruiz Avil¨¦s est¨¢ a¨²n m¨¢s amenazado por el incremento de plantaciones en Latinoam¨¦rica, Australia, Turqu¨ªa o el Magreb. "Dram¨¢ticamente, de una buena o mala cosecha depende el nivel de vida de la mitad de los habitantes de la provincia", agrega Ruiz Avil¨¦s, que recuerda que m¨¢s del 65% de los olivareros jiennenses tienen menos de cinco hect¨¢reas, por lo que han de completar sus ingresos con la recolecci¨®n de aceituna por cuenta ajena.
'El futuro es el consumo'
"Ja¨¦n adora su olivo, pero valora poco su aceite". La frase es de Anunciaci¨®n Carpio, bi¨®loga y especialista en aceite de oliva, que tiene claro que "el futuro del olivar no est¨¢ en las ayudas, sino en el consumidor". Para ello, Carpio cree que a¨²n debe mejorarse mucho la conciencia de los productores en cuanto a la calidad y comercializaci¨®n. A su juicio, no s¨®lo deben impulsarse las acciones de promoci¨®n, sino tambi¨¦n las de informaci¨®n y formaci¨®n en la calidad, "¨²nica v¨ªa de diferenciaci¨®n para incrementar la demanda".
Lo mismo opina el profesor Manuel Parras, para quien "la espiral de desarrollo del sector ole¨ªcola ha de ser calidad y comercializaci¨®n eficiente", pues "no tiene sentido aplicar recursos para obtener aceites de calidad y no hacerlo para incrementar su consumo".
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