El estr¨¦s de Masako
La esposa del heredero de Jap¨®n no asistir¨¢ a la boda de Felipe y Letizia
La princesa heredera Masako ha regresado a palacio esta semana, tras un mes de ausencia de la principal residencia imperial, en Tokio, y cuatro sin aparecer en p¨²blico por su mala salud, resultado de su estr¨¦s debido a su encorsetada vida y a que no ha podido dar un heredero var¨®n al trono de los crisantemos. Su retorno de la casa de vacaciones de sus padres en las monta?as de Karuizawa, a casi un centenar de kil¨®metros al noroeste de Tokio, adonde lleg¨® buscando refugio el 25 de marzo, se ha producido, seg¨²n el jefe de la Casa de la Princesa Heredera, Hideki Hayashida, porque "se ha hecho dif¨ªcil mantener un ambiente tranquilo con el comienzo de las vacaciones" de la Semana Dorada, el periodo del a?o con mayor movimiento viajero en Jap¨®n.
La princesa ha regresado a palacio despu¨¦s de cuatro meses sin aparecer en p¨²blico
La princesa no se ha recuperado totalmente y por ello necesitar¨¢ m¨¢s descanso antes de reanudar sus obligaciones oficiales, extremo que se desconoce cu¨¢ndo se producir¨¢, inform¨® el portavoz de la agencia de la casa imperial, Yasuo Moriyama. Pocas semanas antes, la propia Masako hab¨ªa revelado que "desde mi matrimonio, hace m¨¢s de 10 a?os, he intentado hacerlo todo lo mejor posible, bajo una gran presi¨®n, en un ambiente poco familiar. Sin embargo, mi salud ha sufrido por la acumulaci¨®n de fatiga mental y f¨ªsica".
Masako busc¨® refugio fuera del ambiente de palacio y en su madre, con quien ha pasado un mes, frente a las dos semanas inicialmente previstas, y con el ¨²nico v¨¢stago nacido de su matrimonio, la princesa Aiko, de dos a?os.
Hace ya cuatro meses que Masako no aparece en acto oficial alguno, como tampoco acudir¨¢ con su marido a la boda del heredero de la Corona espa?ola, Felipe de Borb¨®n, con Letizia Ortiz, a pesar de que los pr¨ªncipes japoneses tienen una especial vinculaci¨®n con la familia real espa?ola.
Naruhito, que ha mostrado su solidaridad con su esposa para "ayudar a que mejore su salud", la eligi¨® entre 300 candidatas y pese a que la casa imperial la consider¨® inapropiada, pues era una mujer de carrera, una diplom¨¢tica. Finalmente, tras una gran presi¨®n desde todos los ¨¢mbitos, acept¨® y renunci¨® as¨ª a su profesi¨®n, al casarse en 1993 con el heredero. La princesa se qued¨® embarazada despu¨¦s de ocho a?os de matrimonio, tras un aborto natural en 1999, que se atribuy¨® a la excesiva atenci¨®n de los medios de prensa.
Cuando tuvo a su hija, no disminuy¨® en nada el lastre que pesaba sobre ella: traer al mundo un heredero var¨®n. En la familia imperial japonesa no nacen varones desde 1965, en que lleg¨® al mundo el pr¨ªncipe Akishino, hermano menor de Naruhito, que tiene dos hijas, a lo que se a?ade el que la hermana de ambos, de 35 a?os, no tiene planes inmediatos de boda, como ella misma ha advertido.
La Constituci¨®n japonesa, redactada tras la II Guerra Mundial, exige que s¨®lo los varones accedan al trono, pero ante la posibilidad de que no vaya a haber heredero se ha abierto un debate p¨²blico sobre la conveniencia de que la monarqu¨ªa m¨¢s vieja del mundo se vea compelida a cambiar sus reglas de sucesi¨®n y permitir que sea una mujer la que porte la corona. Sin embargo, el Gobierno no parece muy decidido a llevar ese debate a la escena pol¨ªtica, pues podr¨ªa llegar a cuestionar el sistema imperial. Pese a que su m¨¢ximo representante carece de poder, la instituci¨®n sigue siendo un s¨ªmbolo de la naci¨®n y muy venerada. Con esa presi¨®n, no es de extra?ar que, en diciembre, Masako, de 40 a?os, tuviera que ser hospitalizada por padecer herpes z¨®ster, una infecci¨®n dolorosa, por lo general carente de peligro y originada por el estr¨¦s y el agotamiento.
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