Un a?o de denuncias sin respuesta

Un informe confidencial de 24 p¨¢ginas del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), basado en inspecciones y entrevistas realizadas en Irak entre marzo y noviembre de 2003, alert¨® al Gobierno de EE UU de que los interrogatorios a los presos bajo su custodia inclu¨ªan tratos brutales y vejaciones con el fin de "obtener confesiones e informaci¨®n". El texto, fechado en febrero de 2004, concluye que el abuso era generalizado en el caso de los llamados presos de alto valor y que en algunos casos "equivale a tortura". Estos malos tratos no se limitaban a Abu Ghraib; se produc¨ªan tambi¨¦n en otras prisiones, como la de Camp Cropper, en el aeropuerto de Bagdad. El CICR asegura que antes de la entrega del informe hubo numerosas quejas en 2003 -la primera en mayo-, orales y por escrito, de lo que estaba sucediendo. Esto contradice al jefe del Pent¨¢gono, Donald Rumsfeld, quien asegura no haberse enterado hasta el 13 de enero.

- El caso de Salim. Uno de los casos concretos que menciona el informe es el de Baha Daud Salim, de 28 a?os, que muri¨® a consecuencia de las palizas recibidas. Los responsables escribieron en el certificado de defunci¨®n que la causa de la "asfixia cardiorrespiratoria" era desconocida. El cuerpo de Salim presentaba visibles contusiones y fracturas de costillas y de nariz.

- ?Hechos aislados? El CICR sostiene que el "empleo de malos tratos contra personas privadas de libertad [en Irak] era m¨¢s que excepcional y estaba tolerada" por la coalici¨®n. Esto contradice el argumento del presidente George W. Bush de que el sistema vejatorio en los interrogatorios no estaba aprobado por el mando y que los excesos fueron cometidos por unos pocos soldados de baja graduaci¨®n.

- ?Qui¨¦n lee el informe? El diario conservador The Wall Street Journal, que public¨® extractos del informe confidencial del CICR, asegura que el jefe del Comando Central en Oriente Pr¨®ximo, general John Abizaid, del que depende la operaci¨®n en Irak, no recibi¨® el texto. El diario no pudo averiguar si alguien del Pent¨¢gono lo ley¨®. El 14 de enero, alertado por la existencia de fotograf¨ªas, muchas de ellas publicadas ahora, el Ej¨¦rcito de Estados Unidos inici¨® su propia investigaci¨®n. El secretario de Estado, Colin Powell, advirti¨® en esas fechas a otros miembros del Gabinete sobre los excesos en el sistema de detenci¨®n. El Pent¨¢gono ha rechazado comentar el contenido del informe del CICR aduciendo que es confidencial.

- Convenci¨®n de Ginebra.

La IV Convenci¨®n de Ginebra, aprobada en 12 de agosto de 1949, y firmada entre otros pa¨ªses por Estados Unidos, proh¨ªbe expresamente, en su art¨ªculo 3, la violencia contra personas, en particular el asesinato, la mutilaci¨®n, el tratamiento cruel y la tortura; la toma de rehenes; humillar y dar un trato degradante a los presos que viole la dignidad de la personas. El mismo art¨ªculo obliga a entregar a los prisioneros heridos y enfermos a una organizaci¨®n imparcial, citando expresamente como ejemplo al CICR. En el art¨ªculo 4 se dice que las personas protegidas por esta convenci¨®n son aquellas que se encuentran en un conflicto o sometidas a una ocupaci¨®n por una fuerza extranjera.

La convenci¨®n proh¨ªbe la exposici¨®n p¨²blica de presos de guerra, tal y como record¨® el Ej¨¦rcito de EE UU durante la invasi¨®n cuando los afectados eran sus soldados. La convenci¨®n obliga a suministrar comida, agua y ropa adecuada a los prisioneros. Tambi¨¦n establece que la potencia ocupante tiene la obligaci¨®n de informar a los detenidos, por escrito y en una lengua que puedan entender, de los cargos que pesan sobre ellos. Los que sean procesados deben gozar de todos sus derechos, incluido el de un juicio justo. La convenci¨®n regula tambi¨¦n el derecho de organizaciones como el CICR a visitar a los detenidos. Regula tambi¨¦n el derecho de los presos a enviar y recibir correo de sus familias y el de ¨¦stas a conocer su situaci¨®n y el lugar donde se hallan.

- Las promesas de Miller. El general Geoffrey Miller, que durante 18 meses dirigi¨® la pol¨¦mica prisi¨®n de Guant¨¢namo, en Cuba, y que desde abril es el nuevo responsable de las c¨¢rceles de Irak, asegur¨® ayer que los interrogatorios a los presos cumplen ya todas las obligaciones de las Convenciones de Ginebra. El general Miller, que visit¨® Abu Ghraib este verano, neg¨® entonces que se estuvieran produciendo casos de malos tratos o de tortura en su interior.

- Reacci¨®n suiza. La ministra suiza de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, llam¨® el viernes a los embajadores de Estados Unidos y Reino Unido para expresarles su preocupaci¨®n y recordarles que deben respetar los pactos internacionales. "Como depositarios de la Convenciones de Ginebra, tenemos la obligaci¨®n moral concreta de velar por su cumplimiento. Est¨¢ en juego nuestra credibilidad", afirm¨® la ministra, quien dijo haber sentido "rabia" y "asco" por el trato infligido a presos iraqu¨ªes.