La paciencia del dem¨¦rito

Discut¨ªa con mi amigo Enrique sobre lo que pod¨ªamos los andaluces esperar en esta nueva legislatura. Intentaba adoptar una actitud positiva, pero mi amigo no paraba de tirar por tierra mis argumentos. Quer¨ªa conseguir de Enrique que, al menos, hasta que transcurrieran los consabidos 100 d¨ªas de pleites¨ªa, diera una oportunidad a la paciencia.

Enrique, que no conced¨ªa a la mayor¨ªa ning¨²n m¨¦rito propio, sino que machaconamente insist¨ªa en que aquel resultado se deb¨ªa al dem¨¦rito del PP, siendo como era un correligionario de la utop¨ªa, era a¨²n m¨¢s cr¨ªtico con los que, en buena lid, debieran ser sus colegas de la izquierda.

"?A qui¨¦n se le ocurre en una semana improvisar una estructura organizativa que significa un cambio tan grande como el que se propone con esa Consejer¨ªa AVE del ICE?". "?Qu¨¦ quieres decirme?", le repuse.

"S¨ª, hombre, el AVE es un tren s¨²per r¨¢pido, la r¨¢pida Consejer¨ªa esa de la Innovaci¨®n, Ciencia y Empresa (ICE) no deja de ser un tren que aglutina en sus vagones competencias de otras consejer¨ªas que tienen que ver con la investigaci¨®n y su desarrollo". "Bueno y eso qu¨¦ tiene de malo, o es que ?no estabas de acuerdo, en su d¨ªa, con aquello de la segunda modernizaci¨®n?", le dije.

"Claro, pero como ocurre con el AVE, ver¨¢s como ¨¦stos no te devuelven tu voto si llegan tarde al prop¨®sito de su petulante e improvisada creaci¨®n". A?adi¨®: "Estoy seguro de que entre expedientes de alevines, c¨¦lulas madre, red de redes, ordenadores, tesis doctorales, marrones de esos de la deslocalizaci¨®n de la industria y otras zarandajas, nunca llegar¨¢ pronto a la primera estaci¨®n que tiene Andaluc¨ªa, por consiguiente, la Junta, que es la de acabar con el paro".

Quise reconducir el tema y no se me ocurri¨® otra cosa que decirle: "Enrique, f¨ªjate si lo van hacer bien, que al paro ya lo llaman desempleo y han montado una Consejer¨ªa s¨®lo para el Empleo".