El CNI advirti¨® a Aznar en octubre de 2003 de que tomara en serio la amenaza de Bin Laden

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elev¨® al Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a lo largo del a?o pasado, varios informes en los que vinculaba el protagonismo de Espa?a en la guerra de Irak con el aumento del riesgo de atentados por parte de grupos integristas isl¨¢micos. El m¨¢s contundente de estos informes, clasificados como secretos, llevaba fecha de 27 de octubre de 2003 y advert¨ªa de que se tomaran "en serio" las amenazas contra Espa?a vertidas por el m¨¢ximo l¨ªder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en una grabaci¨®n de audio difundida el d¨ªa 18 de ese mes por la televisi¨®n Al Yazira.

La "nota informativa" de octubre de 2003 era una "evaluaci¨®n de la amenaza" que supon¨ªa para la seguridad nacional el terrorismo islamista, elaborada tras la difusi¨®n del mensaje de Bin Laden. "Nos reservamos el derecho de responder, en el momento y lugar oportunos, contra todos los pa¨ªses que participan en esta guerra injusta [en alusi¨®n a Irak], en particular Gran Breta?a, Espa?a, Australia, Polonia, Jap¨®n e Italia", dec¨ªa la grabaci¨®n.

Los analistas del centro de inteligencia llegaron a la conclusi¨®n de que la amenaza deb¨ªa tomarse en serio, incluso si posteriores an¨¢lisis demostrasen que la voz de la cinta difundida por la cadena qatar¨ª no correspond¨ªa a Bin Laden, lo que en ese momento a¨²n no se sab¨ªa con seguridad. La raz¨®n era sencilla: el llamamiento del multimillonario saud¨ª se consideraba aut¨¦ntico entre los radicales islamistas y cualquiera pod¨ªa ejecutar su dictado aunque no recibiera una orden expresa, lo que no resulta necesario en la nebulosa de grupos, sin estructura jer¨¢rquica, que utilizan la marca Al Qaeda.

El servicio secreto constat¨®, adem¨¢s, la existencia de una creciente hostilidad hacia Espa?a en la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe. Aunque el Gobierno espa?ol no intervino militarmente en la invasi¨®n de Irak, tuvo un destacado protagonismo pol¨ªtico, a trav¨¦s de su presencia en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Cumbre de las Azores. El informe del 27 de octubre alud¨ªa a la celebraci¨®n en Madrid de la Cumbre de Donantes para la Reconstrucci¨®n de Irak, los d¨ªas 23 y 24 de ese mismo mes, como otro acontecimiento que hab¨ªa colocado a Espa?a en el primer plano.

Aunque parezca un hecho anecd¨®tico, tambi¨¦n mencionaba la detenci¨®n, el 5 de septiembre en Granada, del corresponsal de Al Yazira Tayseer Alouny, que entrevist¨® a Bin Laden durante la guerra de Afganist¨¢n, y cuyo encarcelamiento en Espa?a por orden del juez Baltasar Garz¨®n tuvo un amplio eco en los medios de comunicaci¨®n ¨¢rabes.

Islamistas y delincuentes

El informe del CNI no daba muchas pistas sobre qui¨¦n, c¨®mo y cu¨¢ndo podr¨ªan ejecutarse las amenazas de Al Qaeda, pero subrayaba la presencia en Espa?a de varios grupos de radicales isl¨¢micos, que pod¨ªan actuar como "c¨¦lulas durmientes" y activarse en cualquier momento para cometer atentados.

La investigaci¨®n de la matanza del 11-M en Madrid confirmar¨ªa medio a?o m¨¢s tarde uno de los aspectos m¨¢s sorprendentes que inclu¨ªa la nota del servicio secreto: la conexi¨®n entre radicales islamistas y elementos vinculados a la delincuencia com¨²n.

El informe del CNI tambi¨¦n constataba que las bombas del 16 de mayo de 2003 en Casablanca (Marruecos) -que costaron la vida a 45 personas; entre ellas, cuatro ciudadanos espa?oles- no s¨®lo hab¨ªan tenido entre sus objetivos la Casa de Espa?a, sino que la posterior represi¨®n de la polic¨ªa marroqu¨ª hab¨ªa provocado una fuga hacia territorio espa?ol, en busca de refugio, de individuos relacionados con el integrismo isl¨¢mico, lo que constitu¨ªa un riesgo adicional.

El CNI sigui¨® los pasos de algunos de ellos, centr¨¢ndose especialmente en Ceuta y Melilla, donde ten¨ªa mayor experiencia y facilidad de penetraci¨®n.

Todos estos elementos llevaron al servicio secreto a concluir que exist¨ªa un riesgo serio de atentado islamista en un plazo de tiempo no muy largo. Aunque la mayor¨ªa de las informaciones del CNI apuntaban a las tropas espa?olas en Irak o intereses espa?oles en pa¨ªses ¨¢rabes como objetivos m¨¢s probables, el informe del 27 de octubre no descartaba atentados en territorio espa?ol.

El documento mostraba especial preocupaci¨®n por la seguridad de las aeronaves de Estado, quiz¨¢ porque se redact¨® pocos d¨ªas despu¨¦s del viaje que, entre el 19 y el 23 de octubre, realizaron los Reyes a Siria y varios emiratos del golfo P¨¦rsico.

A pesar de que el centro de inteligencia, como demuestran sus informes, era plenamente consciente de la amenaza creciente que el terrorismo islamista supon¨ªa para Espa?a, sus expertos fueron incapaces de reconocerla cuando se materializ¨®: el 11 de marzo de 2004 en Madrid.

La nota informativa del CNI fechada a las 15.51 de aquel d¨ªa, que el Gobierno en funciones del PP desclasific¨® el 18 de marzo para demostrar que no hab¨ªa mentido en la informaci¨®n que ofreci¨® tras el atentado, daba por "casi segura" la autor¨ªa de ETA en los ataques contra los trenes de cercan¨ªas "con los datos disponibles hasta el momento".

En realidad, el CNI fue poco consecuente con el riesgo que denunciaba. La ¨²nica medida pr¨¢ctica que adopt¨® fue la inclusi¨®n del terrorismo islamista entre sus prioridades en la Directiva de Inteligencia, aprobada en enero pasado, y la elevaci¨®n, un mes despu¨¦s, del grupo encargado de investigar a los integristas al rango de departamento.

Sin embargo, el n¨²mero de agentes dedicados a este problema, menos de medio centenar, no se increment¨® sustancialmente. La muerte en Irak de ocho miembros del centro, entre octubre y noviembre, oblig¨® al servicio secreto a dedicar a sus mejores expertos a la protecci¨®n de las tropas espa?olas.