El Consorcio dice que la depuradora de Galindo sigue en estado "cr¨ªtico"
La desconvocatoria del paro evit¨® el inicio de vertidos sin tratar
La situaci¨®n de depuradora de Galindo en Sestao, que se encarga de tratar las aguas residuales de un mill¨®n de personas en la comarca de Bilbao, sigue siendo "cr¨ªtica" debido a la huelga de las contratas, seg¨²n el presidente del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, Ibon Areso. La sentencia judicial que la pasada semana anul¨® el paro evit¨® in extremis que tuvieran que realizarse vertidos delictivos, por superar los l¨ªmites medioambientales. El anuncio de una nueva huelga a partir del 18 de mayo dejar¨ªa la planta en la misma situaci¨®n "a finales de mes", seg¨²n Areso.
A la depuradora de Galindo, que durante 103 d¨ªas ha sido la principal afectada de la huelga de los 280 trabajadores de las subcontratas de Consorcio, s¨®lo le quedaba un d¨ªa para rebasar los l¨ªmites legales de vertido, seg¨²n fuentes oficiales. La sentencia que el pasado jueves declar¨® ilegal la huelga por un motivo formal -el incumplimiento de los servicios m¨ªnimos durante las dos primeras semanas del conflicto- ha sido m¨¢s que un respiro para la planta, la pieza angular del Plan Integral de Saneamiento del Gran Bilbao, un proyecto que costar¨¢ 775 millones de euros cuando se culmine en 2007 tras casi 25 a?os de obras.
Sin el fallo judicial, que propici¨® la vuelta provisional a sus puestos de los trabajadores -han realizado una nueva convocatoria de huelga a partir del 18 de mayo-, los vertidos de la depuradora de Galindo habr¨ªa sido ya ilegales desde el s¨¢bado. Una comisi¨®n, formada por los departamentos de Medio Ambiente y el Gobierno y el propio Consorcio, analiza la concentraci¨®n de elementos contaminantes en las aguas que devuelve la planta al Nervi¨®n desde el inicio de la huelga. En el momento en que se superen los l¨ªmites establecidos, Medio Ambiente habr¨ªa puesto los hechos en conocimiento de los juzgados, porque el vertido aguas no suficientemente depuradas supone un delito.
Sin mantenimiento
La entidad gestora del abastecimiento y saneamiento se?al¨® ayer que, pese al levantamiento temporal de la huelga, la situaci¨®n de la depuradora de Galindo "es critica" desde el punto de vista medioambiental. "No hay ning¨²n riesgo para la salud de las personas", precis¨® su presidente Ibon Areso, quien explic¨® que la "situaci¨®n l¨ªmite" se debe a que la huelga ha afectado especialmente a los sistemas de mantenimiento de la planta, como los filtros. El director de Explotaci¨®n de la entidad, Koldo Urkullu, afirm¨® que se requieren entre dos y tres semanas de trabajo continuado "para salir de esta situaci¨®n de riesgo" y que la vuelta a normalidad necesitar¨ªa dos meses.
El paro impide el correcto tratamiento biol¨®gico de las aguas residuales, un sistema que permite una depuraci¨®n del 95%, puesto en marcha hace m¨¢s de tres a?os. Hasta entonces s¨®lo se trabajaba con el sistema primario, un m¨¦todo f¨ªsico-qu¨ªmico que consigue eliminar el 50% de las sustancias t¨®xicos, por lo que la otra mitad de la carga contaminante volv¨ªa al Nervi¨®n. Urkullu dijo que ahora la planta funciona a la mitad de capacidad del tratamiento biol¨®gico. Areso indic¨® que esto supone un retroceso de tres a?os en el l Plan de Saneamiento.
El presidente del Consorcio apunt¨® que, en caso de reiniciarse la huelga el 18 de mayo, la planta de Galindo estar¨ªa en situaci¨®n de propiciar vertidos ilegales "a finales de mes". La entidadas, que ha establecido turnos de 24 horas para recuperar a marchas forzadas el buen funcionamiento de la depuradora, ha alquilado tambi¨¦n una centrifugadora de fangos port¨¢til, con un coste de 500.000 euros mensuales y una capacidad de tratamiento de 60 metros c¨²bicos diarios. Esta m¨¢quina no podr¨¢ comenzar a trabajar hasta dentro de diez d¨ªas.
El director de Explotaci¨®n asegur¨® que las otras ocho depuradoras del consorcio, de mucha menor capacidad que Galindo, funcionan normalmente, aunque "con cierta precariedad". El motivo, dijo, es que no han tenido la "presi¨®n de los piquetes" de Galindo, donde "no dejan sacar los lodos para llevarlos a vertederos".
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