Catalu?a mantiene las mismas c¨¢rceles desde 1993 aunque la cifra de presos creci¨® un 29%
El Gobierno tripartito anuncia que crear¨¢ 2.750 plazas con seis nuevas prisiones
Las c¨¢rceles de Catalu?a est¨¢n a reventar y en los ¨²ltimos cuatro a?os la poblaci¨®n reclusa ha aumentado de 6.082 a 7.836 internos, un 28,8%. La proporci¨®n de ese aumento es la misma que se da en el resto de Espa?a, pero la diferencia es que mientras el Gobierno central ha construido en nueve a?os 15 prisiones, con una capacidad global superior a las 25.000 plazas, en Catalu?a no se ha edificado un centro penitenciario desde 1993, al margen de los barracones y los m¨®dulos provisionales que se han habilitado para hacer frente al progresivo hacinamiento.
El pasado 3 de mayo, apenas 48 horas despu¨¦s de que el subdirector de seguridad de la c¨¢rcel Quatre Camins, Manuel Tall¨®n, fuese herido de gravedad por un grupo de internos, el Gobierno catal¨¢n anunci¨® que construir¨ªa seis nuevos centros penitenciarios con 2.750 plazas. Era el primer compromiso del Ejecutivo tripartito que preside Pasqual Maragall para afrontar la masificaci¨®n de las c¨¢rceles catalanas, si bien el consejero de Justicia, Josep Maria Vall¨¨s, hab¨ªa declarado en una entrevista a EL PA?S tras acceder al cargo: "Hacer c¨¢rceles no es un s¨ªmbolo de buena pol¨ªtica, y tenerlas llenas es un fracaso".
La masificaci¨®n en las prisiones espa?olas, tambi¨¦n en las catalanas, se empez¨® a percibir a partir de 2000. Entonces hab¨ªa en Espa?a un total de 45.309 reclusos, 6.082 en Catalu?a. Desde entonces, ha habido un aumento progresivo, a raz¨®n de 4.000 presos anuales en el conjunto de Espa?a y 500 en el caso de Catalu?a.
Las ¨²ltimas cifras son a¨²n m¨¢s espectaculares. Al acabar 2003 hab¨ªa en las prisiones catalanas 7.457 internos, y el pasado 5 de mayo 7.836. En el conjunto de Espa?a se ha pasado de 54.497 a 57.329 presos en los primeros cuatro meses de 2004.
Reformas legales
El magistrado Gerard Thomas, presidente de la Secci¨®n Novena de la Audiencia de Barcelona, que resuelve los recursos en materia de vigilancia penitenciaria, atribuye el notable aumento de la poblaci¨®n reclusa a los efectos de las reformas legales que impuls¨® el Gobierno del PP en su segundo mandato. Actualmente, un preso no puede salir en libertad condicional en Espa?a si no paga la responsabilidad civil del delito que cometi¨® y eso es una cosa que s¨®lo est¨¢ al alcance de muy pocos. El nuevo marco legal impide tambi¨¦n obtener la libertad condicional si no se ha cumplido tres cuartas partes de la condena. El anterior texto de la ley exig¨ªa haber cumplido dos terceras partes.
Otra de las restricciones es que un preso condenado a penas inferiores a cinco a?os no puede acceder al tercer grado (r¨¦gimen abierto) si no ha cumplido como m¨ªnimo la mitad de la pena.
En numerosas comunidades aut¨®nomas, pero no en Catalu?a, se ha aplicado un plan de sustituci¨®n de prisiones dise?ado por el Gobierno del PSOE en 1992, que despu¨¦s asumi¨® el PP, y que se ha concretado en la construcci¨®n de 15 c¨¢rceles. La ¨²ltima en Villena (Alicante), inaugurada en 2002, con 879 celdas. En Catalu?a, la vetusta y centenaria c¨¢rcel Modelo tiene m¨¢s de 2.000 presos, cuando lo deseable es que no sobrepase los 700. En la d¨¦cada de los 90, m¨¢s de un millar de internos fallecieron en las prisiones catalanas, principalmente a causa del sida.
Albert Batlle, secretario de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, afirma que es muy importante hacer nuevos centros, pero que, una vez planificados, los esfuerzos de la Administraci¨®n deben centrarse en la funci¨®n resocializadora de la c¨¢rcel. El magistrado Gerard
Thomas lo explica de manera muy ilustrativa. "Hace un tiempo, la gente no ten¨ªa asumido que hab¨ªa de pagar impuestos y hoy no ocurre eso. Con la c¨¢rcel pasa lo mismo, y la sociedad debe advertir que no s¨®lo ha de servir para encerrar a los delincuentes sino para reeducarlos".
I?aki Rivera, profesor de Derecho Penitenciario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, se muestra mucho m¨¢s cr¨ªtico con la situaci¨®n de las c¨¢rceles en Catalu?a y cree que la Generalitat "ha ido cediendo cuotas de poder a los sindicatos a cambio de paz social". En su opini¨®n, "quien gobierna actualmente las c¨¢rceles en Catalu?a no es la Administraci¨®n sino ciertos dirigentes sindicales que han tenido diversas denominaciones como USO o Catac y que hace unos meses se integraron en la UGT". Para Rivera, se trata de un grupo de funcionarios que "no cree en la reinserci¨®n, y a menudo abusa de los medios coercitivos contra los presos, lo que explica que actualmente haya en los juzgados de Catalu?a seis causas abiertas por supuestas torturas".
Batlle rechaza esas cr¨ªticas y asegura que el problema es que hasta ahora no ha existido una pol¨ªtica de formaci¨®n de los funcionarios y que a estos se les ha de "dar confianza". El pasado viernes, Batlle se reuni¨® con los sindicatos y se comprometi¨® a ampliar la plantilla en 50 plazas y en crear el estatuto del equipo directivo de las c¨¢rceles para "reforzar su autoridad".
Un modelo en decadencia
Catalu?a es la ¨²nica comunidad aut¨®noma que tiene transferidas las competencias penitenciarias. De eso hace ya 20 a?os y el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol ha explicado en m¨¢s de una ocasi¨®n que gobernar tambi¨¦n implicaba gestionar servicios de los que se obtiene poco r¨¦dito pol¨ªtico. Como las prisiones.
En los primeros a?os de competencias, el Gobierno catal¨¢n construy¨® las c¨¢rceles de Brians y Quatre Camins, en los municipios metropolitanos de Sant Esteve Sesrovires y Quatre Camins, respectivamente, en una clara apuesta por un modelo penitenciario propio. Pero esa pol¨ªtica no tuvo continuidad. La constataci¨®n m¨¢s evidente fue la destituci¨®n, en diciembre de 1999, del m¨¢ximo responsable de prisiones y, para muchos, art¨ªfice de esa pol¨ªtica, Ignasi Garc¨ªa Clavel, que ocup¨® el cargo durante siete a?os.
La ¨²ltima instalaci¨®n que inaugur¨® el Ejecutivo nacionalista fue la secci¨®n de mujeres de Brians, en 1993. Desde entonces, las discrepancias institucionales han impedido la construcci¨®n de nuevas c¨¢rceles en Catalu?a, al igual que ha ocurrido con otros equipamientos. Hace tres a?os, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona firmaron con gran boato un plan para sustituir las tres c¨¢rceles de la ciudad. La previsi¨®n era que estar¨ªan concluidas en 2006, una fecha de imposible cumplimiento a la vista de que todav¨ªa no se conocen los terrenos donde se ubicar¨ªan, y despu¨¦s de que el actual Ejecutivo haya anunciado un nuevo plan de prisiones.
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