Un l¨ªder sin defectos
El Valencia ha sumado a su gran defensa un poder¨ªo ofensivo sorprendente
El Valencia que gan¨® la Liga 2001-2002 bas¨® su ¨¦xito en una gran¨ªtica defensa -apenas recibi¨® 27 tantos en 38 jornadas- y un aprovechamiento m¨¢ximo de sus ocasiones de gol -acab¨® el curso con 51 goles, 14 menos que el Depor, segundo entonces-. Con un estilo tan discutido como v¨¢lido, aquel equipo, dirigido como ahora por Rafa Ben¨ªtez, se habr¨ªa defendido bien en las temporadas italianas m¨¢s duras.
El Valencia que conquist¨® ayer, en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, su sexto t¨ªtulo liguero no ha perdido un gramo de consistencia defensiva: es el menos goleado, con 24, la mitad que el Madrid, segundo, y 13 menos que el Bar?a, tercero. Sin embargo, ha multiplicado sus soluciones ofensivas para convertirse en uno de los equipos m¨¢s realizadores: 70. O sea, estamos ante un campe¨®n completo, sin defectos.
El conjunto de Ben¨ªtez ha recibido 24 goles, la mitad que el Madrid y 13 menos que el Bar?a
La clave de la metamorfosis experimentada est¨¢ en las prestaciones alcanzadas por futbolistas como Mista o Vicente, los dos m¨¢ximos goleadores. El primero, de 25 a?os, ha sido una de las gratas sorpresas del campeonato. Fichado al Tenerife en el verano de 2001, en su primera campa?a en el Valencia marc¨® cuatro goles; en la siguiente, siete, y 19 este curso, una cifra que le ha convertido en el m¨¢ximo goleador espa?ol de la Liga.
Si Mista ha firmado la mejor campa?a de su trayectoria, el interior zurdo Vicente, de 22 a?os, ha ratificado las cualidades que apuntaba desde las categor¨ªas inferiores. Con 12 tantos y siete asistencias de gol, el internacional valenciano ha desempe?ado un papel fundamental en la conquista del t¨ªtulo. No s¨®lo ha marcado y facilitado goles, sino que tambi¨¦n es el que m¨¢s centros al ¨¢rea ha realizado y el que m¨¢s faltas ha recibido. Sus n¨²meros contrastan con los de campa?as anteriores. En la 2001-2002 firm¨® dos goles; la pasada, s¨®lo uno.
La transformaci¨®n del Valencia, sorprendente atendiendo al car¨¢cter cicatero de que ha hecho gala el equipo en los ¨²ltimos a?os, tiene su miga, pues Mista estuvo a un paso de ser traspasado al Sevilla el pasado verano. Sin embargo, el delantero murciano, empe?ado en demostrar su val¨ªa, tumb¨® la operaci¨®n. Ahora, su cotizaci¨®n se ha disparado.
La fiabilidad del Valencia, en todo caso, no parece que dependa de ning¨²n jugador. Un dato: la aportaci¨®n de Aimar en el ¨²ltimo tramo del curso 2001-2002 fue decisiva. Esta temporada, en cambio, ha sido discreta: el conjunto de Ben¨ªtez encaden¨® cinco victorias consecutivas en la Liga sin el concurso del argentino, lesionado. ?Y Mista? Sin apenas protagonismo hace dos temporadas, este curso ha resultado vital. Esto significa que la plantilla ha desarrollado una serie de automatismos que se activan con la misma precisi¨®n est¨¦n unos u otros en el campo. No hay elementos imprescindibles. Si acaso, la pareja Albelda-Baraja, motor de un grupo que funciona casi de memoria.
Como hace dos temporadas, Ben¨ªtez ha recurrido a las rotaciones para dosificar al plantel, que ha llegado fresco al ¨²ltimo tercio del campeonato. El equipo ha respondido a todas las soluciones ensayadas por el t¨¦cnico. La contribuci¨®n del punta brasile?o Oliveira, a la sombra de Mista casi toda la temporada, fue letal ante el Madrid (2-0) y el Barcelona (0-1) en la ida. Pero tambi¨¦n en las goleadas endosadas al Mallorca (0-5) y al M¨¢laga (1-6). En ambos encuentros firm¨® un hat trick. Tambi¨¦n el franc¨¦s Sissoko ha cumplido como titular en vez de Baraja cuando Ben¨ªtez ha concedido a ¨¦ste un descanso.
La solvencia ofensiva no repercuti¨® en el rendimiento defensivo, principal se?a de identidad del Valencia en los ¨²ltimos a?os. El conjunto de Mestalla construy¨® sus ¨²ltimos ¨¦xitos -la Copa del Rey de 1999, las dos finales de la Champions de 2000 y 2001 y los dos ¨²ltimos t¨ªtulos ligueros- a base de orden, perseverancia y una f¨¦rrea convicci¨®n en sus posibilidades. Fue el menos goleado hace dos temporadas, la pasada y la actual. El Valencia ha recibido este curso una media de 0,71 goles por partido mientras el Madrid, su principal rival, casi el doble. Cualquiera de las combinaciones de defensas centrales (Pellegrino-Marchena, Ayala-Pellegrino, Marchena-Ayala e incluso Navarro con cualquiera de estos tres ¨²ltimos) resulta igual de eficaz. Un detalle: el grupo de Ben¨ªtez ha finalizado imbatido en 19 partidos mientras el Madrid s¨®lo en cinco.
Por otra parte, el Valencia ha marcado esta temporada en todos los partidos menos en cuatro mientras hace dos temporadas se qued¨® sin marcar en siete. Otro dato que llama la atenci¨®n es las ocho veces que este curso consigui¨® tres o m¨¢s goles en un encuentro; en la 2001-2002, apenas tres veces.
Ben¨ªtez ha utilizado 22 futbolistas en la Liga; 16 de ellos han marcado, pero entre tres -Mista, Vicente y Oliveira- suman m¨¢s de la mitad de los tantos del equipo. ?sta es la principal diferencia respecto al Valencia del curso 2001-2002, cuyo m¨¢ximo goleador fue Baraja, con seis.
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