Antonio Beteta acusa a los socialistas de representar la "izquierda vergonzante" y defiende el d¨¦ficit cero

El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, afirm¨® ayer que la diferencia entre IU y el PSOE es que los primeros defienden abiertamente el d¨¦ficit p¨²blico, frente a los segundos, que no lo hacen abiertamente y por eso son la "izquierda vergonzante". Beteta sostuvo que el discurso del PSOE, "a diferencia del de IU, no tiene base pol¨ªtica", sino que est¨¢ construido a base de "demagogia" y "regate en corto". ?ste fue s¨®lo uno de los descalificativos que se lanzaron ayer gobierno auton¨®mico y oposici¨®n durante el debate a las enmiendas a los presupuesto de 2004. Por supuesto, Rafael Simancas les devolvi¨® el apelativo: "A ver si van a ser ustedes la derechona vergonzante". A la presidenta, Esperanza Aguirre, le dijo que comprend¨ªa que no hubiese tiempo para hacer estos presupuestos, porque, dijo, en sus cinco primeros meses de mandato "ha estado pele¨¢ndose con todo el mundo", en referencia a sus desavenencias con su compa?ero de partido y alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n.

Fausto Fern¨¢ndez, portavoz de IU, tambi¨¦n abund¨® en estos problemas y, efectivamente, afirm¨® que no hay que "huir del d¨¦ficit p¨²blico", sino que, simplemente, "hay que responder a las necesidades de los madrile?os". Cit¨® a pa¨ªses europeos en los que no se ha respetado la norma del d¨¦ficit cero en favor de la calidad de vida de los ciudadanos.

Por su parte, la consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo, defendi¨® tambi¨¦n "la filosof¨ªa del d¨¦ficit cero" y las bondades de un Gobierno que es capaz de autofinanciarse.

Los aplausos y los abucheos fueron la nota dominante. Los dos portavoces de la oposici¨®n dirigieron en todo momento sus discursos a la presidenta de la Comunidad, que permanec¨ªa en su asiento afirmando o negando con la cabeza como respuesta a los ataques directos hacia ella.

Hidalgo se lleg¨® a quejar abiertamente de que no se dirigiesen a ella, que era realmente su interlocutor. Pero la consejera tuvo su momento de gloria al final de la sesi¨®n, cuando sus compa?eros de partido llegaron a pedir una oreja, "a la manera taurina", para ella.