Una ONU paralela
De forma poco perceptible, la ONU est¨¢ cambiando profundamente. El Consejo de Seguridad va dando unos pasos que pueden llegar a construir en torno a este ¨®rgano una estructura paralela a la de la Secretar¨ªa General, y otros que lo est¨¢n convirtiendo en una instancia legislativa mundial, pese a su falta de representatividad. En la primera tendencia, el caso m¨¢s reciente es la creaci¨®n del Comit¨¦ de la Lucha contra el Terrorismo, que quiere designar un secretariado permanente a cuyo frente podr¨ªa estar el espa?ol Javier Rup¨¦rez, hasta ahora embajador de Espa?a en Washington. Pero hay otros precedentes, como UNSCOM, la Comisi¨®n Especial, dependiente del Consejo de Seguridad, encargada de controlar el desarme de Irak entre 1991 y 1998, y que, dada la no aparici¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva, tuvo ¨¦xito en su labor. Por el contrario, la UNMOVIC que llev¨® Hans Blix era un ente h¨ªbrido, entre la Secretar¨ªa General y el Consejo. La posibilidad de que surja una ONU paralela, impulsada tambi¨¦n por EE UU, que tiene poca fe en la "Organizaci¨®n" actual es real. Adem¨¢s, al depender del Consejo, EE UU tendr¨ªa derecho de veto sobre esta capacidad normativa.
Por otra parte, el Consejo de Seguridad se ha puesto a legislar, lo que no deja de ser parad¨®jico en unos momentos de baja de los tratados internacionales, al menos para la mayor potencia del mundo: EE UU. El Consejo de Seguridad le permite, adem¨¢s, legislar en materias como la lucha contra el terrorismo o la proliferaci¨®n nuclear, que estaban reguladas entre Estados, pero no pensadas para hacer frente a agentes no estatales, como Al Qaeda. En este sentido va la Resoluci¨®n 1.373 aprobada el 28 de septiembre de 2001, poco despu¨¦s del 11-S, que fija medidas de lucha contra el terrorismo. O la 1.541, de hace doce d¨ªas, que equivale a una ampliaci¨®n del Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear de 1970, y que ha causado una gran pol¨¦mica. Bush la propuso en diciembre pasado, y se ha tardado pocos meses en negociarla. Esta resoluci¨®n obliga a todos los 191 Estados miembros de la ONU a "adoptar y aplicar" legislaciones nacionales en ese sentido y adaptarlas a las nuevas amenazas surgidas tras el 11-S, con un sistema de control por parte del Consejo de Seguridad sobre su cumplimiento.
Es sabido que las resoluciones del Consejo de Seguridad son de obligado cumplimiento por los Estados miembros de la ONU. Pero la citada ¨²ltima resoluci¨®n equivale a un Tratado, obliga a los Estados a legislar, y convierte as¨ª al Consejo de Seguridad en un ¨®rgano legislador o al menos normativo. Ah¨ª surge el problema. Pues el Consejo de Seguridad, con 15 miembros de los cuales cinco son con derecho de veto (EE UU, China, Rusia, Reino Unido y Francia), se dise?¨® en 1945, se ampli¨® en 1963, pero ya no es representativo del mundo actual. India, que aspira a ser miembro permanente de un Consejo ampliado, expres¨® su temor a que este paso cambie "las bases del marco jur¨ªdico internacional". Adem¨¢s, en este proceso legislador no intervienen los Parlamentos en detrimento de la democracia, donde existe.
Algunos c¨¢lculos estiman que, para ser relativamente representativo de los Estados (no ya de las poblaciones) existentes, el Consejo de Seguridad tendr¨ªa que tener un m¨ªnimo de 21 miembros, y mejor 24. Es parte de la reforma planteada, y para prepararla, Kofi Annan ha nombrado un grupo de sabios. Pero, como se ve, sin esperar a la reforma oficial, la ONU est¨¢ cambiando. El Consejo, como se?ala un diplom¨¢tico, est¨¢ "asumiendo realidades pol¨ªticas". ?stas pueden ser formas de volver a interesar a EE UU en la ONU. Pero tambi¨¦n de desvirtuar la ¨²nica organizaci¨®n verdaderamente global que existe.
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