El representante de los vecinos matiza el conflicto de 'La valla de la discordia'

Manuel Rodr¨ªguez Clerigu¨¦, representante de los vecinos de los bloques 66 y 68 de la calle de Alhambra (distrito de Latina), discrepa de algunos aspectos del reportaje La valla de la discordia, publicado en EL PA?S el pasado d¨ªa 2. Sus matizaciones son las siguientes:

"La se?ora [do?a Justa] en la que basan su art¨ªculo tiene una farmacia mucho m¨¢s cerca de su casa, en concreto, en la calle Cullera, que es donde vive, por lo que d¨®nde est¨¢ el "insuperable esfuerzo".

"Es falso que para acceder a los 'principales servicios del barrio' hubiera que pasar por nuestro terreno. El metro est¨¢ en la calle Alhambra, a la altura de su intersecci¨®n con la calle Cuart de Poblet, por lo que nadie que vaya al metro desde la calle Cullera atravesar¨¢ por nuestro terreno a no ser que le guste dar rodeos. En cuanto a los autobuses, la parada siempre estuvo a la altura de la iglesia de Cuart de Poblet. Como el lugar no era muy adecuado, hace poco la subieron a la salida del metro y pusieron otra, un poco m¨¢s abajo del 68 de la calle Alhambra, a la que se accede perfectamente por la calle Cullera, que es la salida natural de las personas que viven en ella".

Rodr¨ªguez dice que su intenci¨®n no era "bloquear el paso que los habitantes de la calle Cullera usaban habitualmente". "Por nuestro paso de carruajes pasaban muchas menos personas, y como su espec¨ªfico uso es ser utilizado por los coches, no estaba muy bien de piso. Las personas con problemas f¨ªsicos importantes no atravesaban por ese paso de carruajes, que, por cierto, se halla en la matr¨ªcula del Ayuntamiento desde hace m¨¢s de 20 a?os".

"Es lamentable que se ponga en mis labios que la insoportable e injusta situaci¨®n que est¨¢bamos padeciendo, referida sobre todo a la inaguantable suciedad, 'dificultaba much¨ªsimo que se pudiesen aparcar los coches'. Adem¨¢s, ofrec¨ª a su periodista la posibilidad de conocer con escritura p¨²blica que el terreno es nuestro. Y, sin embargo, dice que es del Ivima y de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social sin decir en qu¨¦ pruebas se basa".

"El barrio no est¨¢ 'en pie de guerra'. La situaci¨®n es la siguiente: nosotros hemos sido amenazados de muerte y coaccionados por unas personas a las que les molesta que no les hagamos el menor caso en sus insultos y calumnias".

Rodr¨ªguez sostiene que es "falsa" su intenci¨®n de construir un aparcamiento, y a?ade: "Sencillamente, porque es absurdo construir algo que ya ten¨ªamos". Rodr¨ªguez explica: "La querella que present¨¦ en su momento no es fruto del 'enconamiento'. Lo que no puedo permitir es que el derecho y la raz¨®n sean sometidos por la violencia y, desde luego, mucho menos que me amenacen de muerte".